Larry Fink

 Laurence Douglas Fink, nacido el 2 de noviembre de 1952 , en Los Ángeles, California, es el fundador y líder de BlackRock, la mayor firma de gestión de inversiones del mundo, con activos que superan los 10 billones de dólares. Con una fortuna estimada en mil millones de dólares en abril de 2022 según Forbes Magazine, Fink es una figura destacada en el Council on Foreign Relations y el World Economic Forum.

Creció como uno de los tres hijos en una familia judía en Van Nuys, California. Su madre era profesora de inglés, mientras que su padre era dueño de una tienda de zapatos. Forjó su camino académico en la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA), donde obtuvo su licenciatura en Ciencias Políticas. Más tarde, amplió sus conocimientos en la Universidad de California, Irvine, donde obtuvo un MBA.

Fink inició su carrera en First Boston, donde su capacidad en la negociación de bonos lo destacó como un talento excepcional.  Fink ascendió en First Boston, donde creó productos financieros innovadores como las hipotecas respaldadas por valores. Sin embargo, una pérdida de cien millones de dólares en 1986 lo llevó a una encrucijada que resultaría ser el trampolín para su propia empresa.  

En 1988,  se asocia con Steve Schwarzman para fundar BlackRock bajo la sombrilla corporativa de The Blackstone Group.  Desde entonces, ha desempeñado varios roles clave en la empresa, consolidándose como presidente en 1998. Durante la década de 2000, lideró la fusión con Merrill Lynch Investment Managers, duplicando la cartera de gestión de activos de BlackRock.

BlackRock se convierte en un gigante financiero, solidificando su reputación al reestructurar activos problemáticos. Fink y su equipo reevalúan la cartera de General Electric, ayudando a la empresa a recuperar el valor de sus activos con pérdidas mínimas. 

Larry Fink se convierte en el nuevo rey de Wall Street después de la crisis financiera de 2008. La visión de Fink sobre el impacto de las redes sociales en el sector financiero y la adquisición de ETFs durante el auge de estos le otorgan un control significativo. BlackRock, bajo su liderazgo, se convierte en el principal accionista en casi todas las empresas públicas, otorgándole un inmenso poder para influir en la economía de EE. UU. e influir en las estrategias a largo plazo de las empresas. 

A lo largo de los años, su liderazgo ha contribuido a que BlackRock alcance la cifra monumental de 10 billones de dólares. Su impacto se ha reconocido con premios notables, como el ABANA Achievement Award en 2016 y su inclusión en el puesto 28 de la lista de las personas más poderosas del mundo según Forbes en 2018.

Fink, comprometido con diversas causas, sirve en la junta de New York University, co-preside el consejo de administración del NYU Langone Medical Center y es fiduciario del Boys and Girls Club of New York. Fundó el Lori and Laurence Fink Center for Finance & Investments en UCLA Anderson en 2009. En 2016, se unió al foro empresarial del entonces presidente electo Donald Trump.

Casado con su esposa Lori desde 1974, Fink es un firme partidario del Partido Demócrata. Su carta anual a los accionistas en 2018 destacó la responsabilidad social de las empresas, aunque ciertas organizaciones anti-guerra expresaron su descontento. Su postura enérgica sobre el cambio climático se reflejó en la asociación de BlackRock con un administrador de activos saudita para adquirir y arrendar gasoductos a Saudi Aramco en diciembre de 2021.

En 2022, Fink fue nombrado uno de los "villanos del clima" de Estados Unidos por The Guardian debido a las ganancias de BlackRock provenientes de la deforestación.