"Mi inmueble vale mucho más de lo que me pagarían ahora por él. Es decir, no voy a poder venderlo a su precio hasta que pase la crisis, y por lo tanto no tengo más remedio que esperar a que el mercado inmobiliario vuelva a recuperarse hasta los niveles normales".Seguro que muchos lectores se sentirán identificados con esta frase lapidaria. Y decimos lapidaria porque podría ornamentar perfectamente la tumba de su progresión patrimonial. Nuestros Clientes más antiguos gozan de una proporción de inmuebles y efectivo muy compensada y adaptada a sus necesidades y PGR. Sin embargo (o antes de éste se ejecute) vamos a intentar corregir desde este blog algunos errores conceptuales y estratégicos, tal y como lo hacemos personalmente con los nuevos Clientes que llegan a nuestro family office con esta sobrecarga inmobiliaria:
- En primer lugar, nuestros inmuebles no valen más de lo que el mercado está dispuesto a pagarnos hoy por ellos. Éste es el precio de mercado y no otro que podamos tener anclado en nuestra memoria (al igual que el efecto anclaje definido por Fernan2 en bolsa). También nos puede traicionar el anclaje mental que podamos mantener a la plusvalía esperada en el momento de la compra. Esta ley universal del precio de mercado definido por oferta y demanda resulta especialmente difícil de aceptar cuando se trata de ladrillos propios, máxime cuando suponen la práctica totalidad de nuestro patrimonio. Pero a pesar de que no queramos aceptarlo, el mercado sigue marcando sus leyes universales.
- En segundo lugar, si resulta obvio que el mercado estaba inflado, debemos ser conscientes de que pueden pasar muchos años antes de que vuelva a estarlo. La explosión de una burbuja no implica forzosamente que de forma inmediata se comience a inflar otra, y mucho menos probable es que lo haga en el mismo sector. El nivel que consideramos "normal" (sic) puede estar muy lejos del que el mercado vaya a asignar a nuestros inmuebles en los próximos años o lustros.
- En tercer lugar, la progresión de nuestro patrimonio no puede congelarse y perjudicarse hasta que la siguiente burbuja inmobiliaria esté suficientemente hinchada como para que consideremos que nos están comprando nuestros inmuebles "a su precio normal". No debemos dejar escapar un largo y precioso tiempo y oportunidades para liberar nuestros activos y poder aplicarlos a otras inversiones.
The Show must go on (lyrics). Nuestro patrimonio debe seguir progresando adecuadamente, sin que la larga e intensa resaca inmobiliaria trunque nuestra trayectoria durante años. Como siempre ocurre y no nos cansamos de repetir, los tiempos de cambios, de crisis, de explosiones de burbujas, etc... siempre vienen acompañados de las mejores oportunidades de inversión. Y debemos ser capaces de identificarlas y aprovecharlas, sólos o con ayuda profesional. Pero para poderles sacar tajada, simultaneamente debemos tomar la decisión de aceptar el precio de mercado de nuestros inmuebles para poder iniciar el camino de la recuperación. Este camino será múltiple y complejo, y el peor error que podemos cometer para nuestra progresión patrimonial es descartar la venta, bajar los brazos y caer en un derrotismo inmobiliario que, no nos engañemos, sería una muy larga y estéril penitencia.
Aquí os dejo uno de los vídeos póstumos más emocionantes de Freddie Mercury. Quién mejor que él para recordarnos que el Show debe continuar. Que nuestro patrimonio debe seguir creciendo y aprovechando las oportunidades que se presentan, a pesar de la desazón causada por errores pasados y presentes. Si para ello debemos convertir en efectivo algunos o todos nuestros inmuebles a precios de mercado, debemos hacerlo. Pensemos en los beneficios que podemos hacer con ese dinero y no nos ofusquemos con las minusvalías a realizar. El coste de oportunidad de resignarse a una derrota inmobiliaria marcando nuestros inmuebles a un precio muy superior al del mercado es, sin duda alguna, mucho mayor que las minusvalías que podamos realizar ajustándonos a la demanda existente.
Repitiendo una vez más la frase de Henry Ford: El fracaso es una gran oportunidad para empezar otra vez con más inteligencia. Hoy será la explosión de la burbuja inmobiliaria, mañana será un crack bursátil, pasado una hiperinflación con el petróleo a 200$, o la mismísima deflación... Siempre tendremos excusas para la resignación y el derrotismo, para autocondenarnos cobardemente al ostracismo inversor. Pero nuestra progresión patrimonial debe continuar a pesar de las dificultades y esto es absolutamente incompatible con el derrotismo inmobiliario que reina en nuestros días.
The show must go on
I'll face it with a grin
I'm never giving in
On with the show