Los depósitos a plazo fijo son un producto de inversión que tienen una duración determinada en el inicio. Hay depósitos a plazos cortos de entre tres y seis meses y otros, a más largo como 12, 24 o 36 meses, entre otros. En cualquier caso, el cliente debe tener siempre en cuenta este plazo temporal fijado por la entidad bancaria, ya que determinará la duración del mismo. Ahora bien, ¿qué sucede cuando queremos cancelar o traspasar un depósito?
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¿Se puede cambiar de banco mi depósito?
La respuesta corta es un no. El depósito a plazo fijo es un contrato que se firma entre la entidad y el cliente para bloquear una cuantía de dinero concreta que será devuelta al término del depósito con los intereses acordados previamente. Debido a que son unas condiciones ofrecidas por una entidad en concreto, no se puede hacer un traspaso a otra entidad.
Lo que sí se puede hacer es cambiar la cuenta bancaria asociada al depósito. Si, por ejemplo, hemos contratado con la entidad A un depósito a 24 meses y en ese periodo de tiempo nos hemos abierto una cuenta en el banco B, podemos cambiar la cuenta bancaria asociada para recibir en la nueva cuenta el dinero del depósito más los intereses generados. Pero, el depósito seguirá perteneciendo a la entidad A.
Lo que sí se puede hacer es cambiar la cuenta bancaria asociada al depósito. Si, por ejemplo, hemos contratado con la entidad A un depósito a 24 meses y en ese periodo de tiempo nos hemos abierto una cuenta en el banco B, podemos cambiar la cuenta bancaria asociada para recibir en la nueva cuenta el dinero del depósito más los intereses generados. Pero, el depósito seguirá perteneciendo a la entidad A.
¿Qué alternativas tengo para cambiar el depósito?
Aunque el traspaso no es posible, hay algunas alternativas interesantes que merece la pena destacar. Si lo que quieres es sacar ese dinero para contratar otro, puedes esperar a que el plazo venza para recibir el dinero más los intereses y, después, contratar un nuevo depósito. Aunque, también puedes cancelar anticipadamente ese depósito, recibir el dinero y moverlo a un segundo depósito que nos resulte más atractivo.
Las alternativas y los detalles a tener en cuenta
Ahora bien, en cualquier caso, debes prestar atención a dos detalles fundamentales a la hora de finalizar o cancelar un depósito.
- Política de cancelación anticipada. Según destaca el propio Banco de España, “El depósito a plazo fijo, como su nombre indica, tiene una fecha de vencimiento determinada, que ha de cumplirse como regla general. Sin embargo, es frecuente que ambas partes (entidad y cliente) se confieran la facultad mutua de cancelar anticipadamente el contrato de depósito a plazo, recogiéndose así en el contrato. De no ser así, no cabría la cancelación anticipada por la sola voluntad de una sola de las partes, resultando necesario en estos casos que la entidad y el cliente lleguen a un acuerdo sobre las condiciones en las que esa cancelación anticipada podría tener lugar”. En cualquier caso, si no hay acuerdo, el cliente podría tener que afrontar una penalización en forma de menor rentabilidad, generalmente.
- Renovación automática. Si prefieres esperar a que el depósito finalice para reembolsar ese dinero y contratar un nuevo depósito, deberás prestar una gran atención a la política de renovación automática. La mayoría de las entidades aplican una cláusula de renovación automática en el momento de la firma del contrato. Por tanto, si no queremos renovar ese depósito, tendremos que comunicárselo a la entidad para que el contrato nuevo no se genere y nuestro dinero no se quede bloqueado por un plazo igual al anterior.
Así las cosas, no podrás traspasar el depósito de un banco a otro, pero si retirar el dinero y contratar un nuevo; esperar a que termine el contrato del depósito y contratar otro o, simplemente, cambiar la cuenta bancaria asociada al depósito.
