Las acciones suscritas son aquellas acciones que han sido emitidas o autorizadas para su emisión, pero aún no se han vendido ni transferido a los inversores. Estas acciones han sido ofrecidas o "suscritas" por inversores potenciales, lo que significa que han manifestado su intención de comprar estas acciones, pero el proceso de compra o transferencia aún no se ha completado. En otras palabras, las acciones suscritas representan compromisos de compra de acciones que aún no se han materializado en propiedad accionaria real.
Cuando hablamos de acciones suscritas, nos estamos refiriendo a una especie de "promesa" de
inversión. Imaginemos que una empresa, pongamos por ejemplo "Juguetes Felices SA", decida abrirse al público y ofrecer parte de su propiedad a los
inversores. Para ello, la empresa
emitirá un cierto número de
acciones que pueden ser compradas por cualquier persona interesada en tener una pequeña parte de "Juguetes Felices SA". Pero aquí entra un detalle interesante: no todas las acciones se lanzan directamente al
mercado para que cualquiera las compre. Algunas se guardan en una especie de "fondo de armario", listas para ser usadas más adelante. Esas son las acciones suscritas.
¿Y para qué sirve suscribir acciones en lugar de ponerlas todas a la venta desde el principio? Bueno, hay varios motivos. Uno podría ser atraer a inversores más grandes que quieren una cantidad considerable de acciones, pero necesitan tiempo para tomar la
decisión. En este caso, la empresa podría decir: "Vale, tenemos estas acciones aquí guardadas para cuando te decidas".
Otro motivo podría ser estratégico. Si "Juguetes Felices SA" saca al mercado todas sus acciones de golpe, pero luego crece mucho y necesita más inversión para, digamos, abrir nuevas fábricas, ya no podría emitir más acciones sin diluir el
valor de las existentes. Pero si ha guardado acciones suscritas, podría liberarlas en el momento que las necesite.
También es interesante decir que las acciones suscritas pueden o no tener un precio fijado de antemano. Esto quiere decir que, en el momento en que un inversor decida comprarlas, el precio podría ser el que tenían en el momento de la suscripción o el que tengan en el mercado en ese instante, dependiendo del acuerdo.
Características de las acciones suscritas
Siguiendo con el ejemplo de "Juguetes Felices SA", veamos las características más importantes que definen las acciones suscritas:
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No están en el mercado: Aunque forman parte del capital social de la empresa, las acciones suscritas no están disponibles para ser compradas por el público general. Están, por así decirlo, en una especie de "reserva".
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Compromiso de compra: Estas acciones generalmente están destinadas a inversores específicos oa futuras ampliaciones de capital. Aunque están "apartadas", hay un compromiso por parte de ciertos inversores de adquirirlas en un momento dado.
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Precio fijo o variable: Como comente antes, el precio de las acciones suscritas puede estar fijo desde el principio o puede ser el que tengan en el mercado en el momento de la compra. Todo depende del acuerdo inicial.
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Derechos: Estas acciones pueden o no tener los mismos derechos que las acciones en circulación, como el derecho a votar en las juntas de accionistas o el derecho a recibir dividendos. De nuevo, esto se decide en el acuerdo de suscripción.
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Temporalidad: Las acciones suscritas a menudo tienen un período de tiempo durante el cual deben ser compradas. Pasado este tiempo, si no se han adquirido, pueden volver a ser parte del "pool" general de acciones de la empresa o manejarse de otra forma acordada.
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Condiciones especiales: En ocasiones, las acciones suscritas vienen con condiciones adicionales como la obligación de mantenerlas durante un tiempo mínimo antes de poder venderlas.
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Impacto en indicadores financieros: Aunque no están en el mercado, las acciones suscritas pueden influir en ciertos cálculos financieros, como el beneficio por acción o la valoración total de la empresa, dependiendo de las normativas contables que se aplican.
Así que, cuando escuchas que una empresa tiene "X acciones suscritas", ya sabes que no es una información trivial. Estas acciones forman parte de la estrategia financiera de la empresa y su gestión puede influir mucho en su futuro económico.
¿Cómo puedo suscribir acciones?
¿Qué significa suscribir acciones?
Bueno, es básicamente comprometerte a comprar un número específico de acciones de una empresa, normalmente cuando ésta decide emitir nuevas acciones para obtener más fondos y expandir su negocio.
¿Y cómo hago eso?
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Participación en una ampliación de capital: Las empresas a veces deciden ampliar su capital emitiendo nuevas acciones. Si ya eres accionista, podrías tener un "derecho de suscripción preferente", lo que significa que tendrás prioridad para comprar estas nuevas acciones antes que el público general. Si no eres accionista, podrás suscribir acciones una vez que los actuales accionistas hayan ejercido (o no) sus derechos.
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Haz tus deberes: Antes de suscribirte, es vital informarse. Las empresas deben proporcionar un folleto informativo que contenga todos los detalles relevantes sobre la emisión. Esto te dará una idea clara del motivo de la ampliación de capital, el precio de las nuevas acciones y otros datos relevantes.
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Toma la decisión: Una vez informada, decide cuánto quieres invertir y cuántas acciones deseas suscribir.
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Formaliza tu interés: Para ello, completarás un formulario, que puede ser físico o digital, dependiendo de la empresa. Aquí indicarás la cantidad de acciones que deseas y te proporcionaremos algunos datos personales.
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Pago de las acciones: El siguiente paso es abonar la importación correspondiente al número de acciones que quieres suscribir. Puede ser un pago completo de inmediato o, a veces, un pago parcial, con un compromiso de abonar el resto en una fecha posterior.
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Recepción de las acciones: Una vez efectuado el pago, la empresa te inscribirá como titular de esas acciones, y pasarán oficialmente a formar parte de tu patrimonio.
Y ya estás, ¡así de sencillo!
¿Quién puede suscribir acciones?
Tras responder a lo anterior, otra pregunta muy común es: "¿Y quién puede suscribir estas acciones?". Acompáñame a descubrirlo.
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Ser accionista ya de la empresa: En muchos casos, cuando una empresa decide emitir nuevas acciones, ofrece primero a sus actuales accionistas la oportunidad de suscribirlas. Esto es lo que se llama "derecho de suscripción preferente". Imagina que eres socio de un club y, cuando el club quiere admitir a más miembros, te dan la prioridad para invitar a tus amigos antes de abrir las puertas al público en general. Eso es un poco lo que sucede con este derecho: se da prioridad a los que ya forman parte de la "familia" de la empresa.
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El público en general: Si los actuales accionistas deciden no suscribir todas las acciones ofrecidas (o si directamente la empresa decide no darles ese derecho preferente), entonces se abre la puerta al público en general. Esto significa que cualquier persona, sea o no ya accionista, puede optar por suscribir esas acciones. Así que, ya seas Juan, que tiene una pequeña tienda en la esquina, o Marta, que es profesora de instituto, puedes decidir invertir y comprar esas acciones.
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Instituciones o grandes inversores: No solo las personas individuales pueden suscribir acciones. También hay grandes jugadores en el campo, como fondos de inversión, bancos o incluso otras empresas, que pueden estar interesados en suscribir un gran número de acciones. Estas entidades a menudo tienen equipos de expertos analizando oportunidades y pueden decidir entrar en el juego y suscribir acciones si ven un buen potencial.
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Requisitos generales: Ahora bien, aunque en teoría "cualquiera" puede suscribir acciones, hay que tener en cuenta ciertos aspectos. Es fundamental ser mayor de edad, tener la capacidad legal para hacerlo y, por supuesto, contar con el dinero necesario para realizar la compra. Además, es vital informarse bien y entender los riesgos asociados antes de dar el paso.
En resumen, la suscripción de acciones está abierta a una amplia variedad de personas y entidades
¿Cómo se puede saber el número de acciones suscritas que tiene una empresa?
Para saber cuántas acciones suscritas tiene una empresa, normalmente debemos dirigir nuestra mirada a la documentación oficial de la compañía. En España, todas las sociedades anónimas tienen la obligación de presentar una serie de documentos que detallen aspectos importantes de su estructura financiera.
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Memoria anual: Este documento, que las empresas publican una vez al año, contiene información detallada sobre su situación financiera, operativa y estratégica. En su sección financiera, suele especificarse el número total de acciones y, dentro de ese total, cuántas están suscritas.
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Estatutos de la sociedad: Son como el "manual de instrucciones" de la empresa. En ellos, se establece cómo debe funcionar la sociedad y se detalla información como el capital social inicial y el número de acciones. Aunque no se actualizan con tanta frecuencia como otros documentos, ofrecen una base de conocimiento.
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CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores): Si estamos hablando de una empresa que cotiza en bolsa, es decir, que tiene acciones disponibles para el público general, su información financiera se encuentra registrada y es accesible a través de la página web de la CNMV. Aquí, en la sección de información financiera de cada empresa, podemos encontrar detalles sobre sus acciones, incluidas las suscritas.
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Registro Mercantil: Cada vez que una empresa realice una ampliación de capital o una operación que implique la emisión o modificación de acciones, debe inscribirse en el Registro Mercantil. Solicitando un informe de la empresa en cuestión, podremos obtener datos actualizados sobre su capital social y, por ende, sobre las acciones suscritas.
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Otros informes financieros: En ocasiones, para atraer a inversores o por requerimientos de algún organismo, las empresas pueden publicar informes financieros adicionales donde detallen la situación de sus acciones. Estos documentos son una fuente más de información.
Por lo tanto, si queremos saber cuántas acciones suscritas tiene una empresa, disponemos de varias herramientas y fuentes de información a las que podemos recurrir. Recordemos siempre verificar que la información sea actualizada y provenga de fuentes confiables para asegurarnos de su precisión.
¿Para qué sirve conocer el número de acciones suscritas? ¿Para qué se usa?
Después de ver cómo podemos conocer el número de acciones suscritas de una empresa, es esencial entender por qué este dato es relevante. Así que, pongámonos en situación y descubramos para qué sirve conocer el número de acciones suscritas.
El número de acciones suscritas es un reflejo del compromiso que los inversores han adquirido con una empresa. En esencia, nos habla del respaldo financiero que ha recibido la compañía. Pero vayamos más allá y veamos sus utilidades:
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Capital social: Las acciones suscritas forman parte del capital social de la empresa, es decir, aquel dinero que los socios o accionistas aportan para la creación o ampliación de la compañía. Conocer este dato nos permite entender cuánto capital ha sido comprometido y está respaldando a la empresa.
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Salud financiera : Una empresa con un alto número de acciones suscritas (y desembolsadas) muestra confianza por parte de los inversores. Es una señal de que creen en el proyecto y están dispuestos a comprometerse financieramente.
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Operaciones corporativas : Cuando una empresa quiere llevar a cabo a cabo operaciones como fusiones, adquisiciones o cambios en su estructura accionarial, saber el número de acciones suscritas es crucial para determinar qué porcentaje del capital se está negociando o cuál será la participación de cada accionista tras la operación. .
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Pago de dividendos : Las empresas, al repartir beneficios entre sus accionistas en forma de dividendos, lo hacen en proporción al número de acciones que cada uno posee. Así, conocer el total de acciones suscritas ayuda a entender cuánto le corresponde a cada accionista.
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Derechos de voto : En las juntas de accionistas, las decisiones se toman en base a votos. Cada acción suele otorgar un voto, por lo que saber cuántas acciones suscritas existen y cuántas posee cada accionista es clave para entender el peso de cada uno en las decisiones de la empresa.
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Valoración de la empresa : Al combinar el número de suscritas con el precio de la acción en el mercado, podemos obtener una estimación del valor bursátil de la compañía, es decir, cómo la valoran los inversores en un momento dado.
Así que, como ves, conocer el número de acciones suscritas de una empresa es algo más que un simple dato numérico. Es una ventana a la estructura financiera, al respaldo de los inversores y a la dinámica interna de la compañía.
Las acciones suscritas pagadas y las acciones suscritas y no pagadas
Ahora que hemos desentrañado la importancia y utilidad de las acciones suscritas, es momento de profundizar un poco más en este tema y abordar una distinción fundamental: las acciones suscritas pagadas y las no pagadas.
Ambos términos pueden sonar complicados al principio, pero vamos desglosarlos para ti de manera clara y sencilla.
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Acciones suscritas pagadas: Imagina que te comprometes a comprar algo y, en el acto, pagas por ello. Con las acciones ocurre algo parecido. Cuando alguien se compromete a comprar acciones de una empresa (las suscribe) y efectúa el pago de inmediato, esas acciones se consideran "pagadas". En otras palabras, el inversor ya ha aportado el dinero y, a cambio, recibe su parte proporcional de la empresa. Estas acciones reflejan una aportación real y efectiva al capital de la compañía, fortaleciendo sus finanzas y respaldando su actividad.
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Acciones suscritas y no pagadas: Siguiendo con el ejemplo anterior, piensa ahora que te comprometes a comprar algo, pero decide pagarlo más adelante. En el mundo de las acciones, esta situación se traduce en que un inversor se compromete a adquirir ciertas acciones (las suscribe) pero no realiza el pago en ese instante. Estas acciones son, por lo tanto, un compromiso de pago futuro. La empresa cuenta con esa promesa de capital, pero aún no dispone del dinero en sí. Es como tener un cheque pendiente de cobro.
¿Y por qué alguien haría algo así? Pues hay diversas razones. A veces, las empresas acuerdan plazos de pago con los inversores, o se establecen condiciones específicas para el diseño. Es una forma de flexibilizar y adaptar las necesidades de financiación de la empresa con las posibilidades de los inversores.
Para finalizar, piensa en estas categorías como estados de un compromiso. Las acciones suscritas y pagadas son el compromiso ya materializado, donde ambas partes han cumplido: la empresa entregó la acción y el inversor pagó por ella. En cambio, las acciones suscritas y no pagadas son un compromiso en espera, una promesa de que el inversor aportará el dinero en el futuro.
Las acciones suscritas, las acciones en circulación y las acciones restringidas
Esta vez, toca entender la relación y diferencias entre las acciones suscritas, las acciones en circulación y las acciones restringidas. Acompáñame en este viaje, y te aseguro que al final tendrás un panorama claro y sencillo sobre estos conceptos.
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Acciones suscritas: Imagina que una empresa decide expandirse y necesita capital. Para ello, ofrece un trozo de sí mismo en forma de acciones. Los inversores que quieren comprar esas acciones se "suscriben", es decir, hacen un compromiso formal de adquirirlas. Las acciones suscritas son, en esencia, ese compromiso. Pueden estar ya pagadas, lo que significa que el inversor ya ha entregado el dinero a la empresa, o pueden estar pendientes de pago.
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Acciones en circulación: Una vez las acciones suscritas están pagadas, entran oficialmente en juego y pasan a formar parte de las "acciones en circulación". Estas son todas las acciones que la empresa ha emitido y que representan su capital social. Son como las piezas de un rompecabezas: cada una es una parte del total. Cuando escuchamos hablar de la "capitalización bursátil" de una empresa, se refiere al valor total de estas acciones en circulación.
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Acciones restringidas: Ahora bien, no todas las acciones en circulación son "libres". Algunas tienen ciertas restricciones y no pueden venderse o transferirse tan fácilmente. Es aquí donde entran las "acciones restringidas". Son como las entradas de un concierto exclusivo: no todo el mundo puede tenerlas ni usarlas libremente. Estas restricciones suelen estar ligadas a incentivos para empleados o acuerdos con inversores, y tienen un período en el que no pueden ser vendidos. Una vez pasado ese período, las acciones restringidas se convierten en acciones en circulación comunes y corrientes.
Para visualizarlo mejor, imagina una tarta (la empresa) dividida en porciones (acciones). Las acciones suscritas son compromisos de comprar porciones de esa tarta. Las acciones en circulación son todas las porciones que ya han sido vendidas y están "en juego". Y las acciones restringidas son porciones especiales que tienen un lazo alrededor, y que no pueden ser comidas (vendidas) hasta que se bastante ese lazo.
Ejemplo de acción suscrita
Después de esta travesía, estamos listos para aterrizar estos conceptos con un ejemplo práctico que te ayudará a comprender qué es una acción suscrita.
Pongámonos en la situación de una conocida pastelería en el centro de Madrid llamada "Dulces Sueños". Tras años de éxito y de ser el rincón favorito de muchos madrileños, deciden dar el salto y abrir tres nuevas sucursales en diferentes puntos de la ciudad. Sin embargo, para llevar a cabo esta expansión, necesitamos una inversión que no pueden afrontar solos.
Deciden, entonces, ofrecer una parte de la empresa en forma de acciones. Lanzan una oferta inicial de 1.000 acciones a 10€ cada una. Carlos, un amante de sus pasteles y con algo de dinero ahorrado, ve una gran oportunidad y decide "suscribir" 100 acciones, es decir, comprometerse a comprarlas por un total de 1.000€.
En este momento, esas 100 acciones que Carlos se ha comprometido a comprar son "acciones suscritas". Una vez que Carlos pague esos 1.000€ a "Dulces Sueños", esas acciones suscritas se convertirán en "acciones en circulación" y formarán parte del capital social de la pastelería. Y así, "Dulces Sueños" podrá usar ese dinero para abrir sus nuevas sucursales y seguir endulzando la vida de los madrileños.
El caso de Carlos y "Dulces Sueños" ilustra cómo funciona el proceso de suscripción de acciones. A través de este mecanismo, las empresas pueden obtener el capital que necesitan para crecer y, al mismo tiempo, ofrecer a los inversores la oportunidad de formar parte de su éxito.