En el contexto de la bolsa de valores y los mercados financieros, abrir una posición significa tomar una decisión de compra o venta de un activo financiero, como acciones, bonos, divisas o productos básicos (commodities).
Abrir una posición en
bolsa es el primer paso en cualquier
operación bursátil y, como ocurre con "
cerrar una posición", es una frase esencial que cualquier
inversor, ya sea novato o experimentado, debe entender. Cuando abrimos una posición en bolsa, en esencia, estamos tomando la decisión de entrar en el
mercado. Nos estamos posicionando en un
activo concreto con la expectativa de que su valor se moverá de una manera que nos beneficiará en el futuro. Esto puede ser a través de la compra de
acciones,
bonos,
divisas,
materias primas o cualquier otro tipo de activo que se negocie en los
mercados financieros.
Ahora bien, abrir una posición no es solo decidir comprar.
En la bolsa, podemos adoptar dos posiciones principales: largas y cortas. Abrir una
posición larga significa que compramos un activo con la expectativa de que su
precio subirá en el futuro. Esta es la forma más común y sencilla de invertir y la que la mayoría de la gente asocia con la
inversión en bolsa. Sin embargo, también existe la posibilidad de abrir una
posición corta, lo que significa vender un activo con la expectativa de que su precio bajará en el futuro y poder recomprarlo a un precio más bajo. Esta operativa es más compleja y conlleva más riesgos, pero puede ser
rentable en
mercados bajistas.
Es importante destacar que cada vez que abrimos una posición estamos asumiendo un
riesgo. En este sentido, es vital que cada inversor tenga una
estrategia de inversión clara y definida antes de abrir una posición, así como un plan para cuándo y cómo cerrarla. En ocasiones, puede ser interesante mantener una posición abierta durante mucho tiempo, especialmente si creemos que un activo concreto tiene un gran potencial
a largo plazo. En otros casos, puede ser más conveniente abrir y cerrar posiciones rápidamente, lo que se conoce como
day trading o trading intradía.
Por último, abrir una posición también implica la responsabilidad de monitorizarla de cerca. Los mercados financieros son
volátiles y pueden cambiar rápidamente debido a una variedad de factores, desde noticias económicas hasta eventos globales inesperados. Es por ello que cualquier inversor que decida abrir una posición debe estar preparado para reaccionar rápidamente ante cualquier cambio en las condiciones del mercado.
¿Para qué sirve abrir una posición en bolsa?
Abrir una posición en bolsa es esencialmente el primer paso en cualquier operación de inversión o trading. Al abrir una posición, ya sea de compra (larga) o de venta (corta), estás dando inicio a una operación que tiene como objetivo generar beneficios.
Ahora bien, ¿para qué sirve exactamente abrir una posición en bolsa? Veamos:
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Generar ganancias: El objetivo principal de abrir una posición en bolsa es obtener beneficios. Si abres una posición de compra, esperas que el precio del activo aumente para venderlo a un precio más alto. Si abres una posición de venta, anticipas una caída en el precio del activo para poder comprarlo más barato más adelante y devolver las acciones que habías tomado prestadas, obteniendo la diferencia como ganancia.
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Diversificación: Abrir múltiples posiciones en una variedad de activos puede ayudarte a diversificar tu cartera de inversiones. Esto puede minimizar el riesgo al no depender de la rentabilidad de un único activo.
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Cobertura: Puedes abrir una posición para protegerte de las pérdidas potenciales en otra inversión. Por ejemplo, si tienes una posición larga en un activo pero crees que su precio puede caer, podrías abrir una posición corta en el mismo activo (o en un activo relacionado) para compensar las posibles pérdidas.
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Acceso a diferentes mercados: Abrir una posición te permite participar en diferentes mercados financieros, desde el mercado de acciones hasta el de divisas, materias primas, índices, entre otros. Esto te da la posibilidad de beneficiarte de las oportunidades de inversión en una amplia gama de sectores y regiones.
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Oportunidad de apalancamiento: En algunos casos, abrir una posición te da la posibilidad de apalancarte, lo que significa que puedes controlar una cantidad mayor de un activo con una cantidad pequeña de dinero. El apalancamiento puede aumentar tus ganancias potenciales, pero también amplifica tus posibles pérdidas.
Cómo abrir una posición en bolsa: Formas de abrir una posición en bolsa
Para abrir una posición en bolsa, debes seguir una serie de pasos. Sin embargo, en términos generales, se pueden destacar tres formas principales de abrir una posición en bolsa: compra, venta y apalancamiento. Cada una de ellas se ajusta a diferentes estrategias y objetivos de inversión.
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Comprar o abrir una posición larga: Esta es la forma más sencilla y tradicional de invertir en bolsa. Consiste en comprar un activo, como una acción, con la esperanza de que su precio suba en el futuro. Si esto sucede, puedes vender el activo a un precio superior y obtener una ganancia. Para abrir una posición larga, debes seleccionar el activo que deseas comprar, determinar la cantidad que deseas invertir y emitir una orden de compra en tu plataforma de trading o a tu broker.
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Vender o abrir una posición corta: Esto significa vender un activo que no posees con la expectativa de que su precio caiga. Se hace mediante el proceso de venta en corto, que implica tomar prestado el activo de otro inversor, venderlo y luego comprarlo más tarde para devolverlo. Si el precio del activo cae como esperabas, la diferencia entre el precio de venta y el precio de compra es tu ganancia. Para abrir una posición corta, necesitas una cuenta de margen que te permita tomar prestado el activo.
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Apalancamiento: El apalancamiento te permite abrir una posición que es más grande que el capital que tienes en tu cuenta de trading. Lo haces tomando prestado dinero de tu broker. El apalancamiento puede aumentar tus ganancias potenciales, pero también tus pérdidas, por lo que debe usarse con precaución.
Para abrir una posición en bolsa, debes estar registrado en una plataforma de trading o tener una cuenta con un broker. Después de investigar y seleccionar el activo que deseas negociar, emitirás una orden de compra o venta. Tu broker o plataforma de trading ejecutará esta orden y abrirá la posición en el mercado en tu nombre.
Además, como siempre señalamos, es importante recordar que abrir una posición en bolsa siempre conlleva riesgos.
Cómo abrir una posición en bolsa: Instrucciones para abrir una posición
Para abrir una posición en bolsa, necesitarás seguir algunos pasos que, independientemente del broker del que se trate, son habituales en casi todos. Pero antes de nada, y como siempre decimos, es importante que tengas en cuenta que las inversiones en bolsa siempre implican riesgos y es recomendable tener un buen entendimiento de cómo funcionan los mercados financieros y estar al tanto de las noticias y tendencias económicas.
Para comenzar, necesitarás abrir una cuenta con un bróker de bolsa. Un bróker es una entidad que te facilita la compra y venta de acciones en el mercado de valores. La elección de un bróker es un paso importante, ya que hay que tener en cuenta factores como las comisiones, la facilidad de uso de la plataforma, los servicios de atención al cliente y las herramientas de análisis que ofrece.
Una vez que tengas tu cuenta de bróker, el siguiente paso es depositar fondos en ella. Esta será la cantidad de dinero que puedes usar para comprar acciones y otros activos.
Ahora que tienes tu cuenta financiada, puedes empezar a investigar las empresas en las que estás interesado en invertir. Algunos de los factores que podrías considerar al evaluar una empresa podrían ser su salud financiera, su posición en la industria, sus productos y servicios, y cualquier noticia reciente que podría impactar en su rendimiento.
Después de hacer tu investigación, estás listo para abrir una posición. Esto se hace colocando una orden de compra en la plataforma de tu bróker. Normalmente, puedes elegir entre diferentes tipos de órdenes. Las órdenes de mercado se ejecutan al precio actual del mercado, mientras que las órdenes limitadas te permiten especificar el precio máximo que estás dispuesto a pagar.
Una vez que tu orden es ejecutada, habrás abierto tu posición. Ahora eres propietario de las acciones y puedes beneficiarte de cualquier aumento en su valor. Sin embargo, también es posible que el precio de las acciones baje, lo que podría resultar en pérdidas.
Es importante destacar que abrir una posición en bolsa no siempre significa comprar acciones. También puedes abrir una posición corta, lo que implica vender acciones que has tomado prestadas con la expectativa de que su precio bajará, para luego recomprarlas a un precio más bajo.
Ejemplo de abrir una posición o posición abierta
Para entender el concepto que aquí nos ocupa, vamos a rematar este artículo con un ejemplo práctico que nos permitirá entender todo perfectamente. Imaginemos el caso de una inversora, llamada Ana, que ha estado observando las acciones de la empresa ficticia "Tecnología Próspera".
Ana ha estado siguiendo de cerca esta empresa y su rendimiento en el mercado de valores durante algún tiempo. Ella cree que el precio de las acciones de "Tecnología Próspera" va a subir en el futuro debido a una combinación de factores como, por ejemplo, el lanzamiento de un nuevo producto que ella piensa que va a ser muy popular.
Decide entonces abrir una posición larga (de compra), es decir, compra acciones de la empresa con la expectativa de que su precio aumente. Adquiere 100 acciones a un precio de 20 euros cada una, por lo que su inversión total es de 2.000 euros.
Ana ha abierto una posición. A partir de este momento, se convertirá en una observadora atenta de las fluctuaciones en el precio de las acciones de "Tecnología Próspera". Su objetivo será vender las acciones a un precio más alto del que las compró, obteniendo así una ganancia.
Imaginemos ahora que, después de unos meses, el precio de las acciones de "Tecnología Próspera" sube a 30 euros. Ana decide que es un buen momento para cerrar su posición, así que vende sus 100 acciones a este precio. Recibe 3.000 euros por su venta, lo que significa que ha obtenido una ganancia de 1.000 euros (sin tener en cuenta las posibles comisiones y tasas).