Primera edición 22 de enero de 2011.
Esta mañana he recibido el siguiente correo que quiero compartir con todos ustedes: Sucede en la cafetería de un centro comercial de una ciudad de Canadá, todo el mundo tomándose algo tranquilamente después de un día de compras. De repente, una chica entre la multitud que parecía estar hablando por teléfono comienza a cantar el Aleluya de Händel ante los sorprendidos comensales. Acto seguido, otro chico se levanta y le sigue el ritmo a la canción.
Como se pueden imaginar, la multitud allí congregada no podía creer lo que oía. En un principio se quedaron con la boca abierta, pero en seguida reaccionaron y sacaron prestos las cámaras de sus móviles para inmortalizar el momento. Pero ahí no acabó la cosa, rápidamente se les unieron más personas.
Resulta que 80 miembros del coro de Niágara de Canadá se habían mezclado discretamente entre la gente del restaurante. Lo que parecía un acto espontáneo fue algo que tardó semanas en prepararse. Había que tenerlo todo planeado hasta el último detalle. No podían informarle a nadie en el centro comercial hasta el último momento para que la sorpresa fuese completa.
Una pianista que estaba "infiltrada" como encargada de tocar villancicos en el centro comercial fue la que se encargó de dar la señal de salida tocando las primeras notas del Aleluya. En dos meses más de 30 millones de visitas en YouTube.
Saludos.
Nota: Para ver el indice de las empresas publicadas pinche aqui