El discurso de la ministra forma parte de la campaña de manipulación para hacer creer al respetable que ya hay que comprar, que es el momento ideal, que van a empezar a subir. Todo es una gran mentira. Con millón y medio de viviendas vacías, con mas de cuatro millones y medio de parados y otros cuatro millones de cagados de miedo de irse al paro, con hipotecas que ya sólo pueden ir hacia arriba, no hay quien compre.
Esto funciona como el derrumbe de una presa, al principio son pequeñas grietas que no hacen presagiar el inminente colapso, pero una cosa es lo que se piensa y otra la realidad, la realidad es que el mercado inmobiliario colapsaráa, y con éel los precios actuales de la vivienda.
La situación es desesperada... para los que tienen pisos que vender. Los que tienen dinero para comprar, en su mayoría ya tienen su vivienda solucionada. Si comprasen no sería por necesidad de vivienda sino por negocio y, está claro, van a esperar a que bajen mucho mas.
Porque tanto interés en mantener la especulacion y la usura...por favor basta ya de enganos...dense una vuelta por el mundo y percibiran como ven Espana...el gran engaño habido y la gran estafa que parece que quieren mantener a cualquier precio...Spain esta quebrada, solucion...,los precios deben de bajar como ha pasado en Usa, Inglaterra etc.etc...Bajadas minimas y reales de un 30 a 50%.
s2
Imagino que habrás leído ya este artículo, tiene algunos años ya y a muchos como yo, nos abrió los ojos de lo que estaba por venir en Eh!Paña:
http://www.burbuja.info/inmobiliaria/burbuja-inmobiliaria/19134-aprended-de-japon-las-burbujas-duelen.html
Aquí pasará exactamente lo mismo, dentro de unos años, los "treintañeros" como yo, seremos una generación maldita, atados a hipotecas vitalicias y con verdaderos dramas que a nadie le importarán un comino, ya que la vida sigue y las nuevas generaciones tomarán el relevo pronto.
Es la triste realidad que nos ha tocado vivir. Por suerte, no todos somos unos borregos y los que no tengamos hipoteca hoy, seremos la clase media de mañana.