Este es, probablemente, uno de los temas a los que más tiempo han dedicado los inversores a los largo de la historia. Daré mi visión personal sobre este punto, la cual marca mi filosofía de inversión en la actualidad.
Muchos inversores gastan la mayor parte de su tiempo en los mercados tratando de captar los movimientos en diferentes plazos temporales. No importa que haga lo que compras, si fabrica sillas, helados, calzoncillos o whisky, es irrelevante, lo que importa es la tendencia. Tampoco importa su salud financiera, ni el plan estratégico, ni como está respecto a sus competidores, lo único que puede importar es alguna notica de última hora, no por su efecto sobre el valor de la empresa, sino porque generará un movimiento que podremos captar.
Existen multitud de estilos, cada maestrillo tiene su librillo. Los hay que operan intradia, varios días, solo de cierre a apertura y un larguísimo número de etc de operativas diferentes que no tiene como objetivo la diferencia entre valor y precio, únicamente quieren captar una tendencia y esperar que continúe hasta que cerrar la posición.
Seré sincero, yo también lo intenté en su día. Hacía mis predicciones con análisis técnico, probé trazando soportes y resistencias, jugando con medias móviles, bandas de Bollinger, RSI, estocástico, roturas de máximos históricos, un poco de todo. Hasta me dediqué en su día a buscar hombros cabeza hombro. De hecho hice backtesting en el ProRealTime con diferentes estrategias y en algunas salían buenos resultados teóricos. Acabé perdiendo la fe en el AT en general y en la predicción de los mercados en particular.
No dejé de creer en el AT, ni en la predicción de los mercados porque a mí me fuera mal, ni mucho menos, las razones son muy diferentes. Hay dos razones principales; los resultados a largo plazo y la lógica.
Resultados:
Este es un punto muy polémico. De verdad, no sabéis hasta que punto lo es. Al final lo que importa es si da más dinero que comprar y mantener, es así de simple. Bueno pues como la predicción de los mercados se parece a la fe, es muy difícil diferenciar que parte de las rentabilidades de estas operaciones son fruto de la casualidad y cuáles de la causalidad.
Se necesita gran cantidad de operaciones para poder distinguir si la estrategia aporta valor o no, analizando los datos de la misma. Mi experiencia me dice que pocos “traders” lo hacen. Cuando hablo con algún operador a corto plazo siempre lo pregunto; ¿Cuál es tu rentabilidad media por operación y porcentaje de acierto?, todos me contestan a ojo.
Siempre insisto en que uno de los puntos a favor de la predicción de los mercados es al mismo tiempo su gran némesis. La rotación. Se suele decir que estos “sistemas” que captan tendencias se benefician de la gran cantidad de operaciones que podrías hacer, en diferentes mercados y en cualquier franja horaria. Vamos, que podrían estar operando el 100% del tiempo captando señales de entrada y salida con un sistema que de una rentabilidad esperada de un X% cada 100 operaciones. No entiendo por qué no tenemos fondos que busquen captar el momentum del mercado con rentabilidades del 184% anual.
Otra característica de esta operativa es que las estrategias duran un tiempo reducido, dado que al final cada vez más personas se dan cuenta de ello y la oportunidad acaba desapareciendo, o simplemente deja de funcionar. Así se libran de la comprobación de que funcione a largo plazo, con que funcione un mes, sobra. Una pena que en el mercado no se pueda hacer dinero con las oportunidades que surgieron el año pasado.
Pese a todo, hay gran cantidad de personas que dicen que les funciona y que aciertan con sus predicciones. Pero bueno mucha gente reza y dice que les funciona, en cambio dudo que el Banco Santander suba por ello. Prefiero no profundizar en temas de fe.
Hay excepciones, no lo dudo. Todos hemos oído hablar de los sistemas cuantitativos de alta frecuencia de Goldman o JP Morgan, con su tasa de éxito diaria cercana al 100%. Por cierto, ni se os ocurra pensar que buscan soportes y resistencias, hch o cruces de medias. Ni de lejos.
Además quiero recordar que lo importante no es ganar, sino ganar más que el mercado. Parece un detalle sin importancia, pero al final del año lo que cuenta es si hubiéramos ganado más comprando y estándonos quietos, o mediante nuestra operativa. Este es el mejor juez.
Como resumen, mi experiencia me dice que gran parte de la rentabilidad de estos sistemas a corto plazo son fruto de la casualidad y no la causalidad, todo ello suponiendo que sean más rentables que comprar y mantener un índice a largo plazo. Espero que me convenzáis de lo contrario. Conozco a algún trader que gana más que el mercado aprovechándose únicamente de los movimientos a corto, pero desde luego, pertenece a una minoría. Este punto lo dejé como un empate por mi incapacidad de demostrar si funciona o no, lo que me llevó al siguiente como detonante final.
La lógica
Peter Lynch en su libro “Un paso por delante de Wall Street” cuenta una historia sobre la predicción de los mercados, llamada la teoría del coctel. Básicamente consiste en que los suelos y los techos de los mercados se pueden predecir en función de la cantidad de personas que se interesan por ti cuando dices que eres inversor, gestor o analista en una fiesta o coctel. Cuando lo dice y nadie le habla, cambian de tema e incluso se van de la conversación significa que estamos cerca de suelo, porque la caída del mercado ya ha quitado las ganas de invertir del público en general, llegando al punto de crear recelo en ellos. De ahí hay varias fases intermedias hasta llegar a la señal de la burbuja total, que es cuando al decir que es gestor, todas las personas le rodean formándose un corillo a su alrededor, y ya ni le preguntan, sino que dentistas o peluqueros le dan consejos sobre donde debería invertir. Concluye la historia con una frase genial:
“Ustedes hagan lo que quieran, pero yo jamás invertiré según esta teoría. No creo en la predicción de los mercados”.
La mayoría de los grandes lo dicen, no se pueden predecir los movimientos de los mercados a corto o medio plazo. Buffet probablemente será el gurú que más haya repetido esto hasta la saciedad. No solo él, si nos paramos a analizar a los principales gestores la mayoría coincide. Hay gestores reputados que usan el momentum, sí, pero ganan por mayoría los que dicen que no. Si te quieres aferrar a un clavo ardiendo encontraras con total seguridad algún buen gestor que solo busque los movimientos a corto plazo con grandes resultados a largo plazo, o alguna estrategia que haya dado buenas rentabilidades con 3 o 4 buenas señales los últimos meses. Se puede, pero parece poco probable.
Profundizando más en el tema y entrando en el ámbito académico, tenemos la hipótesis del mercado eficiente, con sus tres niveles:
- Eficiencia Débil: no funciona el análisis en base al precio o datos históricos, lo que invalida el análisis técnico, etc.
- Eficiencia Semi-fuerte: no funciona el análisis en base a la contabilidad, informes de resultados, etc, lo que invalida el análisis fundamental.
- Eficiencia Fuerte: no se puede batir al mercado de ninguna forma, invalida la información privilegiada.
La única que está aceptado por todos que no es cierta es la hipótesis fuerte, hay algunas dudas sobre la semi-fuerte, y se da por cierta la débil. Vamos, que para los académicos los estudios concluyen que la información privilegiada sí te hace ganar más que el mercado (menudo descubrimiento), el análisis fundamental tiene un éxito cuestionable y el análisis técnico o similares no valen para nada más que para enriquecer a los brókers. Y no lo digo yo, lo dicen, por ejemplo, los premios Nobel de Economía de 2013, entre otros.
Mi experiencia me dice que en el ámbito profesional, gestores o analistas, la mayoría se posiciona a favor de buscar rentabilidad a través de diferencia entre valor y precio sin tener en cuenta los movimientos a corto plazo de los mercados. Bueno, mentira, usan las caídas a corto plazo para irse de rebajas. En cambio los no profesionales son los más propensos a buscar operaciones a corto plazo, tratando de predecir que hará el Ibex este mes mediante AT o buscar movimientos de los mercados para rascar unas rentabilidades usando cualquier teoría. Esto fue la señal definitiva para darme cuenta de que, probablemente, no se podían predecir los mercados. La mayoría de los gestores hacen una cosa y el público en general hace otra. ¿En qué lado quieres estar?
Yo prefiero estar en el lado de la mayoría de los gestores.
P.D.: Si que creo en la predicción de los mercados. A largo plazo el mercado sube. Y lo sé.