Según las estadísticas, en España el 80% de los nuevos negocios fracasan antes de los 5 años, y el 90% no llega a los 10. Los analistas identifican mayoritamente las causas de estos fracasos empresariales dentro de la propia empresa: en la gestión y administración de sus responsables, más que por causas externas procedentes del entorno.
2) Estimar mal el potencial del mercado: relacionado con el error anterior (falta de ventas), consiste en considerar que el mercado al que se dirige nuestra empresa tiene una valor mayor que el que realmente tiene, generándonos unas ventas inferiores a nuestras estimaciones.
3) Vender por debajo del precio de coste: calcular mal los costes y márgenes de tal forma que nuestra rentabilidad real sea nula o negativa; normalmente suele ocurrir por un descontrol en los gastos. Normalmente los gastos reales suelen ser un 20%-30% superiores a las estimaciones iniciales, hecho que hay que tener en cuenta a la hora de estimar el punto muerto, los presupuestos de costes variables y costes fijos, los márgenes, etc.
4) Falta de capacidad de producción: cuando la capacidad de producción que tenemos instalada es inferior a la que necesitamos para cubrir gastos, es decir, para llegar al punto de equilibrio. Es decir, el producto/servicio que ofrezcamos debe resultarnos relativamente sencillo de elaborar/servir de tal forma que podamos estandarizar fácilmente su producción y conseguir por tanto la rotación suficiente como para llegar al umbral de rentabilidad del negocio.
5) Problemas en la planificación: a la hora de administrar una empresa es muy importante diferenciar entre las actividades que generan valor de las actividades que simplemente dan soporte a los procesos de la empresa; ambas son necesarias e importantes, pero el administrador de una sociedad puede pasarse el día realizando actividades de soporte (por ejemplo facturación, contabilidad, apoyo al proceso productivo...) descuidando las actividades que realmente generan valor para el negocio (atención a los clientes y labor comercial, desarrollo de nuevos productos, estrategias para competir, búsqueda de proveedores alternativos más baratos, etc.) lastrando de esta forma (y seguramente sin darse cuenta) el crecimiento del negocio.
6) Problemas en el control y gestión: la gestión empresarial al final se resume en objetivos: una empresa debe cumplir los objetivos de producción y ventas que marcan la rentabilidad del negocio, y respetar los presupuestos de gastos para el resto de funciones. Es importantísimo que cada persona que trabaje en la empresa tenga claro cuáles son sus objetivos y los de la empresa, y que día a día, semana a semana o mes a mes se vaya haciendo un seguimiento de los mismos.
7) Problemas personales: otra de las causas más comunes es la diferente visión de los administradores de la sociedad, provocando muchas veces riñas internas que hacen que en lugar de ser un equipo en busca de la consecución de unos objetivos, sean varios miembros en los que cada uno tira por su lado.
8) Problemas de financiación: todos los negocios requieren una mínima inversión inicial, tanto en activo inmovilizado como en circulante; en algunos casos esta inversión se recupera más rápidamente, y en otros se tardan varios años en conseguir el capital invertido, y si es que alguna vez se llega a recuperar por completo. Muchas empresas se quedan en el camino ante falta de financiación para acometer inversiones necesarias para su crecimiento y consolidación, pero donde la mayoría de nuevas empresas suelen tropezar es en el cálculo y la obtención de fondos para el activo circulante: el dinero que necesita la empresa en su día a día para afrontar los pagos.
1) Legislación en contra: desde la constitución de una sociedad, las nuevas empresas comienzan pagando notaría, impuestos, gastos de constitución, etc. Las cuotas de la Seguridad Social pagadas por las empresas por ejemplo encarecen la mano de obra, la legislación laboral española resulta excesivamente rígida, hay gran cantidad de impuestos (impuesto de sociedades, alquileres, IRPF, retenciones...) que encarecen también el día a día en una empresa... En definitiva, la legislación actual no favorece realmente la creación de nuevas empresas.
2) Falta de ayudas, asesoramiento y la actitud del sector público: a pesar de que se ha avanzado, las ayudas públicas siguen siendo excesivamente rígidas, lentas y en muchos casos hasta arbitrarias. Las administraciones en España siguen sin darse cuenta de que se sostienen gracias a la riqueza generada por el sector privado, brindando un trato bastante penoso a la gente emprendedora en lugar de ayudar y asesorar.
3) Situación económica y social: cada vez más inestable e imprevisible.
c) Factores claves del éxito de un negocio:
Las actividades generadoras de valor en una empresa (y las que por tanto el administrador no debe descuidar en ningún momento) son:
-Comercial: lo más importante de cualquier negocio son los clientes; por tanto la atención y el seguimiento a la cartera de clientes de la empresa, y la labor comercial de captación de nuevos clientes son actividades vitales a la hora de levantar un negocio.
-Marketing: desarrollar nuestro producto para adaptarlo a los gustos del cliente (conocer el mercado), y lanzar nuevos productos que contribuyan a incrementar la facturación total. Seguir las tendencias del mercado, de las demandas y estar atentos a la competencia.
-Finanzas / Control de Gestión: controlar los gastos, y tener clara la rentabilidad real de cada producto, y del volumen de productos que necesitamos vender. ¡Ojo con vender por debajo del coste! Plantearse objetivos concretos y elaborar un Cuadro de Mando Integral que nos permita saber cómo vamos. Otro aspecto vital es el control de los flujos de cobros y pagos, nuestro circulante y el fondo de maniobra.
-Recursos Humanos: contar con un buen equipo trabajador, motivador y preparado. Ser capaz de motivar y tirar para arriba de la empresa.
- Procesos / Producción: ser capaz de fabricar el producto o prestar el servicio de forma fácil, rápida y en suficiente cantidad como para cubrir gastos.
De esta forma los factores clave para lograr el éxito de un negocio podríamos decir que son:
1) Identificar los procesos clave generadores de valor en ese negocio para no descuidarlos: es recomendable sobre todo en el caso de pymes con una infraestructura limitada, el subcontratar las actividades de soporte que no generan valor (contabilidad, fiscalidad y laboral a una asesoría, transporte a empresas de logística, servicios de limpieza, etc.). Son actividades que nos restarían tiempo que debemos dedicar a las actividades realmente importantes para el negocio.
2) Ofrecer un producto/servicio que nos resulte fácil de fabricar
3) Conocimiento del mercado
4) No perder la ilusión por el negocio
5) Factores adicionales que suelen jugar a favor del éxito:
- Experiencia de los emprendedores
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En el gráfico anterior extraído de Expansión.com, se puede ver la evolución del número de concursos de acreedores presentados por las empresas españolas entre 2008 y 2010 desde el comienzo de la crisis. Hay que decir que, como todos sabemos, se trata de una época especialmente mala para el sector empresarial, pero también es un momento para descubrir y explotar nuevas oportunidades de negocio.
Buena idea + Buena gestión + Buen equipo + Mucho trabajo + Ilusión y motivación = MAYOR PROBABILIDAD DE ÉXITO
a) ¿Cuáles son los errores más habituales y que explican el fracaso de la mayoría de las nuevas empresas?
1) Falta de ventas suficientes: es decir, no conseguir la cifra de facturación necesaria como para llegar al punto de equilibrio del negocio, ya sea por falta de clientes (fallos en la labor comercial) o por falta de una variedad suficiente de productos (fallos en la política de producto).
2) Estimar mal el potencial del mercado: relacionado con el error anterior (falta de ventas), consiste en considerar que el mercado al que se dirige nuestra empresa tiene una valor mayor que el que realmente tiene, generándonos unas ventas inferiores a nuestras estimaciones.
3) Vender por debajo del precio de coste: calcular mal los costes y márgenes de tal forma que nuestra rentabilidad real sea nula o negativa; normalmente suele ocurrir por un descontrol en los gastos. Normalmente los gastos reales suelen ser un 20%-30% superiores a las estimaciones iniciales, hecho que hay que tener en cuenta a la hora de estimar el punto muerto, los presupuestos de costes variables y costes fijos, los márgenes, etc.
4) Falta de capacidad de producción: cuando la capacidad de producción que tenemos instalada es inferior a la que necesitamos para cubrir gastos, es decir, para llegar al punto de equilibrio. Es decir, el producto/servicio que ofrezcamos debe resultarnos relativamente sencillo de elaborar/servir de tal forma que podamos estandarizar fácilmente su producción y conseguir por tanto la rotación suficiente como para llegar al umbral de rentabilidad del negocio.
5) Problemas en la planificación: a la hora de administrar una empresa es muy importante diferenciar entre las actividades que generan valor de las actividades que simplemente dan soporte a los procesos de la empresa; ambas son necesarias e importantes, pero el administrador de una sociedad puede pasarse el día realizando actividades de soporte (por ejemplo facturación, contabilidad, apoyo al proceso productivo...) descuidando las actividades que realmente generan valor para el negocio (atención a los clientes y labor comercial, desarrollo de nuevos productos, estrategias para competir, búsqueda de proveedores alternativos más baratos, etc.) lastrando de esta forma (y seguramente sin darse cuenta) el crecimiento del negocio.
6) Problemas en el control y gestión: la gestión empresarial al final se resume en objetivos: una empresa debe cumplir los objetivos de producción y ventas que marcan la rentabilidad del negocio, y respetar los presupuestos de gastos para el resto de funciones. Es importantísimo que cada persona que trabaje en la empresa tenga claro cuáles son sus objetivos y los de la empresa, y que día a día, semana a semana o mes a mes se vaya haciendo un seguimiento de los mismos.
7) Problemas personales: otra de las causas más comunes es la diferente visión de los administradores de la sociedad, provocando muchas veces riñas internas que hacen que en lugar de ser un equipo en busca de la consecución de unos objetivos, sean varios miembros en los que cada uno tira por su lado.
8) Problemas de financiación: todos los negocios requieren una mínima inversión inicial, tanto en activo inmovilizado como en circulante; en algunos casos esta inversión se recupera más rápidamente, y en otros se tardan varios años en conseguir el capital invertido, y si es que alguna vez se llega a recuperar por completo. Muchas empresas se quedan en el camino ante falta de financiación para acometer inversiones necesarias para su crecimiento y consolidación, pero donde la mayoría de nuevas empresas suelen tropezar es en el cálculo y la obtención de fondos para el activo circulante: el dinero que necesita la empresa en su día a día para afrontar los pagos.
b) A estas causas hay que sumarle los factores externos del entorno:
1) Legislación en contra: desde la constitución de una sociedad, las nuevas empresas comienzan pagando notaría, impuestos, gastos de constitución, etc. Las cuotas de la Seguridad Social pagadas por las empresas por ejemplo encarecen la mano de obra, la legislación laboral española resulta excesivamente rígida, hay gran cantidad de impuestos (impuesto de sociedades, alquileres, IRPF, retenciones...) que encarecen también el día a día en una empresa... En definitiva, la legislación actual no favorece realmente la creación de nuevas empresas.
2) Falta de ayudas, asesoramiento y la actitud del sector público: a pesar de que se ha avanzado, las ayudas públicas siguen siendo excesivamente rígidas, lentas y en muchos casos hasta arbitrarias. Las administraciones en España siguen sin darse cuenta de que se sostienen gracias a la riqueza generada por el sector privado, brindando un trato bastante penoso a la gente emprendedora en lugar de ayudar y asesorar.
3) Situación económica y social: cada vez más inestable e imprevisible.
c) Factores claves del éxito de un negocio:
Las actividades generadoras de valor en una empresa (y las que por tanto el administrador no debe descuidar en ningún momento) son:
-Comercial: lo más importante de cualquier negocio son los clientes; por tanto la atención y el seguimiento a la cartera de clientes de la empresa, y la labor comercial de captación de nuevos clientes son actividades vitales a la hora de levantar un negocio.
-Marketing: desarrollar nuestro producto para adaptarlo a los gustos del cliente (conocer el mercado), y lanzar nuevos productos que contribuyan a incrementar la facturación total. Seguir las tendencias del mercado, de las demandas y estar atentos a la competencia.
-Finanzas / Control de Gestión: controlar los gastos, y tener clara la rentabilidad real de cada producto, y del volumen de productos que necesitamos vender. ¡Ojo con vender por debajo del coste! Plantearse objetivos concretos y elaborar un Cuadro de Mando Integral que nos permita saber cómo vamos. Otro aspecto vital es el control de los flujos de cobros y pagos, nuestro circulante y el fondo de maniobra.
-Recursos Humanos: contar con un buen equipo trabajador, motivador y preparado. Ser capaz de motivar y tirar para arriba de la empresa.
- Procesos / Producción: ser capaz de fabricar el producto o prestar el servicio de forma fácil, rápida y en suficiente cantidad como para cubrir gastos.
De esta forma los factores clave para lograr el éxito de un negocio podríamos decir que son:
1) Identificar los procesos clave generadores de valor en ese negocio para no descuidarlos: es recomendable sobre todo en el caso de pymes con una infraestructura limitada, el subcontratar las actividades de soporte que no generan valor (contabilidad, fiscalidad y laboral a una asesoría, transporte a empresas de logística, servicios de limpieza, etc.). Son actividades que nos restarían tiempo que debemos dedicar a las actividades realmente importantes para el negocio.
2) Ofrecer un producto/servicio que nos resulte fácil de fabricar
3) Conocimiento del mercado
4) No perder la ilusión por el negocio
5) Factores adicionales que suelen jugar a favor del éxito:
- Experiencia de los emprendedores
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