“Nada es real, no hay nada porqué preocuparse”.
Pero el mundo de los Patrimonios es real y hay mucho de lo que preocuparse.
…”Lo peor ya lo hemos visto”…
…”Podemos asegurar que ya hemos tocado fondo”…
…”No hay crisis en el mercado inmobiliario español”…
El objetivo de todas estas palabras es tranquilizar a los clientes para evitar que se vayan.
La idea de hacerme independiente se gestó en el año 2.000 con la denominada crisis punto com.
Esta entidad me hacía cantar a los Beatles cuando venían los clientes asustados por las caídas de los mercados. Me presentaban a los clientes como un experto en inversiones. Cuando venía un cliente me avisaban por la línea telefónica interna y yo bajaba por las escaleras abiertas a la sala (mi despacho estaba arriba). Mientras bajaba veía al pie de las escaleras al cliente que me miraba con ojos esperanzadores.
A solas con mi jefe comentaba que yo creía que había que disminuir la volatilidad de las carteras de los clientes con Renta Fija. Mi jefe me sonreía paternalmente como diciendo: “ayyyyy…..no haremos carrera con este chico….” Y me hacía fijarme en las comisiones que teníamos en Renta Fija comparadas con las que teníamos en Renta Variable. Mirándome alzando las cejas me espetaba ¿Ves?
Cuando llegué a tener clientes con unas minusvalías del 70% en sus carteras decidí no cantar más a los Beatles. En una de esas representaciones en la sala de juntas en las que a un lado de la mesa estábamos mi jefe y yo y en el otro el cliente, me armé de valor, me levanté de mi sitio y me fui a sentar al lado del cliente.
“Olvídese de todo lo que le he dicho hasta ahora, si usted me paga yo le diré exactamente lo que pienso y lo que yo haría con su dinero”.
Os podéis imaginar que duré dos días en la entidad.
Una vez en la calle, respiré hondo y me sentí libre. Notaba la agradable sensación del sol en la cara.
Hace tiempo que oigo mucho a los Beatles pero me parece a mi que ni los propios bancos saben la porquería que tienen en sus balances. O sí la saben pero no nos la dicen, pero ya saben… todo….. todo… todo se reduce a intereses creados.