Hay que asumir que estamos expuestos a riesgos que no podemos controlar
Este artículo lo debería haber titulado, “Una cartera para disfrutar de los dividendos”, porque ese es realmente el objetivo, si queremos ser financieramente independientes para disfrutar de nuestro tiempo, no podemos cambiar una vida marcada por el trabajo por una vida de sufrimiento y penar por la evolución de nuestras compañías o de sus cotizaciones.
Este año por ejemplo, hemos tenido unos cuantos “sustos” en forma de cuentas falsas, poco claras, con “errores” de interpretación, etc. Seguro que nos acordamos sin hacer mucho esfuerzo de Gowex, Pescanova, Carbures o hace unos días Abengoa (salvando las distancias entre ellos, porque esperemos que las últimas no tengan nada que ver con las primeras).
Es verdad que ninguna de ellas habría pasado los filtros de nuestro sistema de selección de empresas interesantes para invertir en dividendos, pero deben servirnos de ejemplos de que nadie está libre de encontrase con un fraude en las cuentas de una empresa de su cartera.
Hemos comprobado que al MAB y a la CNMV se la han colado unas cuantas veces, a la SEC americana también (Madoff apenas durante unos 30 años, Enron también estuvo un tiempo), todos ellos con cuentas auditadas, algunos con auditores de primera y otros de regional, pero no todos eran desconocidos.
No sólo se la han colado los reguladores, a grandes inversores también, junto con buenos fondos (en Pescanova, por ejemplo, Bestinver todavía tenía una pequeña parte). Y por último, tenemos ejemplos de problemas en empresas pequeñas, medianas y grandes imperios. . .
Ningún pequeño inversor tiene capacidad de detectar un fraude de este tipo, utilizamos las cuentas para ver la fortaleza de la empresa y su negocio, pero no las auditamos. No podemos pensar que somos más listos que el resto y que somos capaces de descubrir los problemas mejor que grandes inversores con muchos más medios y conocimientos.
Por si fuera poco, aunque fuéramos unos monstruos de la contabilidad y el análisis fundamental, podemos encontrarnos con un cisne negro (se suelen llamar así a sucesos altamente improbables que en caso de producirse tienen consecuencias muy negativas, como por ejemplo un accidente como el incendio de la fábrica de Campofrío en Burgos de este fin de semana).
Conclusión, tenemos que empezar a asumir que estamos expuestos a riesgos que no podemos controlar y que a nosotros nos puede tocar alguna vez.
¿Que podemos hacer entonces?, pues creo que sólo nos queda una opción: tener una cartera equilibrada y diversificada, que si nos toca, no suponga un problema que no podamos remontar, es más, debería ser sólo una pequeña piedrecita en el camino.
Y no sólo debemos pensar en un riesgo como el mencionado al principio, debemos pensar que nuestro mayor riesgo suele ser que una de las posiciones que hemos comprado no se comporte como esperábamos y no lleguemos a detectarlo a tiempo, no hay que pensar únicamente en una quiebra.
Una cartera equilibrada y diversificada
La diversificación es nuestra protección y lo que nos va a permitir dormir a pierna suelta a pesar de todos estos riesgos que hemos comentado.
La diversificación debe hacerse atendiendo a varios criterios: número de empresas, sectores, países, monedas, temporal, etc. pero entre todas ellas la primera es la fundamental, si hacemos esta correctamente y tenemos un número aceptable de empresas, en el resto de criterios no hace falta ser tan exigentes.
Vale, ¿entonces cuantas empresas necesitamos en nuestra cartera?. Pues depende, el objetivo fundamental a conseguir es que nuestras fuentes de ingresos estén suficientemente diversificadas como para que una caída no sea un problema. Yo siempre comento que el objetivo debe ser que ninguna de nuestras posiciones represente más del 5% de nuestros ingresos por dividendos. Si, no miro lo que he invertido en cada empresa para equilibrar la cartera, sino lo que recibo de cada empresa que es lo que realmente me afectaría y así poder dormir a pierna suelta
Lo anterior nos va a llevar a que la cartera deba tener al menos unas 30 empresas, pueden ser algunas más si la persona se ve capaz y ganas de dedicar el tiempo necesario para hacer el análisis y seguimiento de un mayor número de valores (creo que hasta unos 45-50 valores es razonable).
Hay algunas otros conceptos a vigilar en este sentido, como por ejemplo los sectores de las empresas invertidas. No es imprescindible, ni probablemente tampoco conveniente diversificar de igual forma en todos los sectores, pero si es aconsejable no concentrar las inversiones en pocos.
Esto puede pasarnos si no lo cuidamos ya que hay sectores como utilities, consumo defensivo, energía, telecomunicaciones, etc. que suelen presentar empresas mucho más atractivas para invertir en dividendos y otros sin embargo no suelen tener empresas aptas para nuestra estrategia (por ejemplo el sector tecnológico no suele contener empresas que pasen los filtros).
También hemos visto como la situación económica de un país y/o una zona hace conveniente conseguir cierta diversificación geográfica, sobre todo entre España, Europa y USA que son los mercados que podemos aspirar a conocer con cierto detalle.
Es inevitable que el mercado nacional tenga un peso mayor que el resto, pero con esta diversificación intentamos proteger algo nuestros ingresos en caso de problemas muy localizados en alguno de ellos (el efecto de la globalización y la interconexión de los mercados no va a impedir que se note en el resto).
Además, la diversificación geográfica suele conducir también a cierta diversificación en divisas de manera inevitable. Dado que normalmente tenemos nuestros gastos en una sola divisa, personalmente creo que no es necesario buscar una diversificación en este punto. Lo más cómodo para nosotros sería recibir todo en esa divisa (probablemente € en nuestro caso), prácticamente nos sería indiferente la evolución de este frente a otras divisas.
Como esto no es posible, creo que nuestros esfuerzos en este caso deben ir en la línea de poder aprovechar los mejores momentos de cambio para hacer los movimientos. Por ejemplo, si invertimos en USA es conveniente tener un broker con una cuenta en $, de forma que podamos evitar hacer las transferencias y retirar los fondos en los picos de la cotización €/$.
Por último la diversificación temporal. Salvo que tengamos un enorme capital que nos permita construir la cartera de forma inmediata, esta diversificación se va a hacer de forma natural.
Como es muy difícil (por no decir imposible) predecir que va a hacer a corto plazo la bolsa, es recomendable ir realizando compras periódicas de las acciones que presenten mejores oportunidades en cada momento.
Por otro lado, es interesante acumular cierta liquidez para acentuar las compras en los periodos de fuertes caídas (de al menos el 10%).
Gestión del riesgo. No todas las empresas son iguales
Como hemos comentado en el anterior punto, al final de nuestro proyecto debemos tener al menos 30 empresas en cartera y un máximo de un 5% de ingresos proveniente de cualquier fuente. Haciendo un cálculo rápido podemos intuir que no todas nuestras posiciones tienen que ser iguales, podemos tener posiciones que supongan un 5% de nuestra cartera y posiciones que sean un 3% o un 1%.
En una cartera con 30 empresas vamos a encontrar posiciones de compañías pequeñas, con un pay-out más alto (con una menor capacidad de soportar malos años sin tocar el dividendo), empresas de menor rendimiento pero mucho crecimiento que pueden llegar a alcanzar buenos rendimientos en el futuro (existe el riesgo de que se estanquen o crezcan más lentas de lo esperado), empresas que no hayamos podido analizar del todo o no cumplan todos los requisitos (en teoría no se debería, pero seguro que alguna vez nos saltamos alguna de las normas), con mayores amenazas para su negocio a futuro (por ejemplo tabaqueras), etc.
Todo esto, y seguro que hay muchas más razones, son ejemplos de razones para considerar el tener una posición más reducida en ese valor que otros sin esos riesgos.
Por otro lado, dentro de nuestra cartera también existirán empresas con un largo historial de pagos de dividendos, de incrementos anuales, con pay-outs muy bajos, etc. Estas empresas nos dan una seguridad que permiten tener mayores posiciones en estos valores.
Es decir, dentro de las empresas interesantes para la estrategia también hay "escalones de seguridad" y las empresas deben suponer algo más o algo menos de nuestra cartera en función de donde se encuentren situadas en esos escalones.
¿Diversificamos a cualquier precio? Diversificación y calidad de una cartera
¿Por qué no invertir únicamente en los mejores 5-10-15 valores de nuestra cartera? ¿Por qué incluir otros valores que se suponen son peores? ¿No estamos bajando la calidad de la cartera?
Pues sinceramente, porque no creo que seamos capaces de seleccionar los 5-10-15 valores que mejor se van a comportar en los próximos 15 o 20 años. Si supiéramos cuales iban a ser, no tendría sentido diversificar, cogeríamos los mejores y no nos complicaríamos la vida (o mejor todavía, cogeríamos el que lo vaya a hacer mejor y seguro que nos va perfecto).
Salvo que seamos adivinos y tengamos una bola de cristal que nos permita ver el futuro, creo que es mejor diversificar que concentrar los esfuerzos.
Tampoco hablamos de diversificar por diversificar, no se trata de coleccionar valores sin ton ni son sólo por llegar a un número de empresas determinado, se trata de buscar y analizar empresas que cumplan con los requisitos de entrada que les exigimos, esperando pacientemente a que estén a buenos precios . . . repito SOLO debemos incorporar empresas interesantes a buenos precios.
Como todo esto no hay que hacerlo en un año, ni en dos, ni tres, sino a lo largo de muchos años, a lo largo del proceso de formación de la cartera tendremos oportunidades de entrar en un número suficiente de empresas a precios interesantes (las empresas van por ciclos y/o modas, pasan épocas en las que están más caras, pero luego la situación cambia y parece que nadie las quiere, sin que su negocio haya cambiado especialmente).