Un activo subyacente, conocido comúnmente como "subyacente", es el activo financiero o no financiero utilizado como referencia en la fijación del precio de un derivado financiero.
En el mundo de la inversión, tenemos numerosos productos que no son activos como tal, pero que se negocian e intercambian en el mercado como si lo fueran, pues se encuentran ligados a un activo real o financiero.
A este tipo de producto, los financieros lo denominan "derivado financiero". El derivado financiero, brevemente, es un tipo de activo financiero que se negocia en el mercado, pero que su valor se encuentra ligado a la evolución del precio o el valor de otro activo, al que denominamos activo subyacente.
Cuando compramos un futuro de oro, por ejemplo, no estamos comprando oro como tal, sino que estamos firmando un contrato mediante el cual nos comprometemos a comprar o vender oro en el futuro y a un precio determinado. Lo mismo ocurre si tenemos un warrant, el cual tampoco es oro, pero sí nos permite negociar con él.
Sin embargo, pese a que no compramos oro, el precio que presenta este activo determinará la pérdida o la ganancia que obtendremos con ese futuro. Pues, como decíamos, el precio de los derivados se encuentra ligado al activo subyacente y, en función del precio al que esté el oro, podremos ejecutar el futuro o el warrant.
Ejemplo de activo subyacente
Como ejemplo de activo subyacente podemos encontrar el oro, la plata, así como numerosas materias primas. De la misma manera, encontramos divisas, como el dólar o el euro. Y, de igual manera, podemos encontrarnos índices, como podría ser el S&P.
El oro es un activo subyacente muy común
Cualquiera de los citados en el párrafo anterior podríamos considerarlos activos subyacentes, pues encontramos numerosos productos financieros en el mercado que se encuentran ligados a estos. Opciones, swaps, futuros… Numerosos derivados financieros se encuentran ligados a activos como los anteriores.
Y para entender bien el ejemplo, imaginemos que somos corredores y nos dedicamos a la compraventa de fincas con cultivo para vender.
Sabemos que en unos meses habrá escasez de trigo por una serie de problemáticas que impiden el cultivo, y negociamos la compra futura de unas fincas de trigo con un agricultor que nos suscribe un contrato mediante el cual podemos adquirir las fincas a un precio determinado dentro de seis meses.
En esta operación, encontramos un derivado financiero, que es el acuerdo suscrito entre nosotros y el agricultor, pero de la misma manera, encontramos un activo subyacente, que sería el trigo. Nosotros contamos con un activo financiero, como es el derecho de compra de ese trigo dentro de seis meses. Pero el precio de este activo se encuentra ligado, como es obvio, a un activo subyacente, que es el trigo.
Tipos de activo subyacente
Puede haber muchos tipos diferentes de subyacentes, ya que casi cualquier producto es susceptible de serlo.
Ahora bien, entre los más frecuentes encontramos los que se muestran a continuación:
No podemos entender del todo qué es un activo subyacente si, por otro lado, no entendemos qué es un derivado financiero. Pues hay que decir que uno no podría existir, prácticamente, sin el otro.
Así, el derivado financiero es el activo financiero que se deriva de una negociación supeditada o ligada al valor de otro activo, que es el subyacente.
Para entenderlo, fijémonos en el ejemplo que hemos puesto anteriormente.
En el ejemplo de la compraventa de fincas de trigo, el contrato suscrito con el agricultor –el derecho de compra– es el derivado financiero. Al igual que lo son los futuros, los warrants, las opciones, así como todo aquello que su valor depende del valor de un subyacente.
Inflación subyacente
Aunque poco tiene que ver con "activo subyacente", en economía encontramos otros conceptos ligados al adjetivo “subyacente”.
Un ejemplo claro es la inflación, atendiendo al conocido indicador al que los economistas denominan “inflación subyacente”.
En este contexto, hacemos referencia a un tipo de indicador, utilizado para medir la inflación, el cual aísla aquellos bienes más volátiles en la medición, con el fin de afinar en el análisis.
En otras palabras, hablamos de un indicador utilizado para medir el carácter estructural de la inflación, pues expulsa en la medición aquellos bienes más volátiles y dependientes de la coyuntura.