Situación A. Inversor Racional
Si un conocido me propusiera participar en un negocio a través de la compra de las participaciones de una sociedad(no cotizada), lo primero que preguntaría yo, y supongo que la mayoría de las personas en mi caso, sería el tipo de negocio al que se dedica la empresa, en qué sector está, donde vende sus productos u ofrece sus servicios, etc. Luego trataría de recabar información financiera sobre la empresa para saber si sus ventas han crecido, si debe dinero a los bancos, etc. Si, posteriormente, creo que puede ser una buena inversión trataré de negociar el precio al que puedo adquirir esas acciones y si el precio es lo suficientemente atractivo para obtener una buena rentabilidad compraré las acciones.
Hasta aquí sería la secuencia lógica y normal, supongo que estaremos todos de acuerdo. ¿Pero qué hace mucha gente en el mercado de valores para invertir? ¿Sigue esta secuencia lógica? Creo que no
Situación B. Inversor Enterado
Ahora imaginaos otra situación. Traslademos el comportamiento de muchas personas a la hora de comprar acciones cotizadas a un entorno de una compra privada, y que cuando ese conocido ofreciera la compra de las participaciones lo primero qué se le ocurriera preguntar al Inversor Enterado (el posible comprador) fuera por el precio de las acciones:
Conocido: Te vendo las participaciones a 10 € cada una.
Inversor Enterado: Vaya 10 €, un precio asequible, podría comprar bastantes. ¿Y ya se las has ofrecido a otros?
Conocido: Si claro, ya he realizado más de 200 pequeñas ventas.
I.E.: A sí … ¿Puedes decirme la media de dichas operaciones?
Conocido: Bueno, sacando la media las he vendido a 12 €, pero como te digo necesito vender y a ti te las ofrezco a 10€, 2 € más baratas.
I.E.: ¿A mí a 10 €, cuando las has vendido de media a 12€, NI HABLAR, a mi o me las vendes por encima de 12 … no sé, por ejemplo, 12,20 o no las compro?
Conocido ¿Pero qué me estás contando si te las estoy ofreciendo más baratas?
I.E.: Lo siento pero no acepto tu oferta, o 12,20 o nada
Conocido: Oye, oye, no hay más que hablar, trato hecho – qué pardillo piensa el vendedor.
Bien, pues el Inversor Enterado ya tiene las acciones de ese negocio que le ha vendido el conocido y aun no sabe exactamente bien ni a qué se dedica la empresa, ni ha visto tan siquiera su balance. Posteriormente, al hablar con otro socio se enter que vende algún producto fitosanitario no sabe dónde, pero bueno, ha comprado más caro que la media de los 200 anteriores, je, je, está hecho un lince.
No sé como terminará la historia, puede que tenga un final feliz o muy triste para el inversor enterado, pero tendrá las mismas posibilidades de ganar que si va a un casino para apostar su dinero.
Estareis de acuerdo conmigo, bueno, mejor dicho con Graham, que una cosa es la inversión y otra la especulación. Y si las confundimos terminaremos perdiendo nuestro dinero.