La banca comercial es el subsector integrado en el sector bancario, el cual se centra en ofrecer servicios al pequeño ahorrador y la pequeña empresa. En esencia, a la captación de fondos para la concesión de préstamos.
El sector bancario, como cualquier negocio, presenta distintas líneas de productos, en función del cliente al que quieren atraer. No es lo mismo un cliente que quiere un préstamo de 18.000 dólares para comprar un coche que una empresa que precisa 100 millones para acometer una inversión en un país vecino. En función del cliente, de la operación, entre otras características, la banca cuenta con distintas líneas de negocio para ofrecer el servicio que más se adapte a cada tipo de cliente.
Dicho esto, la banca comercial es aquella centrada en ofrecer servicios a pequeños ahorradores y clientes con un menor capital y un menor tamaño. Su principal función es captar fondos para prestarlos a cambio de un interés. No obstante, también ofrecen otros servicios, como puede ser servicios para la operativa diaria de una pyme, ofreciendo herramientas de cobro para nuestros clientes y líneas de crédito para financiarnos con proveedores.
Es por esta razón que también se denomina como "banca minorista".
En otras palabras, podríamos decir que la banca comercial ofrece un servicio de banca al público general, independientemente del capital y el tamaño de la empresa o el patrimonio de la persona. El servicio en cuestión lo presta, principalmente, mediante financiación, así como otros productos ligados al pequeño ahorrador y pequeño empresario.
La banca comercial y la banca privada
Con el paso de los años y el surgimiento de una clase media-alta que cuenta con más capital y puede acceder a diversos servicios de banca de inversión, los bancos comerciales crearon lo que conocemos como banca privada.
La banca privada no llega a ser banca de inversión, pero sí ofrece servicios propios de este tipo de banca. Las operaciones son de menor tamaño, pero sí muy superiores a las que vemos en la banca comercial.
La banca privada es un tipo de banca comercial, pero que se centra en aquellos capitales que, no siendo lo suficientemente grandes como para estar en la banca de inversión, sí requieren un servicio más especializado, personalizado y atento por parte de la entidad.
En la mayoría de las ocasiones, la banca privada ofrece productos de inversión y otros productos financieros menos accesibles como para ofrecerlo a los clientes de banca comercial, pero sin la dimensión que contemplaría la banca de inversiones.
Diferencia entre banca comercial o minorista y banca de inversión
Al otro lado tendríamos la
banca de inversión o banca de negocios.
Como decíamos anteriormente, la principal diferencia la encontramos en su perfil de cliente.
Los pequeños ahorradores, la pequeña empresa, el profesional autónomo... todos estos perfiles son aquellos en los que se centra la banca comercial o minorista, que ofrece pequeños préstamos, líneas de crédito, plataformas de cobro, entre otros servicios a sus clientes.
En otras palabras, esta banca, destinada a clientes con menos patrimonio y particulares, se centra en la venta de productos financieros, como préstamos, hipotecas, entre otras operaciones de menor tamaño.
Por otro lado, los Gobiernos, la gran empresa, los grandes capitales... todos estos otros perfiles son aquellos en los que se centra la banca de inversión o banca de inversiones. Este tipo clientes, como puede esperarse, precisan servicios distintos, como puede ser un préstamo sindicado entre varias entidades, una financiación que requiere salir a bolsa o servicios de intercambio de valores entre grandes fortunas.
La separación entre banca comercial y banca de inversión se propuso en los Estados Unidos tras la
crisis de 1929, siendo el fin de esto proteger los depósitos de los pequeños ahorradores. Con todo, en el presente, muchos bancos cuentan con ambas líneas de negocio.
Funciones y servicios de la banca comercial o minorista
Además de las ya mencionadas, veamos algunas de las principales funciones y servicios que ofrece la banca comercial o minorista respecto a la banca de inversión o de inversiones.
Entre estos servicios, conviene señalar los que se muestran a continuación:
- Captan fondos del público mediante la venta de depósitos remunerados y otros productos.
- Conceden estos fondos a pequeñas empresas y pequeños consumidores mediante préstamos.
- Conceden líneas de crédito a pequeñas empresas para financiar su día a día.
- Ofrecen servicios bancarios de todo tipo a las pequeñas empresas.
- Ofrecen cuentas bancarias a pequeños ahorradores por las que pueden cobrar una comisión.
- Conceden hipotecas para la compra de una vivienda.
- Ofrecen medios de pago para facilitar la operativa.
- Entre otras muchas funciones...
Como comentábamos anteriormente, la banca comercial o minorista ofrece servicios a clientes con menos patrimonio y particulares, siendo, principalmente, operaciones más pequeñas que las que realiza un banco de inversión o de negocios.
Ejemplos de banca comercial o minorista: Principales bancos comerciales
Analizando los distintos bancos que se encuentran presentes en el planeta, podemos destacar algunos bancos que, atendiendo a sus funciones, actúan como bancos comerciales o minoristas
Entre los principales bancos comerciales o minoristas que existen, podríamos destacar los siguientes:
- BBVA.
- Santander.
- Caixabank.
- Unicaja.
- Sabadell.
- Abanca.
- Banco Mediolanum.
- ING.
- Bankinter.
Con todo, hemos de señalar que, pese a lo comentado en el artículo, muchos de estos grupos bancarios cuentan con ambas líneas de negocio.