"Hace un tiempo que invierto, cuatro o cinco veces al año, una monedita en procurarme una de las satisfacciones más satisfactorias de mi vida. Compro un boleto de lotería primitiva y durante unos días me dedico al "qué me compraré, qué me compraré". Viajes, comprar y reformar una bonita casa de pueblo, aliviar la economía de la gente que quiero, una biblioteca enterita... Un par de veces, sin embargo, he estado a punto de entrar en pánico, cuando, al comprobar si tengo los números de la suerte, escucho que hay bote de más de mil millones (de pesetas, claro). En ese momento he llegado a sentir temblequera (por favor, por favor, que no me toque todo a mí sola) ante la idea de qué hacer con tanta pasta. Casi he llegado a pensar en cómo deshacerme de ella. Millonaria... bueno, pero millonaria por etapas.Mi querida Pilar, mañana nuestros comentarios...
Por ello, el día en que llegué a vuestra página, respiré: Si mis temores llegan a hacerse realidad, aquí está la solución. Tranquila, guapa, me dije, (es que yo me trato muy bien), dejas el dinero una semanita en el banco y consultas, que hay profesionales expertos para asesorarte en estos laberintos.
Pero después de leer esta entrada en el blog, no lo veo ya tan claro. No creo que me vayáis a servir de ayuda. Os lo cuento: "cómo quiero vivir a partir de ese momento"(cita textual)
En primer lugar quiero celebrarlo. ¿Qué gracia tiene un acontecimiento así si no puedes compartirlo con la gente que quieres? Y no veo como llamar a mi hermano para decirle: "me ha tocado la lotería, vámonos a ponernos ciegos de gambas, pero lleva la tarjeta, que pagamos a escote, es que ahora lo tengo todo en un plazo fijo hasta el año que viene, y como sigo pagando hipoteca..."
Luego quiero compartirlo. Mi sobrina número tres se ha apuntado a la autoescuela. ¿Me estiro un poco y se la pago? Y tengo una docena de sobrinos (sus padres y madres también son familia, oyesssss tú, y a lo mejor esperan un caprichazo)
Quiero mantener mis relaciones. Para esto un poco de dinero extra me viene bien. ¡Gente, os invito a cena y concierto de jazz!. Pero demasiado me estorba. Ir de invitona todas las veces envenenaría el buen rollo. Y además, no tendrán tanto tiempo libre como yo, mis amistades trabajan, vaya. Aquí hay que pulirse el sobrante de modo razonable para no estar en desequilibrio.
Mi coche tiene ya quince años, y hoy mismo está, de nuevo, en el taller. Si no viviera en mitad del mundo rural, igual me compraba un bono-metro con el premio. ¿Tengo que esperar a que me genere intereses suficientes para cambiarlo? Por cierto, el coche de mi pareja es de la misma quinta, y cuando la carretera va cuesta arriba hay que dar pedales para llegar a la cima..
Cielo, ese viaje al Canadá que tanto deseabas... llegó el momento de conocer qué hay más allá de Chinchón.
Quiero una ocupación. Ya he dicho que toda la gente con quien me gusta pasar buenos ratos trabaja. Y a partir de ahora yo tendré demasiado tiempo libre para dedicarlo a mí misma y a mi pareja solamente. ¿Qué tal poner en marcha un negocio, "eso" que siempre quise hacer? Y ¿además tu prima te propone que inviertas en un proyecto que está desarrollando? Lo que tú veas, amor, no faltaría más.
Y por último, quiero una vivienda nueva. Con mejor calidad y un poco más grande, sí, quiero un par de habitaciones más. Y un jardincillo. Y una biblioteca. Y dos plazas de garaje. O tres, ya puestos...
Mmm... me temo que cotejar lo anterior con vuestros consejos y caérseme los palos del sombrajo es todo uno. En fin. No hay manera de evitarlo. Estamos destinados a engrosar la estadística de millonarios empobrecidos. Y no tengo nada claro si quiero que sea de otro modo.
Me da a mí que esto de ser millonario no es un estado, como ser de Valencia, sino que ser millonario es una profesión, como ser fontanero. Para ser millonario hay que tener oficio, vocación y el dinero es sólo la herramienta. Por eso si el dinero cae en manos de, pongamos por caso, Dalamar, imagino que hará un millonario muy aparente y muy poco "arruinao"; y si cae en manos de "nosotros", entrará en nuestra vida como una ola, surfearemos sobre la pasta en lo más alto, y nos daremos un castañazo regular. (La arena es blandita, ¿no?)
Gracias, chicos. Lo habéis intentado."