El EBITDA (siglas que corresponden al nombre en inglés Earnings Before Interest, Taxes, Depreciation and Amortization) es una medida de la rentabilidad que se utiliza para evaluar la capacidad de una empresa de generar ganancias. Se calcula como la ganancia antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización.
El EBITDA es uno de los indicadores financieros más importantes a la hora de realizar el análisis fundamental de una empresa.
El EBITDA se interpreta como el beneficio bruto de explotación y mide los beneficios recurrentes de una empresa, considerando únicamente la actividad productiva de la misma. Esto es, sin tener en cuenta gastos financieros, impuestos, depreciación y amortización de los activos.
La utilización del EBITDA debe conllevar el análisis de otros aspectos de la empresa. De no ser así, el análisis aislado del EBITDA puede conducir a interpretaciones erróneas (que detallaremos en el apartado de desventajas de este indicador).
¿Cómo se calcula el EBITDA de una empresa española?
Partiendo de la cuenta de resultados consolidada, el cálculo del EBITDA es muy sencillo:
EBITDA = Resultado de Explotación - Amortización del inmovilizado - Deterioro y resultado por enajenaciones del inmovilizado - Imputación de subvenciones de inmovilizado no financiero y otras - Otros resultados.
A modo de ejemplo, vamos a ver el EBITDA de Inditex durante los años 2015 y 2014:
El margen EBITDA viene a medir la eficiencia de una empresa, es decir, el margen EBITDA es el margen bruto que se obtiene por la venta de los productos. Por tanto, cuanto mayor sea el margen EBITDA, mejor. Como ocurre con otras magnitudes, debe compararse este margen con el de empresas del mismo sector.
Esta medida permite comparar la rentabilidad de diferentes empresas, independientemente de sus estructuras financieras y tributarias. Es importante tener en cuenta que el EBITDA no es una medida contable oficial, sino que es una herramienta de análisis financiero empleada por inversores y analistas.
Ventajas y desventajas del EBITDA
Entre las ventajas del EBITDA podemos destacar:
- Nos permite acercarnos al beneficio que genera la empresa producto de su actividad principal, únicamente por su negocio. Esto, dejando de lado algunos gastos que no dependen de la firma, como la tasa de impuestos y el porcentaje de depreciación que se debe considerar en la contabilidad.
- Es relativamente fácil de estimar, valiéndonos de datos presentados en los estados financieros, específicamente en la cuenta de resultados.
- Puede calcularse de diferentes formas. Una, es a partir de los ingresos y el desglose de los gastos. Pero otra, por ejemplo, es teniendo el resultado de explotación (el EBIT) y añadiendo los gastos de depreciación y las amortizaciones.
- Permite analizar particularmente aquellas empresas con un uso intensivo de capital, por ejemplo, maquinaria y equipo. En estos casos, los gastos de depreciación podrían ser muy altos y podrían estar generando resultados sesgados al reducir el beneficio neto.
- Permite analizar empresas de un mismo sector, e igualmente se puede realizar un análisis de los datos históricos del EBITDA para una misma compañía.
Sin embargo, el EBITDA también presenta algunas desventajas:
- La crítica más fuerte quizás viene de una de las voces más populares del mundo financiero.“Las referencias al EBITDA nos dan escalofríos”, escribió el director general de Berkshire Hathaway, Warren Buffett. Según el reconocido inversor, la depreciación es un costo real que no debería pasarse por alto. Por ello, asegura que el EBITDA no es "una medida significativa del desempeño".
- Al excluir los intereses, no se está tomando en cuenta lo que se debe pagar de gastos financieros, como si la deuda adquirida no hubiese sido empleada para poner en marcha el negocio.
- Puede llevarnos a pensar que las ganancias son mayores a las reales. Esto, al no considerar los gastos que hemos explicado que excluye.
- Quizás nos puede dar una primera aproximación a una compañía, pero para un análisis profundo requerimos observar más datos.
- Puede ser un atajo para aproximarse al flujo de caja, pero es mejor no confundir ambos o reemplazar uno por otro.
- Relacionado con el punto anterior, el EBITDA no tiene en cuenta para su cálculo una serie de salidas de tesorería, como los intereses por los préstamos contraídos. Por tanto, no puede ser utilizado para medir la liquidez generada por la compañía.
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El EBITDA no tiene en cuenta las inversiones necesarias para mantener la actividad del negocio. Dichas inversiones se reflejan en la amortización, como aproximación al desgaste del capital fijo.
Ejemplo de EBITDA
Supongamos que tenemos los siguientes datos
Ventas netas: 16.500
Costo directo de los bienes vendidos: 9.000
Gastos administrativos y de venta: 4.800
EBITDA= 16.500-9.000-4.800=2.700
También podríamos tener, para otro caso, la siguiente información:
Beneficio neto: 3.200
Intereses: 500
Depreciaciones y amortizaciones: 500
Tasa de impuestos: 25%
Primero, calculo el beneficio antes de impuestos (le llamaremos BAI)
BAI * (1-0,25) = 3.600
BAI * 0,75 =3.600
BAI= 4,800
A esto le sumamos los intereses, la amortización y la depreciación:
EBITDA: 4.800+ 500 +500 =5.800