En tan solo 3 meses concluye el programa de expansión cuantitativa o QE2. El éxito medido a través del comportamiento de las bolsas y del optimismo irradiado a los inversores está siendo indiscutible. Desde la inquietud y el miedo a una nueva recesión que se generó el pasado verano hemos pasado a un optimismo inversor casi eufórico.
¿Coste de la terapia antidepresiva? $600 mil millones.
Una sesión de terapia gravosa y dispendiosa si se mide en términos de crecimiento económico. Una tasa de PIB positiva pero en niveles mínimos comparados con otros momentos similares del ciclo, sin haber conseguido incidir en el sector inmobiliario, que sigue muy castigado y decayendo, con grandes dificultades para reducir el desempleo y unas cuentas públicas asfixiantes.
Bernanke deberá comenzar pronto a utilizar el ingenio para explicar su entramado monetario para el futuro, la manera y momento de reducir el obeso balance de la FED y/o la posibilidad de aplicar otra terapia de grupo o QE3. Dos extremos opuestos como vemos.
Mucho ingenio en la comunicación de sus intenciones al mercado y astucia, clarividencia, excelencia… en sus actuaciones. Recordemos que el pasado abril, la FED intentaba comenzar una dieta de adelgazamiento de su balance y el sólo ajuste desde los $1.207 hasta $1.057 billion provocó una fuerte caída en los mercados, recaída económica y temor al “double dip”.
La pregunta que todo inversor se hace hoy es quién comprará la abultada cartera de bonos cuando la FED comience a vender. La respuesta es difícil sabiendo los riesgos USA aunque ciertamente, en términos de contabilidad los bonos son equivalentes al efectivo y mientras que nadie audite y supervise, nadie obligará a actuar con prontitud.
Si, en todo caso, la FED desea adelgazar vendiendo bonos será de esperar que el propio mercado absorba la oferta. Cuando el año pasado los inversores vendieron activos de riesgo en respuesta a la retirada de la FED, ¿qué hicieron los bonos? recibir esos flujos y subir fuertemente de precio, vean,
T-BOND. Semanal.
El rectángulo azul muestra el comportamiento de los bonos desde el inicio del plan o dieta de la Reserva Federal, hasta agosto cuando Ben anunció en Jackson Hole el nacimiento de un nuevo programa de compras de bonos o QE2. La subida fue casi vertical, las dudas sobre la efectividad de Ben actuando como opción Put del mercado de acciones originó miedo y ventas de bolsa y compras refugio en la “calidad” de los bonos. ¿Deja vu?
Por el contrario, en caso de prolongar la expansión cuantitativa o QE3, los bonos presumiblemente romperían a la baja y según la estructura actual violentamente, empujando los tipos de interés peligrosamente al alza.
Las comparecencias de Bernanke de esta semana todavía no sugieren cambios significativos a la vista
"The economy's recovery is not firmly established, and we think monetary policy needs to be supportive”," Fed's policy of keeping its benchmark rate near zero for an "extended period" helps provide support to the economy, which in our judgment, it still needs."
Realmente, el ascenso del precio del crudo es un factor incómodo en estos momentos debido al impacto sobre precios y sobre el crecimiento. Bernanke dice no temer a la inflación, más bien la está promoviendo, y cree poder sosegar rápidamente cualquier brote. Sin embargo, el impacto negativo sobre el crecimiento es inevitable y preocupa como es natural.
Las estimaciones de crecimientos de PIB de analistas y economistas descansan sobre un precio medio del crudo en el entorno $75-$90 por barril, así como las estimaciones de incremento de beneficios. Precios del crudo sostenidos sobre $100 obligarán a revisar estimaciones a la baja, cuestión que no suele agradar al mercado.
Tampoco se encuentra cómodo con subidas de tipos y en los pasados días hemos sabido que el BCE está preocupado y puede iniciar una subida antes de lo esperado, China continua con su política contractiva, Israel ha subido tipos hasta el 2.5%, Suecia ha subido por quinta vez en 7 meses, Chile sube también hasta el 3.5%, Vietnam hasta el 12%...
Ni tampoco agrada al mercado la incertidumbre que pesa sobre los grandes mamuts bancarios americanos (BAC, C, WFC…) culpa de las cifras que van a tener que desembolsar en concepto de multas por malas prácticas en el escándalo de las ejecuciones hipotecarias. Se comenta que tendrán que pagar del orden de $20.000 millones para cerrar el caso.
El dólar permanece débil, cotiza en una zona crítica desde el punto de vista técnico con un escenario más probable de rápida recuperación para las próximas semanas.
DÓLAR INDEX. Diario.
Las caídas de los índices durante esta semana no han profundizado, quizá haciendo honor a la correlación dólar abajo-mercados arriba, el dólar se ha debilitado ligeramente mientras el mercado caía sin convicción.
El hecho de que el dólar no haya comenzado a recuperar puede haber supuesto un soporte para el mercado de acciones y será interesante observar la evolución de ambos, ahora que el SP500 ha perforado a la baja claramente (en gráficos semilogarítmicos) su impecable tendencia alcista iniciada en agosto.
SP500 Intradía, 60 minutos
Por el momento, la ruptura ha sido suave y controlada y ha coincidido puntualmente con la proyección de los ciclos intermedios que alertaban de posibilidad elevada de giro en la tendencia para finales de febrero.
Los niveles técnicos relevantes que nos informarán del próximo movimiento tendencial están muy cerca de la cotización actual y será obligado vigilar estrechamente los movimientos y las acostumbradas escapadas en falso que se produzcan en próximas sesiones. Atención especial a una posible vuelta por debajo de la zona 1.306 puntos.
Interesante reflexión de Ludwig von Mises allá en por los duros años 1930s:
Credit expansion cannot increase the supply of real goods. It merely brings about a rearrangement. It diverts capital investment away from the course prescribed by the state of economic wealth and market conditions. It causes production to pursue paths which it would not follow unless the economy were to acquire an increase in material goods. As a result, the upswing lacks a solid base. It is not a real prosperity. It is illusory prosperity. It did not develop from an increase in economic wealth [i.e. the accumulation of savings made available for productive investment]. Rather, it arose because the credit expansion created the illusion of such an increase. Sooner or later, it must become apparent that this economic situation is built on sand.
Atentamente,
Sugerencias en [email protected]
Antonio Iruzubieta.
CEFA