El earnout es un término anglosajón para designar un mecanismo bastante utilizado en los contratos de compra-venta de empresas, especialmente en las que tienen un gran potencial de crecimiento, por el cual una parte del precio acordado para comprar una empresa queda supeditado a que en los próximos ejercicios ésta cumpla una serie de parámetros de negocio: Cifra de ventas, Ebitda, número de clientes, etc.
La empresa adquiriente paga habitualmente un 60–80% del precio de compra en efectivo en el momento de la adquisición y el restante 20–40% se estructura como un earn-out que será pagado en un plazo de tiempo convenido si la empresa adquirida alcanza los objetivos pactados. Suele ser habitual también, especialmente en el sector tecnológico, la permanencia del equipo fundador de la empresa para poder cobrar el earnout. El plazo para este pago adicional suele ser de 2 a 4 años.
Una vez realizada la transacción, la empresa comprada pasa a estar bajo el control de los adquirientes, lo que puede crear algún incentivo perverso si el importe del earnout es significativo. Por eso es preferible elegir un indicador como las ventas, menos manipulable contablemente que los beneficios, por ejemplo.