Rescatado. Siguienteeee.... Hasta que por la puerta aparezca un gigantón español que haga que el mecanismo de rescate creado ad hoc por los burócratas de la Eurozona sea pura calderilla en un cajón ya vaciado por griegos, irlandeses y probablemente portugueses. Leed el artículo a continuación y al final haremos algún otro comentario:

Los indicadores irlandeses son una prueba de fuego para la solidez de la UE, y un verdadero torpedo a la linea de flotación de la unión monetaria. Pero son mucho más destructivas las cifras de España ya que, aunque sean algo mejores (o vayan con retraso), el peso específico de la economía española en la UE es mucho mayor. Irlanda es un pequeño país que, de ser el único caso que tensionara las directrices del rigor económico exigido por la UE, podría tratarse como una excepción, como una pequeña isla cuya economía comparte incluso los bolsillos de sus habitantes con la libra esterlina, en su frontera con los vecinos del norte. Pero no está sola. Las cifras de Irlanda, insostenibles en un entorno € con motores como Alemania o Francia, son la senda hacia el cementerio que sigue el elefante español. Y a pesar de que el primer ministro irlandés Brian Cowen dijo allá por el mes de marzo que "...compartir el euro nos fortalece mucho en un momento en que hay inmensas fuerzas en acción", la realidad es que las economías de Irlanda y España van a ser, están siendo ya, un tremendo stress-test para la unión monetaria europea. Todos los países que han dispuesto de política monetaria propia, han hecho un uso intensivo de ella en estos tiempos de economía convulsa. Incluso las economías líderes, a excepción del pardillo de siempre. Los políticos, como siempre, erran (sic) sistemáticamente todas sus previsiones macroeconómicas, proclaman las ventajas y bondades del € en plena quiebra estatal, y anuncian brotes verdes que esperan que tengan propiedades opiáceas para sus cada día más famélicos votantes. Porque la unión monetaria de la UE es políticamente correcta, y hoy es todavía un sacrilegio hablar de un euro a dos velocidades de modo oficial (una cobardía nauseabunda). La mayoría de españoles de a pie creen que la moneda única les está salvando de quiensabequé, en un perfecto Síndrome de Estocolmo del €. Y lo cierto es que nada más lejos cuando las economías, especialmente las más débiles, sufren.

Salir del pozo sin hacer uso de la política monetaria, es una travesía del desierto que sólo los más fuertes pueden pretender (y ni siquiera ellos lo hacen). Los débiles como España, Irlanda y demás PIIGS se deben centrar en devaluar sus pasivos y sus costes de producción. Y eso puede hacerse mediante una política monetaria adecuada, pero resulta imposible si no se dispone de la libertad para incrementar el conglomerado M1 y a la vez devaluar la propia divisa (hace casi un año que ya dijimos: "...no debemos sufrir porque el Riesgo que están comprando los Estados se transforme en perjuicio monetario que quiebre países con capacidad de manipular conglomerados...").

Necesitamos muchas restricciones, sacrificio y bidones repletos de agua clara para intentar atravesar el desierto tras los pasos de los países ricos. Pero de la última celebración apenas nos queda una cantimplora con un culín de café irlandés y otra con dos dedos de carajillo. Ah, y un resacón de narices. Aquí empieza el desierto.
Este texto lo escribimos el 14 de Septiembre de 2009, es decir hace ya 14 meses, pero lo podríamos haber escrito anoche mismo. De hecho muchos son ya los analistas que escriben en estos términos acerca del presente y futuro de la Eurozona, tal y como la conocemos, pero pocos lo hacíamos hace uno o incluso dos años. Ojalá nos hubiésemos equivocado cuando protegimos hace ya dos años las inversiones de nuestros Clientes de los intereses PIGS. Estamos en la actualidad ante una situación absurda y desesperada en la que las autoridades norteamericanas se emplean a fondo para hundir su preciado $ y poder reflotar así su economía. Mientras tanto, la Eurozona se ha venido pavoneando de la fortaleza del €, pero el colapso financiero al borde del que estamos puede hundir la moneda única (al menos mientras siga siendo única), como un efecto vergonzosamente involuntario.
El caso es que, 14 meses después de escribir este artículo, la situación de los PIGS está lejos de mejorar, y en cambio las cifras de economías como la norteamericana o la alemana mejoran trimestre tras trimestre. Probablemente los que salgan del tunel en los próximos años no serán exactamente los mismos que los que entraron en 2007.