Realmente la única utilidad que tiene el dinero es poder comprar la propia libertad cada mañana al despertar, tener lo suficiente para vivir ese día y poder hacer lo que más te apetezca. Pero casi nadie gasta su dinero en comprar su libertad cada día, sino todo lo contrario, cuanto más dinero tienen, más difícil les resulta encontrar dos horas libres para pasear por la playa.
Otro problema del dinero es el redondeo, me explico: el que gana 9000 euros al año, tiene puesta toda su ambición en llegar a ganar 10.000 para redondear, cosa que no le resultará demasiado difícil, pero el que tiene 90 millones de euros, también quiere redondear a 100. Como se pueden imaginar, el problema de éste para ganar 10 millones es mucho más difícil del que sólo tiene que ganar 1000 euros más. Se puede ver a simple vista que el problema del redondeo mortifica más la vida de las personas que más tienen.
Para la mayoría de personas el dinero ha perdido su verdadero significado como unidad monetaria para el intercambio de bienes y servicios y ha pasado a convertirse en un fetiche para coleccionar. No lo atesoran para comprar cosas, sino como un símbolo de poder en sí mismo independientemente de su valor. Lo han trasladado del mundo material donde tiene sentido y significado, al mundo psicológico donde ninguna cantidad es capaz de producir una sensación de seguridad que satisfaga la ambición de su fantasía onírica.
Lo mejor que se podría hacer por la humanidad es quitar todo el papel moneda del mundo, el problema es que para que tenga plena validez se tiene que hacer en todos los países. El dinero seguiría teniendo el mismo valor que ahora para cualquier transacción, pero en vez de pagar con billetes de papel moneda se pagaría con transferencias, de la cuenta de una persona a la cuenta de otra persona, erradicando totalmente cualquier medio de pago al portador.
Cuando todo el dinero que se utilizara para pagar cualquier cosa tuviera obligatoriamente que salir de una cuenta a nombre de alguien e ir dirigido a otra cuenta con nombre y apellidos, quedarían registrados todos los cobros y pagos ocurridos en todo el mundo dejando constancia escrita de cada uno de ellos.
Este sencillo sistema tendría las siguientes ventajas:
1- Nadie podría eludir el pago de impuestos, lo que supondría que al pagar todos, los que ahora pagamos pagaríamos menos.
2- Nadie podría robar dinero, porque no existiría. No se podría robar una cuenta a través de un delito informático, porque el dinero tendría que ir obligatoriamente a otra cuenta con nombre y apellidos, con lo cual coger al ladrón sería cuestión de minutos.
3- No se podría comerciar con objetos robados, pues no se podrían explicar las partidas de dinero procedente de esos robos.
4- La mafia que ahora trafica con drogas, armas, prostitución, secuestros, chantajes etc., tendría que cerrar el negocio.
5- Se terminarían para siempre los sobornos a funcionarios, políticos, y personas con cargos públicos, al mismo tiempo que habría un saneamiento de la profesión de político, pues entrarían en los cargos personas honestas sabiendo que nunca podrían robar.
6- Nadie podría ejercer ninguna profesión de una manera fraudulenta, ni trabajar cobrando en negro mientras sigue cobrando el subsidio del desempleo. Por lo tanto, el número de parados descendería a la mitad aproximadamente.
7- Se terminaría inmediatamente la economía sumergida, terminando con la competencia desleal y la explotación de personas por mafias de introducción de inmigrantes
8- Los dictadores no podrían enriquecerse robando los recursos del país que dirigen e ingresando el importe en sus fabulosas cuentas en Suiza. Tampoco podrían desviar fondos de ayuda humanitaria a sus cuentas personales.
9- Como el 90% de los delitos serían imposibles de cometer, el ahorro en justicia, abogados, cárceles, policía, etc. sería inimaginable.
10- La mayoría de las guerras no se llegarían a empezar, pues todas tienen detrás un trasfondo económico fraudulento.
La eliminación de cualquier medio de pago al portador favorecería la redistribución de la riqueza, la igualdad de oportunidades y evitaría cualquier abuso del poderoso sobre los más desfavorecidos. Pero, precisamente porque los poderosos no podrían seguir robando, y son ellos los que tendrían que propiciar esta verdadera revolución económica mundial, es muy probable que no se haga nunca.
Otro día hablaré de una unidad monetaria que no se ha usado nunca y que acabaría de un plumazo con la inflación, y no me estoy refiriendo al patrón oro.