El efecto rebaño (o principio de conformidad) es un sesgo cognitivo por el cual las personas tienen la tendencia a unirse a un grupo o idea. Esto, con base en un único motivo: es lo que "todos están haciendo" o lo que es "popular".
Es decir, el efecto rebaño, al que también se le denomina comportamiento gregario, efecto manada o efecto arrastre, es un fenómeno psicológico por el cual las personas son proclives a seguir a la mayoría. Ello, en lugar de actuar bajo un criterio propio.
Este efecto puede entenderse de muchas formas. Una de ellas, es que las personas buscan conformarse con lo que creen que es la norma social, y temen ser rechazados o marginados si no se adhieren al grupo. Aunque esta no es la única explicación, como veremos más adelante.
El efecto rebaño puede ser visto en varios contextos, desde la adquisición de productos o servicios, hasta la toma de decisiones políticas o de inversión. Puede ser utilizado en la publicidad y en la política para persuadir a las personas a unirse a una causa o a adoptar una determinada opinión.
Origen del efecto rebaño
El origen del efecto rebaño está en el instinto de supervivencia del ser humano, es biológico. Así, responde a que las personas buscan seguridad, y por eso siguen a la mayoría. Se trata de un mecanismo de protección.
Otra manera de entenderlo es como la búsqueda de un liderazgo. Con el comportamiento gregario, el individuo pretende seguir a otros que, en teoría, saben más o están más informados.
Efecto rebaño en finanzas
En finanzas, el efecto rebaño se puede apreciar en la forma en que las personas invierten en un
activo o una clase de activos. Ello, debido a la percepción de que es lo que todos están haciendo, en lugar de basar sus decisiones en un análisis fundamentado.
El comportamiento gregario puede llevar a la formación de
burbujas especulativas y a la sobrevaloración de activos. Esto, cuando el precio ha escalado únicamente por la demanda de los inversores, pero no hay mayor fundamento detrás del alza.
En ese caso, lo que se observa es que los inversores han tenido miedo a perderse de algo. Es decir, han comprado el activo por temor a que se les escape la oportunidad de obtener ganancias.
Algunas burbujas se generan de forma más orgánica, porque los inversores son optimistas sobre el valor del activo. Sin embargo, también existen factores externos que pueden llevar a los agentes a invertir más, como financiamiento barato (a
tasas bajas). Incluso, la especulación puede responder a comportamientos más irracionales, como una confianza desmedida en un nuevo modelo de negocio que aún no ha demostrado ser rentable.
En contraste, puede ocurrir que el efecto rebaño genere una caída del mercado. Esto, cuando los inversores son pesimistas respecto a un activo y lo comienzan a vender, llevando el precio a la baja si este fenómeno es masivo. En ese caso, lo que ha sucedido es que el inversor ha seguido al grupo por miedo a quedarse solo.
Debemos tener en cuenta también que la
gestión pasiva es, de algún modo, un tipo de comportamiento gregario, pues busca replicar el rendimiento de un
índice o mercado específico. Ello, en lugar de diseñar un
portafolio particular.
Asimismo, existen técnicas como el
copy trading o el
mirror trading que consisten en replicar o reflejar la estrategia de otros traders más expertos. Esto puede verse como una forma de seguir un liderazgo.
Como punto final en este apartado, es interesante notar cómo el comportamiento gregario contrasta con la idea que los individuos, como en ocasiones se asume en economía, se comportan de manera racional.
Ejemplos de efecto rebaño
Algunos ejemplos del efecto rebaño en el mundo de las inversiones son:
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La burbuja de los tulipanes: Durante el siglo XVII, en Holanda, el precio de los tulipanes subió de manera espectacular debido a una especulación masiva. Esto se conoce como "efecto tulipán" y es considerado como uno de los primeros ejemplos de una burbuja especulativa. Muchas personas compraron tulipanes a precios exorbitantes, debido a la creencia de que el precio seguiría subiendo, en lugar de basar sus decisiones en un análisis fundamentado.
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La burbuja puntocom: A fines de los años 90, muchos inversores compraron acciones de empresas de tecnología sin un análisis fundamentado, debido a la creencia de que el sector de las tecnologías de la información seguiría creciendo de manera exponencial. Esto llevó a una sobrevaloración de muchas de estas empresas, y a una caída estrepitosa de los precios de las acciones cuando la burbuja estalló en el 2000.
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El caso de GameStop: En el 2021, un grupo de inversores minoristas en Reddit se unió en una campaña para comprar acciones de GameStop, una tienda minorista de videojuegos en dificultades, con la esperanza de forzar a los grandes inversores y fondos de cobertura a cubrir sus posiciones cortas y generar ganancias. Esto llevó a un aumento espectacular en el precio de las acciones de GameStop, y a una caída en el precio de las acciones de los fondos de cobertura que habían apostado por la caída de la empresa.
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La inversión en criptomonedas: Más recientemente, muchos inversores se han lanzado a comprar criptomonedas sin tener información sobre sus fundamentos, basando sus decisiones en el refuerzo social y la moda.
El efecto rebaño y el imperativo institucional
El efecto rebaño también aplica a nivel profesional, sería lo que denominamos el imperativo institucional. Se refiere a la presión que sienten los analistas de inversiones de una institución financiera para emitir recomendaciones de compra o venta de acciones que se alineen con las posiciones de inversión existentes de la institución y con el consenso del mercado.
El problema surge cuando los analistas trabajan para una empresa que también hace negocios con las empresas cuyas acciones están analizando, y pueden sentir la presión de mantener relaciones comerciales favorables con los socios. Es importante mencionar que esto puede generar conflictos de interés y puede llevar a recomendaciones poco objetivas o incluso a la publicación de informes que no reflejan la situación real de la empresa analizada.
Cómo evitar el efecto rebaño
Para evitar el efecto rebaño, uno de los aspectos más cruciales es desarrollar una investigación propia. Es decir, el inversor debe informarse por su cuenta antes de tomar una decisión, y no solo seguir al grupo.
Asimismo, el inversor debe preguntarse a sí mismo cuáles son sus objetivos y cuál es su horizonte de inversión. De lo contrario, podría estar siguiendo a otros traders con los que no necesariamente comparte metas.
Otro punto a tener en cuenta es la formación. Si el inversor (no experto) se preocupa por seguir cursos de bolsas, finanzas y economía, será capaz de realizar sus propios análisis.
Finalmente, no se debe tener miedo a tomar la iniciativa. Muchas veces salirse de la norma puede llevar al inversor a obtener ganancias, pero para esto se requiere normalmente mucha formación y experiencia.