Cada vez que me enfrento al mercado en busca de oportunidades pienso que hay personas más preparadas que yo, más inteligentes que yo y con acceso a información que personalmente desconozco, así que termino por admitir que estoy en desventaja frente a este tipo de inversor y que probablemente voy a ser “carne de cañón” en el mercado.
Sin embargo, inmediatamente después, también pienso que tengo una ventaja para competir en los duros mercados financieros que otros no tienen: acudo a estos mercados para adquirir negocios, no acciones. Adquirir negocios te da otra perspectiva, otra visión de la inversión que no te ofrece otro tipo análisis. Como dice Warren Buffet me daría igual que las bolsas estuvieran cerradas durante 5 años. Frente a la avaricia, o al miedo de muchos inversores que les hacen tomar decisiones precipitadas, en mi proceso de toma de decisiones prima la serenidad y el análisis de la situación particular de cada empresa
Creo que hay muchos inversores ávidos de rápidas ganancias, pero, o mejor dicho por ello, miedosos cuando a los dos días de comprar una acción, su precio de mercado está por debajo de su precio de adquisición. Ello les lleva a situaciones de estrés, ansiedad, insomnio, preocupación y un largo etc de estados anímicos que les hacen estar enganchados a las cotizaciones en todo momento y a tomar decisiones irracionales. Comprar a este inversor irracional y emocional es mi ventaja. Frente a estas situaciones, la inversión en valor aporta tranquilidad, serenidad, y el sosiego suficiente para comprar y vender cuando lo crees conveniente alejándote del caos y del ruido de los mercados. La inversión en valor se sostiene sobre la idea de que la hipótesis del mercado eficiente se suele cumplir, pero no siempre.
¿Has experimentado la tranquilidad que supone invertir sin estar todos los días viendo las cotizaciones? Desconozco el cierre de hoy de las bolsas y también el de la semana pasada. No me importan. No me preocupa lo que va ocurrir mañana en las bolsas, ni tampoco lo que ocurrirá la semana que viene. Me preocupa donde estarán mis empresas dentro de 5 años.
Eliminad de vuestra televisión las cadenas de información económica que constantemente nos martillean con las cotizaciones. Cuando leáis la prensa salmón no miréis el precio de las acciones. Decidle a vuestro banco o broker que no queréis el servicio de “tiempo real”. Si no os debe preocupar el precio de la bolsa de la semana pasada cómo os va preocupar el precio de “ya”.
Esperad oportunidades que cumplan vuestros criterios y si no las encontráis, seguid esperando. Aunque no lo parezca, esperar puede ser una buena decisión de inversión.