1. Usted ni tiene razon, ni se equivoca porque la muchedumbre discrepe con usted. Usted tiene razón porque sus datos y razonamiento son correctos.
2. Nunca invierta en un negocio que usted no puede entender.
3. A menos que usted pueda mirar su inversion caer en un 50% sin impulsos de panico, usted no debe estar en el mercado de valores.
4. No intente predecir la dirección del mercado de valores, de la economía, de los tipos de interés, o de las elecciones.
5. Compre compañías con buen historial de beneficios y con una posicion dominante del negocio.
6. Sea temeroso cuando otros son codiciosos, y solo codicioso solamente cuando otros son temerosos.
7. El optimismo es el enemigo del comprador racional.
8. La capacidad de decir “no” es una enorme ventaja para un inversor.
9. Gran parte de éxito se puede atribuir a la inactividad. La mayoría de los inversores no pueden oponerse a la tentación de comprar y de vender constantemente.
El letargo, lindando en la pereza, debe seguir siendo la piedra angular de un estilo de la inversión.
10. Las oscilaciones salvajes en los precios, en parte tienen más que ver con el comportamiento “lemmings” de inversores institucionales, que con los resultados obtenidos por las compañía.
11. Un inversor necesita hacer muy pocas cosas bien si evita grandes errores.
No es necesario hacer cosas extraordinarias para conseguir resultados extraordinarios.
12. No tome los resultados anuales demasiado seriamente. En su lugar, céntrese en promedios de cuatro o cinco años.
13. Céntrese en el retorno de la inversion, no en ganancias por accion.
14. Calcule las “ganancias del dueño” para conseguir una reflexión verdadera del valor.
15. Busque a compañías con los altos márgenes de beneficio.
16. Invierta siempre para el largo plazo.
17. El consejo “que usted nunca quiebra tomando un beneficio” es absurdo.
18. ¿Tiene el negocio perspectivas favorables a largo plazo?
¿El negocio tiene una historia de funcionamiento constante?
19. Recuerde que el mercado de valores es maniaco-depresivo.
20. Compre un negocio, no alquile la acción.
Visto en el Diario del Especulador