El gearing, también conocido como leveraging, consiste en una estrategia de inversión mediante la cual se solicita financiamiento para poder adquirir activos extra o aumentar la cantidad invertida en algún valor financiero particular.
Es decir, gearing significa pedir prestado para invertir. De ese modo, el crédito recibido se complementa con el capital propio.
Dependiendo del tipo o naturaleza de la estrategia de gearing que el inversor quiera implementar, habrá una serie de consecuencias determinadas. Dichos efectos deberán ser perfectamente comprendidos antes de llevar a cabo la inversión.
Normalmente, los activos en los que podemos invertir pueden sufrir amplias fluctuaciones en su precio, tanto hacia arriba como hacia abajo. Si llevamos a cabo una estrategia de gearing, el resultado de estas variaciones, ya sea en sentido positivo o negativo, se verá amplificado. Ello, en función de cuánto nos apalanquemos para aumentar nuestra inversión.
Si nuestras inversiones salen bien y su valor aumenta, con el gearing las ganancias se magnifican. Por el contrario, si el valor de nuestros activos se reduce, nuestras pérdidas también se verán ampliadas.
Para explicarlo en términos más simples, cuando se aplica la estrategia de gearing, las ganancias potenciales son mayores, pero también las pérdidas. Lo veremos con un ejemplo a continuación.
Ejemplo de gearing
Por ejemplo, supongamos que Esteban invierte 200 euros, pero 100 euros provienen de un
préstamo. Si la inversión logra una ganancia del 10%, el beneficio será de 20 euros (200*10%).
Es decir, con 100 euros de capital propio, se obtuvo un
rendimiento de 20% (20/100). Ahora, recordemos que Esteban debe pagar un
interés por el financiamiento. Si este es de 5%, significa que deben pagarse 5 euros al prestamista (5%*100), con lo cual aún quedan 15 euros (20-5) y una ganancia neta de 15% (15/100).
Sin embargo, las cosas podrían salir mal. Si la inversión registra una pérdida de 10%, significa que, de los 200 euros invertidos, solo restan 180 euros porque Esteban perdió 20 euros (10%*200).
En ese escenario, además, recordemos que se deben devolver 100 euros al prestamista, más 5 euros de interés, por lo que solo quedan 75 euros (180-100-5). Es decir, Esteban invirtió 100 de capital y perdió 25 euros (100-75), un 25% de pérdida (25/100).
Así pues, las inversiones empleando el gearing tienen un riesgo implícito mucho más elevado que las operaciones normales sin apalancamiento. Por ello, sería aconsejable consultar a un experto financiero antes de endeudarse para invertir.
Es importante conocer que el beneficio principal del gearing es que el saldo de las inversiones será mayor, es decir, que el potencial retorno monetario será más elevado, tal como hemos mostrado en el ejemplo.
Sin embargo, también hay que considerar que cuando se pide prestado para invertir hay que pagar un interés. Por lo tanto, para que valga la pena pedir un préstamo para realizar una inversión, el retorno de dicha inversión deberá ser mayor que los intereses a pagar por la
deuda.
Ventajas y desventajas del gearing
Entre las ventajas del gearing podemos señalar:
- El retorno potencial es más alto, como observamos en el ejemplo.
- Con financiamiento, es posible acceder a inversiones que pueden requerir más capital. Es decir, el inversor no está restringido por los fondos propios que posee.
- Permite al inversor tener liquidez disponible para otras operaciones o actividades.
- Otra razón para emplear el gearing es que el coste de la inversión financiada por la deuda, incluyendo los intereses, será deducible en los impuestos. Sin embargo, las implicaciones fiscales siempre dependerán de la situación personal del contribuyente y del tipo de inversiones que se elijan.
- Al poder invertir más, el inversor también tiene mayor capacidad de diversificar su cartera.
Sin embargo, debemos tener en cuenta los siguientes riesgos:
- Así como las potenciales ganancias son mayores, también lo son las pérdidas.
- Existe el riesgo de que variaciones en el tipo de interés aumenten el costo del financiamiento. Esto, si el préstamo es a un tipo de interés variable.
- El inversor debe tener en cuenta que la deuda pueda ser cubierta no solo por ingresos esperados por la inversión, sino con recursos de otras fuentes disponibles. Además, siempre debe contarse con un fondo de cobertura en caso de emergencias. En otras palabras, no se deben arriesgar demasiados recursos en una única inversión, pues, como siempre se dice en las finanzas, toda la rentabilidad esperada tiene un riesgo implícito.
Formas de implementar el gearing
Generalmente, existen dos maneras diferentes a través de las cuales conseguir la financiación para llevar a cabo un gearing:
- El método más común consiste en que básicamente el gestor del fondo utiliza los activos que le presta el fondo para financiar el endeudamiento. La responsabilidad y la pérdida del inversor se limita a la cantidad invertida. Como tal, en el peor de los casos, el inversor podrá perder su inversión total, pero no tendrá la obligación de reembolsar cualquier préstamo residual.
- Otra opción es si el inversor es propietario de una casa o propiedad inmobiliaria. El usuario puede ser capaz de pedir prestado contra el valor del inmueble y luego usar el dinero para comprar las inversiones. El valor de su propiedad se utiliza como garantía para el préstamo. En el peor de los casos, es posible que pierda la inversión total y además tendría que reembolsar el crédito restante por devolver. Si el inversor no cumpliera con sus obligaciones, el prestamista podría tomar medidas de recuperación de su préstamo actuando contra la propiedad del deudor. Esto podría implicar vender la casa para poder hacer frente al préstamo.
Gearing de una empresa
El gearing también puede referirse, en general, al nivel de apalancamiento de una empresa. Este suele calcularse comúnmente con el índice de endeudamiento, que resulta de la división de la deuda total (
pasivos) entre los
fondos propios de la compañía.
Por ejemplo, si una firma tiene un pasivo total de 10.000 euros y los fondos propios son de 15.000, el gearing será es de 66,67% (10.000/15.000). Es decir, se pueden cubrir los pasivos de la firma con el 66,67% de los fondos propios.
Existen otros ratios referentes al gearing, pero en este artículo nos hemos focalizado en el gearing como estrategia de inversión.