Lo dije entre mis predicciones para 2008: la vivienda va a ser el tema estrella de los próximos dos meses. Mientras la Ministra visita -con una gran sonrisa entre maternal y electoral- la Oficina de la Vivienda en Santander para inaugurar la ayuda de los 210 euros, El Mundo ya se ha encargado de dinamitar todas las previsiones. Nos da a entender el diario de Pedrojota que hay hordas de potenciales inquilinos pidiendo desesperadamente la subvención por Internet o por teléfono para salir de casa de papi y mami. La "noticia" esconde dos mensajes: uno para los demandantes de alquiler (lo llevais claro) y otro para los caseros (chicos, llega carne fresca al mercado).
Otra perla informativa del día nos la ofrece El País, que aunque se explica mejor al pinchar, el titular dice que la vivienda subió sólo un 1,1% en el segundo semestre. No es que no me crea el dato, es que el resto de la prensa abre con el dato interanual, para no amargar el año a nadie. Un 5,1% de media nacional según la Sociedad de Tasación. Cifra objetiva que, sin embargo, no sirve para nada, ya que lo importante es la bajada esperada para los próximos meses.
Y el Banco de España también se estrena haciendo amigos. Alerta de que lo del bajón ladrillil va para largo y del peligro de las cláusulas de revisión salarial, que amenazan con ajustar cuentas por el bien transitorio de los currantes. Lo siento, soy economista y tengo que decir que el BE tiene razón. Y a los currantes sólo nos queda esperar que la escalada de precios sea, como dicen, temporal.
Háganme caso: el problema no se resuelve subiendo 50 euros a todo el mundo. El mercado es mano invisible pero no tonta, y se apuntará la subida con diligencia. Soluciones:
- Consumo responsable y eficiente (nada de ir corriendo a las rebajas).
- Menos cafetucos y nada de propinas.
- Transporte público, no me seáis comodones.
- Ahorro energético, incluido lo que gastamos en protestar por todo. Más buen rollo.
- Esas facturas de teléfono y esos canales innecesarios de televisión.
- Etcétera.
Y sobre todo, los que vivimos de alquiler, recordémosle al casero que la subida se hace con el IPC en la mano, y no con el euribor. Alguna ventaja tenía que tener lo de no ser propietario.