Por cierto,
te paso este link más que interesante:
http://www.bolsageneral.es/macrons/%C2%BFpodremos-descabalgar-la-crisis-galopante/
El método sueco que funcionó de maravilla puede ser el ejemplo a seguir.
Yo también reflexioné sobre ello en septiembre:
https://www.rankia.com/blog/jaime/2008/09/mtodo-sueco-mtodo-japo-mtodo-bush.html
Es la última medida, pero visto lo visto hasta ahora mejor hacerla, y cuánto antes y cuánto mejor posible, mejor para todos.
Jaime
Genaro,
Aquí sucederá igual, al menos con una gran parte de las cajas. Ya empiezan a aflorar los casos. Aquí todo está viniendo con retraso, mayoritariamente porque la burbuja inmobiliaria española ha reventado más tarde, y porque se hicieron las cosas un poco mejor que en el resto de los sitios.
Pero la orgía crediticia aquí también ha sido considerable, así que dudo que nos salvemos de ello. Salvo honrosas excepeciones de unas pocas entitades (si es que hay alguna) la cantidad de dinero necesaria para salvarlas va a ser increíble.
Lo de crisis o depresión... pues va por barrios, pero la realidad es que las cosas en vez de arreglarse o empezarse a arreglar cada vez pintan peor. Más capitalizaciones, más despidos, menos crédito, más deblace bursátil...
Para llegar al fondo aún queda. Los primeros en llegar serán los USA. El resto iremos después (y en España de los últimos).
Cuando se estabilice el valor de los activos tóxicos tocando suelo, cuando se llegue a una mínima estabilidad ahí se podrán valorar pérdidas. Mientras tanto aún hay camino por recorrer.
Y después de esta crisis, el crédito no volverá a ser tan alegre, con lo cuál, la recuperación será más lenta.
Al menos yo lo veo así. Coincido, nacionalizaciones se verán, la crisis aún no llego a punto mínimo, y la recuperación será muy lenta. Y dependiendo del país tardará más o menos (no están igual de endeudados ni son tan crédito-dependientes los alemanes como los británicos, ni tienen la misma mierda los bancos de USA que los España, ni la burbuja de activos fue igual en Irlanda que en Austria).
Jaime