¿Se acuerda del post "Demostración empírica del sometimiento a la autoridad"? Allí decíamos que el ser humano tiene tendencia a someterse a la autoridad y que debemos entrenarnos en mantenernos independientes. Hoy hablaremos de un experimento que demuestra la tendencia que tenemos a someternos no a la autoridad, sino a los demás, al grupo.
Curiosamente, al igual que Milgram, el científico que llevó a cabo el experimento del que voy a hablar también era de la universidad de Yale. Se trata de Solomon Asch y de su experimento de conformidad con el grupo, el cual es un experimento extraordinariamente sencillo y que pone los pelos de punta en sus resultados.
Empecemos por el principio:
¿qué línea de la derecha (a, b o c) es igual a la línea de la izquierda?
Sé con toda seguridad que el 100% de ustedes habrá respondido C. Es muy sencillo, evidente, no negociable, no debatible ¿verdad? Hasta el 100% de los niños de 5 años acertarían.
Pues le diré que Asch demostró en su experimento que una porción importante del conjunto de los ciudadanos es capaz de responder A o B si un grupo le induce a ello:
Solomon Asch pidió a unos estudiantes que participaran en una “prueba de visión”. En realidad todos los participantes del experimento excepto uno eran cómplices del experimentador y el experimento consistía realmente en ver cómo el estudiante restante reaccionaba frente al comportamiento de los cómplices. El objetivo explícito de la investigación era estudiar las condiciones que inducen a los individuos a permanecer independientes o a someterse a las presiones de grupo cuando estas son contrarias a la realidad.
Los participantes- el sujeto verdadero y los cómplices- estaban todos sentados en la sala de una clase en donde se les pidió que dijeran cuál era a su juicio la longitud de varias líneas dibujadas en una serie de exposiciones. Se les preguntaba si una línea era más larga que otra, cuáles tenían la misma longitud, etc. Los cómplices habían sido preparados para dar todos respuestas incorrectas en los tests.
Se reunía a un grupo de 7 a 9 estudiantes en un aula. El experimentador explicaba que a continuación se les exhibirían algunas líneas que diferirían en longitud y que su tarea sería señalar con cuál de las líneas de comparación que se les presentaban coincidía la línea original. Cada sujeto, uno por uno, debería ir mencionando qué línea de entre las tres juzgaba igual que la estándar realizándose un total de 12 ensayos.
El grupo de sujetos constaba realmente de dos partes: una mayoría de sujetos que se reunió con el experimentador y recibió instrucciones antes de la realización del experimento y el sujeto de la experimentación, que se conocería como sujeto crítico.
Al sujeto crítico le era asignado, sin que él tuviera conciencia de ello, un determinado lugar en el aula, más bien alejado y que por lo general era el penúltimo, de forma que recibiría el impacto pleno de la tendencia mayoritaria de respuesta antes de emitir su propio juicio.
Aunque la mayoría de los sujetos contestaron acertadamente, muchos demostraron un malestar extremo y una proporción elevada de ellos (33%) se conformó con el punto de vista mayoritario de los otros cuando había al menos tres cómplices presentes, incluso aunque la mayoría dijera que dos líneas con varios centímetros de longitud de diferencia eran iguales. Cuando los cómplices no emitían un juicio unánime era más probable que el sujeto disintiera que cuando estaban todos de acuerdo. Los sujetos que no estaban expuestos a la opinión de la mayoría no tenían ningún problema en dar la respuesta correcta.
Una diferencia entre el experimento de conformidad de Asch y el también famoso en psicología social experimento de Milgram conducido por Stanley Milgram es que los sujetos de este estudio atribuían el resultado a su propia “mala vista” o falta de juicio, mientras que en el experimento de Milgram culpaban al experimentador por su comportamiento.
Ahora me pregunto yo: Si para una tarea tan sencilla un 33% de la población es capaz de doblegarse ante la opinión de los demás, ¿cómo de difícil será mantenerse independiente en los mercados financieros? Y ya saben mi opinión, quien van con la mayoría está condenado a obtener los resultados de la mayoría.