A lo largo del pasado, hemos hablado bastante de la posibilidad de ruptura del euro, y lamentablemente en breve volveremos a hablar del mismo tema. Sin embargo, hoy me gustaría hablar de los criterios de convergencia y su impacto sobre la situación actual.
La idea de fondo en la unión monetaria es que está contribuiría de forma definitiva a una unión económica plena, igualando las economías europeas y creando en definitiva un mercado común. Estamos hablando de la idea de igualar las estructuras para crear una gran potencia, a través del libre mercado y la misma moneda.
Sin embargo, en estos días en los que se habla del vigésimo aniversario de la caída del muro de Berlín, sorprende que nadie compare el proceso de reunificación Alemana, con el proceso de construcción de la unión europea. En el fondo, ambos procesos se han dado en el mismo espacio, mismo tiempo y desde luego con los mismos objetivos. Las diferencias han sido desde luego notables, tanto en procedimientos como desde luego en resultados.
Por supuesto, debe entenderse que cualquier unión no es sencilla y desde luego se ocasionan numerosos traumas, que han de ser superados. Por supuesto, no es algo sencillo, y por supuesto es algo que llevará tiempo y muchos esfuerzos.
El problema en las dos unificaciones, ha sido similar, y se puede resumir entendiendo que se trata de unificar zonas que presentaban significativas diferencias entre si. Cuando tratamos de unir las dos Alemanias, la situación de partida es una economía muy desarrollada, con unos parámetros y unas condiciones envidiables, con la estructura de Alemania del Este devastada tras el experimento comunista. Por entenderlo fácilmente y gráficamente, puede poner un BMW, al lado de un Lada y entender que se trata de homogeneizar esto.
No es distinta la situación, (aunque quizás no tan exagerada), la situación que se plantea a la hora de acometer la unión europea. En finales de los 90, existen diferencias muy notables entre los países que al final construirían la eurozona, aunque desde luego, no eran tan extremas como las que existían en la Alemania de los 90.
Sin embargo, las estrategias seguidas en ambas reunificaciones son muy distintas, en función de las condiciones que se han exigido. En la reunificación Alemana, por resumir mucho, se han constatado las diferencias entre las dos Alemanias y el objetivo ha sido que a la mayor brevedad posible, las dos Alemanias fuesen exactamente iguales. Ese fue el objetivo y esa fue la estrategia. El proceso fue dramático en Alemania del este, que de repente de ha encontrado con una moneda nueva y desde luego con unas empresas que desde luego no podían competir con las occidentales, y por supuesto claramente incapaces de pagar los sueldos que se pagaban en la RFA. Las dificultades y el incremento del paro, fueron muchas, y realmente aún hoy no se han igualado las condiciones entre las dos Alemanias.
En la Unión Europea, sin embargo, se han diseñado unos criterios completamente diferentes, y desde luego han sido todos desde el punto de vista monetario. No se ha buscado en ningún momento que un alemán sea igual que un Español, sino que las políticas de los países monetarios de Europa sean similares.
Por ejemplo es curioso el criterio de la inflación. En el momento en que se establece, está claro que los precios de los productos eran muy radicalmente más bajos en España que en otros países de la eurozona. Sin embargo el criterio adoptado fue el que se controlase la inflación de tal forma que no superase en un 1.5%, la media de los tres países con menor tasa de inflación.
Este criterio ha provocado no pocas tensiones, y desde luego ha provocado unos cuantos cambios en metodologías de medirla. Sin embargo este criterio en realidad no es un criterio de convergencia, sino que más bien es un criterio de divergencia.
Esto se ve muy bien con un ejemplo: Si un producto vale 100 en España y 200 en Alemania, y se limita el crecimiento de los precios pongamos que al 3,5 en España y el 2% en Alemania. El año que viene el producto costará 103,5 en España y 204 en Alemania. Si nos damos cuenta, la divergencia, si hubiésemos seguido a rajatabla del criterio, en los precios se ha incrementado.
La realidad es que tras la entrada en circulación de una moneda común, los mercados tienden a igualarse, y en consecuencia los precios de los bienes y servicios y de los factores tienden a converger. De hecho esta es la razón fundamental de una unión. Y el proceso se ve fácilmente pensando en el fenómeno inmobiliario que se ha dado en la costa del Sol. Se analizan las inversiones desde un punto de vista local, de tal forma que el sector inmobiliario estaba barato desde el punto de vista de un extranjero, que piensa en unas condiciones determinadas. Si quieren verlo mejor, resulta que podríamos pensar en un piso en Polonia por valor de 90.000 euros y hoy en día, y dado que dentro de poco va a estar en el euro, nos puede parecer barato. No faltan informes que nos digan que por lo tanto invertir en el sector inmobiliario de países del este es una buena salida para nuestras promotoras, que están emigrando en masa. Sin embargo, dado que el sueldo medio de Polonia, asciende a poco más de 6.000 euros, lo que estamos ahora mismo, si exportamos nuestras promotoras, es montando una burbuja inmobiliaria nueva.
En realidad, dada la percepción de negocios con posibilidad de subir los precios, (origen y razón de ser de la especulación), siempre una unión monetaria implica convergencia en precios.
Pero es que además de la sensación, tenemos en otro tipo de bienes, que es el arbitraje. Si en determinada economía los bienes son más baratos, pues iremos a ese lugar a comprar esos bienes, y en consecuencia, donde se demanden más, subirán los precios, y donde se dejen de comprar, bajarán.
En realidad, si queremos construir una moneda única y que está sobreviva, tendremos que conseguir que las circunstancias sean las mismas en uno u otro sitio, de tal forma que es evidente que en los países con precios más bajos, han de subir más.
Por supuesto, si los precios se acercan, tiene que converger el precio del trabajo, de tal forma que los sueldos tienen que tender a acercarse. La evolución salarial de los distintos países no ha sido un criterio de convergencia para la unión, (al revés del caso de la reunificación Alemana, donde ha sido uno de los objetivos claves). Pero incluso en este campo, hemos tenido muchísimos casos de recomendaciones de contener las evoluciones salariales, y más concretamente en España. Esto es una auténtica burrada que explica y mucho la crisis que tenemos en nuestro país.
Es completamente imposible que una economía pueda acceder a una moneda única, en un espacio en el que los precios de los bienes y servicios sean mucho mayores que los nuestros y después contener los salarios.
A veces alguien se acuerda del daño que sufrimos todos cuando entramos en el euro. El “ajuste” de precios, (por usar terminología de Salgado), fue brutal, y sin embargo los sueldos no han variado apenas. En consecuencia la entrada en el euro, nos ha machacado, lo cual ha sido agravado por los criterios de convergencia, totalmente absurdos, (y curiosamente diametralmente opuestos a los tomados en la reunificación Alemana).
Si nos damos cuenta, la antigua Alemania del este ha mejorado mucho, y el proceso de reunificiación ha tenido muy pocos pasos para atrás. Hoy son un país unido, compacto y comparativamente prospero.
Sin embargo, en el caso de la unión europea, unos cuantos países están sufriendo ahora bastante, (algunos quebrados o a punto de quebrar), mientras que esporádicamente surgen las posibilidades de ruptura del euro. Posibilidades que no es que sean reales. Es que es completamente imposible que en la eurozona, nos encontremos con que el salario medio Español es inferior al Salario Mínimo Francés.
Queramos o no, los salarios son la fuente de ingresos de la mayor parte de la sociedad, y son una variable clave para explicar la estructura de una economía. Y el tipo de cambio no es más que la valoración de esta. Es imposible que dos economías mantengan la paridad en una moneda, si no aproximan sus estructuras económicas, y desde luego, esto es imposible con criterios de convergencia, que realmente tratan de limitar las variaciones sobre las situaciones iniciales. Eso son criterios para mantener el status quo.