Siguiendo la línea de estudio que estamos llevando a cabo, sobre una serie de artículos publicados por Charles Dow en The Wall Street Journal, hemos observado que éste describe dos métodos generales para comerciar con activos financieros.
El primero de ellos se corresponde con operaciones apalancadas, compras de gran volumen y dónde impera el riesgo y la obtención de un beneficio rápido. En este método se hace patente la gestión monetaria y la capacidad para cortar rápidamente las pérdidas.
La máxima de “cortar rápidamente las pérdidas y dejar correr las ganancias” cobra un especial protagonismo. Aunque este razonamiento es válido para cualquier sistema de trading. Es uno de los principios generales del trading que debemos tener presentes.
En cuanto al segundo de los métodos generales descritos, en palabras del propio Dow: “es el método que generalmente utilizan los grandes operadores”.
La idea, es tomar ambos métodos como base y adquirir los principios de cada uno; tanto en sentido positivo (a aplicar) como en sentido negativo (a evitar).
¿Con qué fin? El obtener unas líneas generales de razonamiento. Algo que nos permita formarnos un criterio propio y operar en base a un método más personalizado, pero sustentado por los principios generales que han marcado el trading desde sus orígenes.
Si quieres saber más acerca de los dos métodos generales de trading expuestos por Charles Dow, te recomendamos acceder a un estudio más completo que he realizado para fepix.com. En este enlace verás una investigación, análisis y comentarios del texto de Dow:
Esto es sólo el comienzo, en realidad estos métodos base se depuran y completan con toda la serie de artículos que aún nos falta por analizar.
¿En qué se basa el método expuesto por Dow?
El método clásico de trading que podremos tomar como base se puede resumir en 6 puntos esenciales, los cuales describimos a continuación. A partir de aquí este sistema de base nos puede servir para ir matizando un estilo propio.
El método está basado en la máxima de comerciar con activos financieros emulando los principios de los comerciantes de materias primas. En realidad, los grandes operadores tratan a las acciones como materias primas:
“Sienten por una acción lo que los comerciantes sienten por comprar productos básicos”.
(Charles Dow)
Determinar la fase del ciclo de mercado
“Los mercados alcistas y bajistas duran cuatro o cinco años cada uno. Determine por los precios promedio cuál está en camino.”
(Charles Dow)
Con esta afirmación, el bueno de Dow nos hace ver que el movimiento del activo en el que pretendemos operar debe estar apoyado por la tendencia general del mercado. Para establecer cuál es la tendencia general del mercado atenderemos a su índice correspondiente.
Es esto lo que Dow quería expresar con los “precios promedio”; dado que él publicaba en su diario los primeros índices bursátiles como una media aritmética de los precios de las acciones, el mítico Dow Jones de Industriales está configurado así. A su vez, también elaboró el Dow Jones de Transportes.
En otros artículos se refiere a las “medias publicadas” haciendo referencia a los índices. No obstante, en el propio estudio realizado para fepix.com se expone la posibilidad de utilización de una media móvil de 200 períodos sobre el índice bursátil como una señal para determinar la fase del ciclo de mercado en la que nos encontramos.
Seleccionar las acciones objeto de nuestro comercio
“Deben ser acciones ferroviarias, pagadoras de dividendos, ni demasiado bajos ni demasiado altos, bastante activas y para las posiciones alcistas deben estar por debajo de su valor [intrínseco]; para el lado bajista deben estar por encima de su valor [intrínseco]”.
(Charles Dow)
Este método propuesto toma como primera aproximación el valor intrínseco del activo. En otras palabras, es necesario acudir a sus fundamentales.
Esto reduce bastante la cantidad de activos con los que podemos hacer trading simultáneamente; debido a que cada activo debe ser estudiado y valorado. Dow nos propone escoger acciones estables (ni con mucho crecimiento en sus beneficios ni aquellas que ofrecen unos bajos dividendos que puedan dar síntomas de debilidad).
Ahora bien, las acciones deben pertenecer a sectores cíclicos con potencial de crecimiento (no escoger sectores defensivos), como lo era el sector de los ferrocarriles en aquella época. Otro requisito es que las acciones deben tener volumen de actividad.
Resumiendo: acciones estables, de sectores en crecimiento y con actividad. Se tomarán posiciones largas para acciones infravaloradas y cortas para acciones sobrevaloradas. Siempre y cuando la tendencia del propio activo y la tendencia general del mercado (vista en el punto anterior) apoyen el movimiento.
Un matiz interesante es que el texto continúa diciendo: “Los valores se determinarán aproximadamente por los beneficios disponibles para dividendos”.
Es curioso como Dow hablaba de establecer valoraciones teniendo en cuenta los beneficios empresariales cuando originariamente se establecía el valor simplemente sumando activos y restando pasivos. Es decir, tomando el patrimonio neto.
No se tiene constancia escrita de la inversión en valor y de realizar análisis fundamentales de este calibre desde la aparición de las obras de Benjamin Graham, el cual era tan sólo un niño cuando esté artículo vio la luz en The Wall Street Journal.
Establecer el momento de entrada
“Observe la posición de su acción en relación con las fluctuaciones recientes. En un mercado alcista, el momento de comenzar a comprar es cuando una acción ha tenido un descenso de cuatro o cinco puntos desde la última cotización anterior. En un mercado bajista, el momento de comenzar a vender [en corto] es cuando la acción tiene un aumento de tres o cuatro puntos desde el fondo [el mínimo]”.
(Charles Dow)
Este fragmento únicamente nos viene a decir una de las máximas del trading: Comprar durante las correcciones.
Es importante prestar atención a los máximos y los mínimos que el precio va realizando para estudiar la tendencia.
Cabe la pena reseñar que este método está basado en promediar a la baja, comenzar a comprar cuando la corrección haya comenzado; esperar a que lleve un pequeño recorrido. Tras ello, se establecerá la primera compra. Aproximadamente un 4% o un 5% por debajo del máximo.
Las siguientes compras escalonadas serán por una cantidad igual al primer lote en cada punto porcentual del retroceso (todas estas cuestiones se explican con mayor detalle en el análisis publicado en el enlace anterior). Sin embargo, adelantaremos que sigue vigente la máxima de cortar rápidamente las pérdidas. Sólo que las pérdidas serán declaradas (cortándolas de inmediato) cuando se tenga constancia de que la operación no está bien planteada, exista algún fallo en el análisis; o que surja algún fenómeno que nos haga abandonarla.
El momento de salida
“Cumpla con las acciones compradas hasta obtener una ganancia justa o hasta que haya buenas razones para decidir que la primera estimación de valor fue incorrecta”.
(Charles Dow)
Lo dicho anteriormente, podremos salir de la operación con beneficios; o bien con pérdidas si se establece que el análisis fue incorrecto y la estrategia queda invalidada.
Referente a todo esto, el texto continúa diciendo un aspecto muy curioso, una referencia tanto para establecer los objetivos de ganancias como para determinar dónde (probablemente) la corrección terminará:
“Recuerde que una acción activa generalmente se recuperará de un 3/8% a un 5/8% del monto de su disminución en condiciones adversas y más que eso en condiciones favorables”.
(Charles Dow)
En síntesis, tomando como base una caída del precio del propio activo. Las correcciones al alza generalmente estarán en un rango de 3/8% y 5/8% desde su mínimo. ¿Qué cifras son estas?
El 3/8% corresponde con un 37,5% y el 5/8% corresponde con un 62,5%. ¿No parece curioso el parecido con los retrocesos Fibonacci?
Las correcciones pueden ser de entre el 37,5% (38,2% Fibonacci) y un 62,5% (61,8% Fibonacci) en condiciones de mercado adversas (fase bajista del ciclo de mercado). En condiciones favorables (mercado en general alcista), pueden superar estos niveles de retroceso.
La importancia de la gestión monetaria
Este método de por sí no puede ser atendido con grandes compras, ni con niveles altos de apalancamiento. En caso contrario, el promediar a la baja puede obligarnos a cerrar la posición (con grandes pérdidas) por agotamiento de margen.
No es de extrañar que los instructores de trading enseñen que el promediar con pérdidas es una operación prácticamente prohibida. Hay que tener en cuenta que el trading que estos practican está basado en el apalancamiento (sería el equivalente al otro método descrito por Dow en este mismo artículo que hemos analizado).
Por tales motivos, y dado que este sistema está basado en realizar compras escalonadas cada 1% de descenso del precio durante la corrección, deberemos tener especial cuidado con el tamaño de las posiciones y el margen disponible.
La idea es comprar lotes de 10 acciones cada uno. Dow nos recomienda estar preparados para realizar 20 compras. Es decir, 200 acciones. Todas ellas durante la corrección (un 1% más barato).
“Tenga dinero suficiente para ver un declive sin sentirse inquieto o abrumado […] No servirá esperar un beneficio en cada lote, sólo en el promedio”.
(Charles Dow)
Por consiguiente, la idea es clara, deberemos realizar los cálculos pertinentes para obtener las acciones de un modo correcto. Los cálculos monetarios y de riesgo son una parte fundamental dentro del diseño de nuestra estrategia, nuestra campaña de compras.
“$ 2.500 deben ocuparse de una escala de diez cuotas en cada punto, es decir, suponiendo que el primer lote se compra cinco puntos por debajo del máximo, $ 2.500 debería llevar la balanza hasta que la recuperación natural desde el punto más bajo traiga el lote con un beneficio en el costo promedio”.
(Charles Dow)
En realidad, Dow tomó estos cálculos con un apalancamiento de 1:10, que era lo común en aquella época. Los cálculos exactos acerca del nivel de capital deberán realizarse en base a las reglas de gestión monetaria. Lo cual puede ser objeto de un estudio más pormenorizado en la próxima publicación que realice (tomo nota en mi agenda).
Por lo pronto, bastará decir que es necesario tomar posiciones de pequeño tamaño, con fines de poder ver como el precio se gira en nuestra contra, y nos permita promediar, sin que la inquietud nos nuble la razón.
Es un hecho que las exigencias de capital son superiores, la paciencia se pone a prueba y requiere de tener un pulso firme para promediar a la baja. Por estos motivos precisamente este sistema está reservado a los grandes operadores.
En lo concerniente al nivel de capital, es posible operar si tenemos los deberes hechos en cuanto a la gestión monetaria. Siempre y cuando se tenga consciencia de que lo que se trata es de conseguir una (buena) tasa de rentabilidad por las acciones compradas, y no los beneficios de una operación apalancada.
Un negocio de compraventa con materias primas debe estar basado en obtener una tasa de rentabilidad adecuada. No realizar operaciones arriesgadas constantemente. No sería sostenible en tal caso.
En cualquier caso, nunca es buena idea realizar un trading basado en objetivos monetarios. En la página de formación tradingysistemas.com han elaborado un texto desarrollando mejor este principio. Puedes verlo en el siguiente enlace:
Mantener la disciplina
El último punto necesario para elaborar todo sistema de trading es el aspecto psicológico. Dow lo explica de esta forma:
“No permita que el éxito en la fabricación de dinero en lotes de diez partes cree una idea de que una política más audaz será más prudente y comience a negociar lotes de 100 partes con un capital inadecuado. Unas pocas pérdidas de cientos de acciones eliminarán muchas de las ganancias de diez acciones”.
(Charles Dow)
Al igual que en otra parte de su artículo nos muestra como este método no suele ser utilizado por los operadores minoristas por (1) las exigencias de capital y (2) el miedo que sienten al ver su posición en pérdidas, que los induce a vender cuando lo que deberían hacer es promediar; en esta parte nos invita a reflexionar sobre la codicia.
Si ante el éxito de una buena operación aumentamos el tamaño de las posiciones y negociamos con lotes más grandes de lo debido, unos pocos puntos en nuestra contra nos llevarán a tener más pérdidas en el resultado global. El sistema está diseñado para ejecutarlo con absoluta disciplina.
No podemos dejarnos llevar ni por la codicia de obtener mayores ganancias ni por el miedo al ver el descenso de las cotizaciones en plena corrección mientras estamos promediando.
En realidad, se trata de diseñar una estrategia completa, como si de una campaña militar se tratase. Aún así no olvidemos que tan sólo es un modelo, no es necesario tomarlo tal cual y sobre esta base se pueden realizar ajustes (como, por ejemplo, no promediar y aguantar hasta que acabe la corrección para comenzar a comprar).
Lo interesante es tomar las líneas generales de este sistema. Cada punto describe un principio básico que debemos tener cuenta a la hora de diseñar nuestra estrategia.
Este método describe un trading conservador y bien fundamentado, por algo es que utilizan los profesionales:
“Esta es la forma en que un operador grande observa sus acciones favoritas y esta es la razón por la que generalmente gana dinero con ellas”.
(Charles Dow)
No olvides que seguiremos profundizando en las enseñanzas de Charles Dow, puedes seguirnos en fepix.com. Si te ha gustado este artículo puedes hacerlo saber ofreciendo un like. Tus opiniones son importantes para definir una línea editorial más depurada.
Un abrazo.