¿Anécdota llena de inconvenientes o evento de consecuencias incalculables? Sólo el tiempo lo dirá, pero lo que nos parece obvio es que la intranscendencia posible no sería más que fruto del puro azar, de cómo sople el viento y de si los aviones encuentran una altura a la que volar sin dejar la vida de los pasajeros en el intento. Las compañías aéreas presionan, pero Eurocontrol no quiere ensuciar su consciencia ni su responsabilidad legal ante eventuales accidentes. No os perdáis los enlaces al final de este artículo para seguir en directo la evolución del evento: "Bajo el volcán y las cenizas de la economía"