En seguida encontramos varias perlas como por ejemplo la cita de Alberto Espelosín, director de análisis de Ibercaja Gestión:
“Hay que poner las cosas en su sitio. La bolsa alemana sube un 18% en el año, España, más del 3%, el Bovespa (el índice selectivo de la bolsa de Brasil), el 30%...Yo no sé qué crisis hay”Obviamente no puede haber crisis para aquellos que la buscan en la disminución de sus comisiones sobre éxitos o success fees. Mientras sus clientes obtengan unos rendimientos positivos que les aseguren sus beneficios sobre resultados, ¿qué más les puede preocupar? De hecho la relación Financo/Inversópata se basa exclusivamente en satisfacer a diario la voracidad de unos y otros con pan para hoy, sin importarles en absoluto el hambre de mañana.
Hay más, Gustavo Trillo, director de gestión de JPMorgan Asset Management España y Portugal, reconoce que:
“Transitoriamente se ha alterado la forma de gestionar. Antes del verano, teníamos cierta predisposición a mantener renta variable en las carteras por el buen entorno económico: la relativa desaceleración en Estados Unidos se compensaba con la mejora del crecimiento en el resto del mundo. Nos parecía que la renta variable era el mejor activo ajustado por riesgo. Con la crisis, esta rentabilidad de la bolsa cae”.¡No puedo creer lo que estoy leyendo! ¿Será posible que un director de gestión de una entidad puntera proponga a sus clientes algo más que renta variable y sus comisiones asociadas? ¿Serán capaces de proponer a sus clientes alternativas de inversión donde sus cuentas de explotación por cliente caigan en picado en favor de un nuevo asset allocation, que garantice el bienestar de sus porfolios en un entorno tan complicado como el actual? ¿Veremos al fin a algún gestor aconsejando infraponderar el riesgo de variable en favor de las oportunidades actuales de la renta fija y las inversiones alternativas? Sigo leyendo el artículo excitado por el párrafo anterior del Sr. Trillo como quien lee ávidamente el desenlace de una novela de intriga con final feliz.
Pero ahí van las siguientes frases del flamante Director de Gestión de JPMorgan Asset Management España. Ante la pregunta de si la crisis del crédito va a impactar negativamente los fundamentales de la renta variable, responde sin temblarle la voz:
“No tiene por qué ser irrecuperable”. “Va a ser negativo, pero temporal”. Trillo destaca la actitud que se ha generado en los bancos centrales, especialmente en la Fed, a favor del crecimiento económico. Hay un nuevo escenario, dice Trillo, y es positivo para la renta variable. ¿Cómo? "Cuando la Fed empieza a bajar tipos, siempre que no sea porque hay una recesión económica, la bolsa se comporta positivamente durante doce meses. Por eso es el momento de reposicionarnos para aumentar la exposición a la renta variable y centrarnos en aquellos mercados que pueden evolucionar de forma más positiva”Espectacular, the show must go on. Lo peor es que cuando a los inversores se les dice lo que quieren oír, tienden a creerlo a pies juntillas. Si además el interlocutor lleva una corbata elegante y trabaja en una entidad financiera de prestigio, sus palabras son dogma.
Pero no todo van a ser perlas en este artículo, también leemos frases que, no por obvias son despreciables en absoluto, como por ejemplo las reflexiones de Nicolás Llanás responsable de inversión en España de Skandia: "El quid de la cuestión es que hay que distinguir entre los sectores más afectados por la crisis del crédito y el resto." refiriéndose a la renta variable. Y en cuanto a la renta fija: "La única manera de protegerte es siguiendo una estrategia muy conservadora, con deuda soberana y bonos de empresas con grado de inversión. Para intentar obtener un poco más de rentabilidad se puede completar la cartera con algo de renta variable". Lo dicho, obvio, pero a nuestro entender absolutamente juicioso y razonable. En definitiva algo de oxígeno entre tanta perla aunque lamentablemente todos ellos se confundan bajo el nombre genérico de gestores, analistas, especialistas, etc...
Quiero aclarar que no estamos desaconsejando específicamente invertir en bolsa, sino denunciando actitudes que nos parecen cuando menos erráticas y poco centradas en el beneficio del Cliente, con actitudes de pan para hoy, más madera o the show must go on. Y lo que le conviene a cada inversor y su familia es un asesoramiento global que vaya mucho más allá.