La primera cifra se ha tensionó cuando la desconfianza interbancaria se apoderó del Sistema. A pesar de los ingentes esfuerzos públicos por inyectar decenas de miles de millones al sistema, tanto en $ como en € (e incluso en coordinación con otros bancos centrales importantes), la prima de riesgo percibida por el mercado interbancario disparó el spread de los tipos reales de circulación del dinero hasta niveles de pánico.
Pero la liquidez no fluía en el sistema a pesar de que los tipos oficiales se enterraron en cuestión de meses, según podemos ver en este gráfico interactivo. Fruto de esta desconfianza en el Sistema nunca vista, la reacción del dinero no se hizo esperar y el flight to quality estatal llegó hasta el extremo de obtener rendimeintos negativos en las letras del tesoro americano a 3 meses.
Este fenómeno dió mucha relevancia al TED spread, un indicador que refleja el riesgo de crédito del sistema, ya que es la diferencia entre LIBOR y T-Bills. O sea, la diferencia entre una inversión libre de riesgo como las letras del Tesoro y el riesgo de crédito entre bancos. Por lo tanto cuanto mayor sea esta diferencia, más trabado está el sistema ya que éste necesita de la fluidez monetaria para funcionar (representada por v en la teoría cuantitativa):
También podemos mencionar otros indicadores como el LIBOR-OIS, que no es más que la diferencia entre LIBOR y Overnight Index Swap. A mayor spread, mayor estréss del sistema:
Como podemos ver en este post de The Pragmatic Capitalist, también el descuento solicitado por los bancos a la milagrosa ventanilla de la FED, se está moderando y mucho. Aquí tenéis también el gráfico:
Para no cansaros más, ahí van los dos últimos: El spread o la diferencia que se paga por el papel comercial no financiero de grado menor (A2/P2) respecto al papel comercial no financiero AA; y la relación entre todos los tipos de papel, incluído el financiero. Si lo comparamos con lo que sucedía hace seis meses y relatábamos en los gráficos que publicamos en La Erupción del Papel Comercial, parece que se haya hecho de día.
Hoy todos los indicadores mencionados, e infinidad de otros muy diversos, nos indican una clara mejoría en la salud del Sistema. No nos cansaremos de repetir que la crisis económica, empresarial, laboral, social, etc. no ha hecho más que empezar. Pero las constantes vitales del sistema financiero mejoran. Y los indicadores lo confirman. Pero este deshielo del Sistema no es suficiente para salir de la recesión. Es una condición necesaria pero no suficiente, y para muestra un botón, japonés, por supuesto.
Comianza el deshielo en esta glaciación, pero sólo eso, que no es poco.