Táctica emprendida por quienes persiguen hacerse con una empresa de forma hostil mediante una oferta pública de adquisición de valores (OPA), una vez que han obtenido un paquete importante de control. Consiste en dar un ultimátum al Consejo de Administración de dicha empresa comunicándole que si no oponen resistencia a dicha adquisición el equipo directivo no será despedido y el precio ofrecido por las acciones será superior. Normalmente la gerencia dispone de entre 12 y 36 horas para adoptar una posición frente a la OPA.