El tracking error (o error de seguimiento en español) es un indicador que mide la amplitud de la libertad o el margen de maniobra en términos de la volatilidad de la rentabilidad que un fondo de inversión tiene ante el mercado.
Un tracking más elevado indica que, para lograr la rentabilidad del fondo, se asumen riesgos mayores con relación al índice de referencia o
benchmark.
Visto de otra manera, el tracking error muestra qué tanto se desvía el rendimiento del fondo en comparación a su benchmark. De este modo, es posible evaluar el desempeño del
gestor. Esto, en función a qué tipo de gestión se está llevando a cabo.
Si la
gestión es pasiva (cuando el fondo es indexado), se buscará que el tracking error sea el más bajo posible. Cuanto más pequeño sea el resultado, mejor se ha podido replicar el benchmark. Este puede ser un índice bursátil, como el Ibex35 o el S&P 500, por ejemplo.
Cabe remarcar que, en la práctica, es muy difícil que el tracking error sea cero o nulo. En todo caso, se buscará un acercamiento a esa cifra.
Ahora, si estamos analizando un fondo de
gestión activa, a lo que apuntamos es a que el tracking error sea alto, pues esto significa que se está “batiendo” el mercado. Es decir, que el rendimiento del fondo está superando al del benchmark.
Fórmula del Tracking error
La fórmula del tracking error es la siguiente:
Donde:
Es decir, este indicador se calcula como la
desviación típica de una serie histórica, la cual se compone por las desviaciones de los resultados del fondo respecto a los de su índice de referencia durante cada periodo correspondiente.
Interpretación del tracking error
En general, la interpretación del tracking error es la siguiente:
- Si el resultado es de entre 0% y 2%, el resultado está bien para una gestión pasiva.
- Si es de entre 2% y 5%, es lo esperable para una gestión activa con cierto nivel de libertad para desviarse del benchmark.
- Si el resultado es mayor a 5%, estamos frente a un escenario ideal para la gestión activa que se puede denominar pura o más discrecional. Es decir, que se puede alejar más del benchmark. Este tipo de gestión es la que realizan, por ejemplo, los hedge funds, que son entidades que funcionan como vehículos de inversión para capitales que apuestan por asumir alto riesgo. Así, se caracterizan por tener pocas limitaciones legales al momento de invertir, en comparación con otros agentes.
Debemos resaltar finalmente que, además de este indicador, se deben tomar en cuenta otros datos como las comisiones antes de elegir un fondo, pues esto también determina cuál será el retorno neto para el inversor.
Ejemplo de tracking error
Veamos el siguiente ejemplo de cálculo de tracking error. En la segunda columna tenemos el resultado del fondo (el porcentaje de variación de su tamaño), en la tercera columna está el resultado del benchmark (como porcentaje de variación respecto al periodo anterior) y en la cuarta columna está la diferencia entre la segunda y tercera columna correspondiente.
|
resultado del fondo |
resultado del benchmark |
diferencia |
1 |
5,0% |
3,0% |
2,0% |
2 |
6,5% |
5,0% |
1,5% |
3 |
5,2% |
5,0% |
0,2% |
4 |
6,3% |
6,0% |
0,3% |
5 |
4,0% |
4,5% |
-0,5% |
6 |
6,5% |
5,0% |
1,5% |
7 |
4,5% |
5,0% |
-0,5% |
8 |
6,0% |
5,5% |
0,5% |
9 |
6,7% |
5,8% |
0,9% |
10 |
4,5% |
4,8% |
-0,3% |
11 |
6,6% |
6,0% |
0,6% |
12 |
7,0% |
8,5% |
-1,5% |
|
|
|
|
|
|
tracking error |
0,01002232357 |
Como podemos observar, el tracking error es de 1,0022%, que se consideraría apropiado si el fondo es de gestión pasiva.
Cabe señalar que se suelen emplear una mayor cantidad de datos para tener un resultado más acertado (estadísticamente más representativo), pero, para simplificar el ejemplo, solo hemos tomado 12 periodos.