Personalmente creo que el efecto balsámico que ha producido esta decisión de la Reserva Federal Norteamericana, no va a ser más que temporal. La volatilidad generalizada parece asegurada y podemos seguir viendo desplomes importantes en los índices bursátiles de todo el planeta, así como también caídas sonadas de entidades y fondos de inversión que pasan por verdaderos apuros. Pero sin duda el escenario al 5,75 es mejor que al 6,25, y creemos que se ha mostrado el camino a seguir.
Lo verdaderamente vital en los momentos históricos actuales de incertidumbre absoluta es hacer camino día a día resistiendo al caos total en que podrían caer todos los mercados y sectores. Es decir, hace ya prácticamente una semana que se acepta globalmente que estamos en una situación crítica del Sistema. Y no obstante ministros, bancos centrales y los principales directivos de las mayores entidades financieras del planeta parece que se esfuerzan coordinadamente en un objetivo común: Evitar el caos que se produciría si la crisis iniciada en el sector hipotecario norteamericano, se extendiera al resto del Sistema económico desmoronándolo como un castillo de naipes. Con esto no quiero decir que la economía mundial no tenga fundamento sólido al que agarrarse, sino que el pánico generalizado acentuaría los efectos destructivos del desplome de algunas inversiones que sí están confeccionadas con productos etéreos y contagiosos. De este tipo de inversiones basadas en ingeniería financiera demasiado alejada de la realidad económica ya hablamos en un post anterior. Curiosamente ya advertíamos entonces, exactamente el 20 de Junio, de la sensación de peligro o de incertidumbre que detectábamos ya en esos momentos. Aunque no acertábamos a comentar todavía que el riesgo hipotecario norteamericano fuese el detonante, sí hacíamos mención a un escenario como el del crack de 1929 o el de una crisis globalizada.
A pesar de todo nos parece muy positivo que se sigan aplicando las herramientas que tiene el propio Sistema financiero global para paliar en lo posible la crisis por la que atraviesa toda la Economía. Y lo que es más importante, se empiezan a oír las primeras voces en favor de un mayor control de las operaciones financieras de alto riesgo. Este hecho es positivo en sí mismo, aunque obviamente nadie tiene todavía ni puñetera idea de quién y cómo debe hacerlo.
Sigamos viviendo la historia con serenidad y inteligencia, y depuremos sólo lo necesario sin echar a perder el resto del Sistema Económico. Continuará...