A principios de este 2009 escribimos un artículo titulado Do Not "Disturbios", que odio decir que cobra más y más sentido con el paso de los meses. El año 2010 y quizá el 2011 va a ser el brutal bofetón de realidad para una generación que nació y vivió en la abundancia virtual. No conocieron la pobreza más que en la marginalidad y exclusión social minoritaria. Pero cada vez va a haber menos clase media y una mayoritaria clase baja. Una clase baja que nada tendrá que ver con la exclusión social ni la marginalidad, sino de caras conocidas, ex-compañeros de trabajo y vecindarios enteros de miseria debida.
Mientras la estabilización o incluso la recuperación económica se empezará a producir en países como los EE.UU., Alemania o Francia a partir del 2010, en España se nos acabará el oxígeno. Y me refiero a la capacidad estatal, ya que los bolsillos particulares de la mayoría de clase media ya quedaron secos en este 2009. La fórmula del agujero español es una ecuación muy simple: Sin un crecimiento elevadísimo y sostenido el futuro es negro, a no ser que nos den una chistera de la que asomen un par de orejas. Además somos el paradigma de la improductividad: En el último trimestre perdimos un millón de asalariados, pero en el útlimo año creamos más de 100.000 funcionarios nuevos. Y ya tenemos 1 funcionario por cada 5 trabajadores como dice GurusBlog en este ilustrativo artículo.
La productividad es un concepto ajeno a algunos sindicatos miopes que todavía creen que los males del trabajador son causados por los excesivos beneficios de los empresarios. Esta vez no. Y es que algunos trabajadores y sindicalistas todavía buscan desesperadamente que el Estado les suministre su dosis habitual de píldora azul en este 2009. Pero en 2010 se habrán acabado en España y sólo tendremos píldoras rojas. Bienaventurados los que se habituaron antes a ellas, porque de ellos será el futuro.
Quizá sea una mera casualidad, pero hace poco recibí un correo, a modo de spam, con este contenido: