Comprar o vender un contrato de petróleo por parte de cualquier particular es ya un juego de niños anticuado aunque ni siquiera sepa jamás qué aspecto tiene un barril ni su contenido. Hoy en día el
de cualquier producto estructurado supone un par de páginas explicativas de cómo se comportará dicho producto en el tiempo según los escenarios posibles. Texto, gráficos y fórmulas matemáticas relativamente simples que junto con la explicación del asesor o gestor correspondiente (a veces incluso de forma competente y objetiva), tratarán de hacer entender al comprador el funcionamiento de su nuevo juguete financiero. Pero este
. Los auténticos planos constructivos del producto jamás llegan al inversor final. Son tan complejos que sólo son inteligibles por los padres de la criatura y sus colegas. Ingenieros financieros, a quienes cariñosamente me gusta llamar
).
Estos
financos exprimen sus cerebros y su creatividad constantemente buscando tan sólo un producto
que se venda bien. Es su trabajo y no dudan en utilizar todas las herramientas que se ponen a su alcance, es decir otros productos financieros. Los resultados son productos
megaestructurados con tantos componentes en equilibrio que serían peligrosamente sensibles a un temblor financiero global. Este probable colapso de los productos actuales de ingeniería financiera, acentuaría a su vez dicho seísmo provocando una crisis financiera mundial inimaginable. Desde luego, a nadie nos pasa por la cabeza qué puede causar dicho terremoto capaz de desmoronar la economía moderna. Pero la ingente cantidad de dinero que especula constantemente en criaturas creadas por nuestros admirados
financos, da qué pensar. Divisas (carry trade abusivo),
commodities, metales, valores, deudas, posiciones cortas de todo tipo... todo es utilizado como materia prima para estructurar y
sobrestructurar hasta la extenuación con el fin de satisfacer la voracidad de los
inversópatas. Porque ya no es suficiente con especular como lo hacían nuestros padres o abuelos. Hoy en día quien no tiene en su cartera un
"9M 15,30% p.a. Cash Settled USD Barrier Reverse Convertible Worst of GOLDMAN SACHS CRUDE OIL ER INDEX, GOLDMAN SACHS COMMODITY GOLD ER INDEX and GOLDMAN SACHS COMMODITY NATURAL GAS ER INDEX (Kick-In GOAL on Worst of)"
con su correspondiente
brochure explicativo de 5 páginas no es un auténtico
inversópata. Este es un ejemplo real de la distancia que hay entre el dinero (o mejor debería decir impulso electrónico) que se coloca contra una posición especulativa determinada, y los pozos de petróleo, las minas de oro o las indústrias de gas natural con sus trabajadores produciendo en sus puestos diariamente.
Pero que no cunda el pánico, todo está controlado y funcionando perfectamente. En un equilibrio ejemplar. El cóctel está delicioso, pero por favor: El Dry Martini, removido, nunca agitado.