El kakebo es un libro de cuentas para el ahorro doméstico, es decir, una mezcla de agenda y libreta de cuentas. Proviene de Japón y sus orígenes se remontan a principios del siglo XX, cuando la primera mujer periodista japonesa, Tomoko Hina, se inventó el kakebo como un libro en el que ordenar y registrar el gasto doméstico.
Este libro de cuentas para el ahorro fue adoptado por los hogares para organizar la economía familiar y administrar los recursos disponibles conociendo los gastos a los que se debe hacer frente. Se ha extendido tanto su uso que actualmente existen diferentes tipos de kakebos, en cuánto a variedad y modelos.
El kakebo se estructura por meses y semanas para que el lector pueda apreciar con total nitidez los ingresos y gastos que ha tenido a lo largo del tiempo y cómo ha ahorrado dinero. Es como una agenda en la que cada día puedes apuntar el gasto que has tenidos, desde el metro, el tabaco, una comida, hasta el cine o el periódico, y apuntes cada gasto en la sección que le corresponda:
Al finalizar el primer mes, debes sumar los gastos semanales y así poder averiguar en qué se gasta cada uno el dinero, y si la mayor parte se va a supervivencia o a extras. Se deben establecer unos objetivos a principio de cada mes y al finalizar, hacer balance y comprobar si hemos cumplido con las expectativas y tomar medidas de cara al mes siguiente para reducir gastos e incrementar el ahorro doméstico.
La finalidad del kakebo es que las personas tomen conciencia de en qué se gastan el dinero, y se lo gastan en aquellas cosas que son para ellos más importantes y reducir gastos innecesarios o superfluos. Promueve una reflexión profunda sobre el consumo.