El accionariado se refiere al conjunto de personas, inversores o entidades que poseen acciones de una empresa. Estas acciones representan una parte de la propiedad de la empresa y confieren a los accionistas derechos y beneficios en función de la cantidad de acciones que posean.
El accionariado es uno de esos términos que quizás hayas oído alguna vez y que se refiere al conjunto de personas o entidades que poseen
acciones de una empresa. Esos dueños de acciones, también conocidos como
accionistas, son en esencia, copropietarios de la compañía.
Al hablar de accionariado, estamos hablando de un vínculo entre una empresa y aquellos que creen en su propuesta de valor. Cuando compras acciones de una empresa, estás comprando una pequeña parte de esa empresa. Este hecho te convierte en un accionista, y como tal, tienes derecho a participar en las decisiones de la compañía y a obtener una parte de sus beneficios. Eso sí, según el número de acciones que tengas, tendrás más o menos peso en esas decisiones; es decir, los
accionistas mayoritarios tienen más poder que los
accionistas minoritarios.
Una curiosidad que te puede sorprender es que, a pesar de que muchas veces escuchamos hablar de los grandes accionistas, no es necesario ser multimillonario para formar parte del accionariado de una empresa. Hay muchas empresas cuyas acciones se pueden comprar por un precio asequible, lo que permite a personas con ahorros modestos formar parte del accionariado de estas compañías.
Otra cosa que puede parecer curiosa es que ser accionista no solo te da derecho a recibir una parte de los beneficios de la empresa, sino que también te da el derecho a vender tus acciones a otras personas. Es decir, si compraste acciones de una empresa a un
precio y el precio de esas acciones sube, puedes vender tus acciones a un precio más alto y ganar
dinero con esa operación.
No obstante, no todo es color de rosa en el mundo del accionariado. Como accionista, también te enfrentas a
riesgos. Si la empresa en la que has invertido enfrenta dificultades, el valor de sus acciones puede caer, lo que significa que podrías perder dinero. Por eso es muy importante investigar bien a las empresas en las que piensas invertir y entender los riesgos asociados.
Un último punto interesante sobre el accionariado es que las empresas suelen valorar mucho a sus accionistas. Después de todo, son los que están financiando su actividad. Por lo tanto, es común que las empresas realicen eventos o reuniones especiales para sus accionistas, es decir,
juntas generales de accionistas y
juntas extraordinarias de accionistas, donde les informan sobre la situación de la compañía, sus planes futuros y también les permiten hacer preguntas directamente a la dirección de la empresa.
¿Quiénes forman el accionariado? ¿Qué estructura tiene el accionariado de una compañía?
El accionariado de una empresa está formado por todas las personas físicas o jurídicas que poseen acciones de dicha empresa. Estos pueden ser individuos particulares, otros negocios, fondos de inversión, fondos de pensiones, entidades bancarias, entre otros.
La estructura del accionariado puede variar mucho de una compañía a otra, y es un reflejo de cómo se distribuye la propiedad de la empresa. Por ejemplo, en una empresa pequeña y de reciente creación, el accionariado puede estar muy concentrado, es decir, la mayoría de las acciones pueden estar en manos de unos pocos individuos, como los fundadores de la empresa o un pequeño grupo de inversores.
Por otro lado, en grandes empresas que cotizan en bolsa, el accionariado suele ser mucho más diverso. En estos casos, las acciones de la empresa pueden estar repartidas entre miles o incluso millones de accionistas, sin que ninguno de ellos tenga por sí solo una parte muy grande de la empresa. A menudo, las grandes empresas tienen un accionariado mixto, con algunos accionistas grandes (a veces llamados "accionistas institucionales", como bancos o fondos de inversión) que poseen una parte significativa de la empresa, y una gran cantidad de accionistas más pequeños.
Además, dentro del accionariado de una empresa, se puede distinguir entre accionistas mayoritarios y minoritarios. Los accionistas mayoritarios son aquellos que poseen una gran cantidad de acciones, lo suficiente para controlar o influir significativamente en las decisiones de la empresa. Los accionistas minoritarios, en cambio, son aquellos que poseen una cantidad relativamente pequeña de acciones y, por lo tanto, tienen una influencia más limitada en las decisiones de la empresa.
¿Es posible saber el accionariado de una compañía?
Seguro que muchas veces te has preguntado quiénes son los grandes magnates que componen el accionariado de una determinada compañía y si es posible conocer sus nombres.
En este sentido, déjame decirte que es posible saber el accionariado de una compañía, especialmente si se trata de una empresa que cotiza en bolsa. Las empresas públicas, es decir, aquellas que tienen acciones que se compran y venden en el mercado de valores, están obligadas por ley a hacer públicos ciertos datos sobre su accionariado.
Estas empresas deben presentar regularmente informes financieros y corporativos que detallan información relevante, incluyendo quiénes son sus principales accionistas. Estos informes son de acceso público y suelen estar disponibles en la propia página web de la empresa, en la sección de "relaciones con inversores" o similar. También se pueden encontrar en las páginas web de las bolsas de valores donde cotiza la empresa, como la Bolsa de Madrid o la Bolsa de Nueva York, por ejemplo.
Sin embargo, este tipo de informes suele mostrar solo a los accionistas que poseen una cantidad significativa de acciones. Los accionistas minoritarios, aquellos que poseen una pequeña cantidad de acciones, no suelen aparecer en estos informes.
Para las empresas privadas, es decir, aquellas que no cotizan en bolsa, es más complicado conocer su accionariado. Estas empresas no están obligadas a publicar esta información y, por lo tanto, pueden mantenerla en privado. En algunos casos, se puede obtener cierta información a través del Registro Mercantil o de otros registros públicos, pero la información puede no estar completa o actualizada.
En resumen, aunque es posible conocer el accionariado de una compañía, la cantidad de información disponible puede variar dependiendo de si la empresa es pública o privada.
Ejemplos de accionariado
Después de este viaje por el concepto de accionariado, vamos a finalizar el artículo con dos ejemplos muy cercanos, representativos de dos grandes empresas españolas cotizadas en bolsa: Repsol e Iberdrola.
El accionariado de Repsol
En el caso de Repsol, la petrolera cuenta con un accionariado variado.
Hay un grupo de accionistas con participaciones significativas, entre los que se incluyen entidades financieras y fondos de inversión. Sin embargo, a pesar de que existen estos accionistas con participaciones notables, no hay ningún accionista que por sí solo posea la mayoría de las acciones de la compañía.
Esto crea un equilibrio de poder en el que ningún accionista tiene un control total sobre la empresa. Además, Repsol también cuenta con miles de accionistas minoritarios que, a pesar de poseer una menor cantidad de acciones, son parte importante del accionariado.
El accionariado de Iberdrola
Por otro lado, en Iberdrola la situación es similar.
El accionariado de la compañía eléctrica está muy diversificado, con presencia de accionistas institucionales (como bancos y fondos de inversión) y de accionistas individuales.
Al igual que en Repsol, en Iberdrola no hay un único accionista que posea la mayoría de las acciones. La diversificación de su accionariado le permite a Iberdrola tener una base de propietarios amplia y estable, lo cual puede aportar seguridad y estabilidad a la empresa.
Estos dos ejemplos nos muestran cómo el accionariado puede estar distribuido en grandes empresas que cotizan en bolsa. En ambos casos, vemos que la propiedad está repartida entre un gran número de accionistas, con un equilibrio entre los grandes accionistas y los más pequeños. Esto demuestra cómo el accionariado puede ser un reflejo de la confianza que tienen muchas personas y entidades diferentes en una compañía y su futuro.
En definitiva, el accionariado no es más que el conjunto de personas y entidades que, creyendo en el proyecto de una empresa, deciden invertir en ella y convertirse en parte de su historia.