La economía circular es un modelo de producción y consumo responsable, basado en la reutilización de los materiales y los bienes existentes y el ahorro de recursos. Centrada en el medioambiente, la economía circular aboga por un modelo circular, basado en la reutilización y el reciclaje, en lugar de un modelo lineal, basado en el clásico "usar y tirar".
Con el fin de respetar el medioambiente y practicar un consumo menos dañino y más eficiente, la economía circular propone un modelo de economía basado en la reutilización, la reparación, la renovación, el reciclaje, así como otra serie de prácticas que tienen como fin el ahorro en el consumo de recursos.
Con la economía circular, lo que se pretende es extender el ciclo de vida, o la vida útil, de los productos ya existentes, en lugar de crear nuevos constantemente. En otras palabras, propone un modelo circular, basado en el reciclaje, y no un modelo lineal, basado en producir, usar y tirar.
Ciclo de vida de los bienes en la economía circular Como puede apreciarse en la imagen, la economía circular recibe su nombre del ciclo de vida que tienen los bienes en el modelo propuesto por aquellos que la defienden. En este ciclo de vida, el producto vuelve a la cadena de valor, pese a haber sido usado, y ello nos lleva a no necesitar una producción constante de productos nuevos.
En cierta forma, la economía circular trata de ofrecer soluciones a una realidad económica, en la que se contrapone una escasez de recursos con unas necesidades ilimitadas. Y ello lo hace mediante la reutilización de esos recursos, pudiendo ampliar las necesidades satisfechas con un mismo recurso.
Por esta razón, muchos Gobiernos han propuesto aplicar políticas relacionadas con la economía circular para favorecer la sostenibilidad del planeta y, de la misma manera, promover un crecimiento mucho más sostenible y concienciado con el planeta, los recursos y el medioambiente. Y como prueba de ello, tenemos a la Comisión Europea, quien presentó en marzo de 2020 el Plan de acción para la Economía Circular, o a los Estados Unidos, que también pretenden aplicar prácticas de esta índole.
Principios de la economía circular
Dado que hablamos de un modelo, este está basado en una serie de principios que defienden aquellos que proponen el modelo.
Los principios que defiende la economía circular, y que proponen aquellos que la promulgan, son los siguientes:
Respeto por el capital natural.
Mayor optimización en el uso de los recursos.
Reutilización y reciclaje de los productos que ya no sirven.
Mayor ciclo de vida de los productos existentes.
Reparación de los productos dañados.
Uso de fuentes de energía renovables.
Mayor conciencia con el medioambiente y la sostenibilidad del planeta.
Promoción de un crecimiento sostenible, basado en un modelo sostenible.
Promoción del uso compartido, el alquiler y la no pertenencia de todo tipo de bienes.
Estos, entre otros, son algunos de los principios que defienden aquellos que promueven este tipo de prácticas. Como vemos, todas basadas en el respeto del medioambiente y la sostenibilidad del planeta.
Beneficios de la economía circular
Dado que hablamos de un modelo, a priori, más sostenible, es preciso dar un paso más y ver qué beneficios trae la aplicación de este tipo de prácticas.
En esta línea, algunos de los beneficios de aplicar la economía circular son los que se muestran a continuación:
Menos impacto en el medioambiente por la menor explotación del mismo.
Menos consumo de recursos, por lo que hay mayor ahorro de recursos y capital.
Ahorro para las empresas en la producción, que ya está iniciada.
Se reducen notablemente los residuos y la gestión de los mismos.
Los materiales se aprovechan más y el ciclo de vida de los productos es mayor.
Promueve el empleo y genera nuevos puestos de empleo.
Los bienes suelen ser de una calidad superior, al ser más resistentes.
Con todo, y además de estos, existen innumerables beneficios que, atendiendo a la economía circular, podrían beneficiar a ciudadanía, empresas e instituciones.
Ejemplos de economía circular
No podemos acabar sin antes ver algunos ejemplos de prácticas que nos permiten poner en marcha este modelo en nuestra vivienda o en nuestra oficina, por ejemplo.
Dicho lo anterior, veamos algunos ejemplos de prácticas cotidianas en las que la economía circular se encuentra presente:
Compartir el coche con el vecino para ir a la universidad.
Buscar alternativas de movilidad más ecológicas, como un patinete.
Instalación de placas solares, para el uso de energías renovables.
Reciclar la basura en casa, separando los contenedores.
Comprar papel reciclado para tomar apuntes.
Acudir a la biblioteca y bancos de libros en lugar de a una librería para consultar un libro.
Comprar contenido digital en lugar de físico, como podría ser un videojuego.
Comprar menos cantidades de comida y almacenar solo alimentos no perecederos.
Reducir el consumo de plástico y reutilizar los envases.
En esencia, debemos saber que la economía circular, como hemos comentado a lo largo de este artículo, no es más que un modelo basado en el reciclaje y la reutilización de bienes y recursos. Teniendo esto en cuenta, todo aquello que promueva la reutilización de bienes y recursos en pro de la mejora del medioambiente se enmarca dentro del modelo propuesto por la economía circular.
Empresas conocidas que practican la economía circular
Existen innumerables proyectos muy sofisticados que tienen como fin cambiar el planeta. Pero ello no quita que cada día aparezcan nuevas compañías que, con el paso del tiempo, se han hecho gigantes con modelos muy simples basados en la economía circular.
En este sentido, podemos hacernos una idea de lo que digo con el ejemplo de Wallapop. Esta conocida aplicación no es más que un portal en el que vender todo aquello que ya no usas. De esta manera, se extiende el ciclo de vida del producto, se reutiliza y, por ende, se practica economía circular.
Pero al igual que Wallapop, BlaBlaCar, la app para compartir coche, también ha revolucionado el planeta con su modelo de viajes compartidos. Al igual que Wallapop, este modelo promueve compartir en lugar de consumir individualmente, lo que optimiza el consumo de recursos y, al igual que la empresa anterior, practica la economía circular.
Y como estas dos, podemos seguir enumerando compañías que practican la economía circular.
Airbnb, Ikea, Coca Cola... Muchas empresas han empezado a aplicar prácticas relacionadas con la economía circular, y atendiendo a la tendencia que sigue el planeta, hablamos de un modelo que va a estar cada vez más presente en nuestra economía.
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