Hemos llegado al último día del 2009 y nos disponemos a celebrar la Nochevieja para estrenar con alegría el nuevo año. La última noche del año está plagada de supersticiones de lo más peculiares, como por ejemplo:
- Sentarse y levantarse por cada uva que se toma (atrae el matrimonio).
- Golpear el suelo con el pie derecho cada vez que te comes una uva y pedir un deseo.
- Poner dinero dentro del zapato (trae prosperidad económica).
- Ponerte la ropa interior del revés (para tener ropa nueva).
- Pasar por debajo de la mesa (para tener sexo durante el año).
- Tirar sal por detrás del hombro (para alejar la mala suerte).
- Brindar con un anillo de oro dentro de la copa de cava (para que no te falte dinero).
- Encender velas de colores: azul, para la paz; amarillo, para la abundancia; rojo, para la pasión; verde, para la salud; blanco, para la claridad y naranja, para la inteligencia.
- Sacar las maletas a la puerta de casa o salir con la maleta y dar una vuelta a la manzana (para viajar mucho).
- Llevar ropa interior amarilla o roja del revés y ponérsela del derecho pasada la medianoche (para atraer la felicidad y los buenos momentos).
- Etc.
El mercado, también tiene sus supersticiones como, por ejemplo, hay quien cree que el resultado que tenga la Bolsa en las primeras cinco sesiones del ejercicio marca la tendencia para todo el año. Se le llama el “Indicador de los primeros 5 días de Enero” y el hecho de que se cumpliera algunos años, como en el 2008, ha sido suficiente para sostenerlo en el imaginario popular del inversor bursátil. Dicho año, el Dow Jones acumuló en las 5 primeras sesiones una caída de 5,1%, al descender desde los 13.265 puntos de diciembre a los 12.589 puntos.
¿Será el “Indicador de los primeros 5 días de Enero” lo suficientemente fuerte como para generar un comportamiento en masa en el mercado? En un año atípico como todo indica que será el 2010, con los mercados financieros convalecientes y la economía mundial tambaleándose, todo es posible.