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Nuestra capacidad de inversión es obviamente limitada en cantidad, pero también lo es en el tiempo, y a eso lo llamamos nuestra vida inversora. Difícilmente podemos invertir antes de los 20 y más allá de los 80, y por supuesto la naturaleza humana nos obliga a hacerlo de forma distinta según nos hallemos en una u otra etapa de esta vida inversora. Pero como ya os dijimos en Benchmark Personal y PGR a colación del artículo de JMDV con el mismo nombre, hay casi infinitas variables que debemos coordinar a lo largo de este ciclo inversor sin olvidar nuestros objetivos vitales.
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Pero hay otro concepto muy interesante que podemos y debemos aplicar en nuestra trayectoria vital de inversión y que nos ayudará a mejorar nuestra proporción de éxitos a lo largo de los años. No sólo debemos aprender de nuestros errores para convertir nuestras pérdidas en inversiones, sino que incluso cuando los resultados son aceptables o exitosos debemos buscar constantemente la perfección. A esta búsqueda de la constante mejora en los patrones de actuación en nuestras inversiones la podemos llamar de muchas maneras: Efecto Cluster, Kaizen (Toyota) o conceptos más filosóficos como la búsqueda del camino o Do del budismo zen. En cualquier caso, este constante intento de mejorar nuestros análisis y decisiones que afectan a nuestro patrimonio a lo largo de nuestra vida, nos mantendrá alejados de los peligros mayores como la euforia, el pánico o la falta de humildad en los mercados e inversiones en general.
Podéis encontrar más información de la aplicación del Kaizen empresarial en la mejor web para conocer los contrastes, la tecnología y la modernidad japonesa: Kirai, un geek en Japón. También encontraréis referencias a la economía pre y post estallido de la burbuja japonesa aquí y aquí. Desde aquí le mando un saludo a nuestro amigo/geek Héctor al que tuve el placer de visitar en su querido Tokyo hace unos días.
El PGR debe revisarse y adaptarse constantemente. Al menos una vez al año deberíamos actualizarlo a la vez que aplicamos a nuestras decisiones patrimoniales algo parecido al clásico Shewhart cycle (Plan, Do, Check/Study, Act). Una especie de control de calidad constante y perpetuo que nos evitará decisiones costosas para nuestros activos a lo largo de las décadas.
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