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Obligación financiera

Una obligación financiera es un compromiso que una persona, empresa u organización adquiere de pagar una cantidad de dinero o cumplir con alguna otra obligación en una fecha determinada. Estas obligaciones financieras pueden ser adquiridas a través de préstamos, emisión de bonos, arrendamientos financieros, entre otros medios. En general, las obligaciones financieras son deudas que deben ser pagadas con intereses en un plazo determinado.

Una obligación financiera es un compromiso adquirido por una persona, empresa u organización que implica el pago de una cantidad de dinero a otra parte en un plazo determinado. Esta deuda puede ser resultado de un préstamo, un contrato, una factura, un bono u otros instrumentos financieros. En términos generales, las obligaciones financieras representan una responsabilidad económica que debe ser cumplida y sujeta a ciertas condiciones y términos específicos. A lo largo de este texto, se abordarán aspectos clave y curiosidades relacionadas con las obligaciones financieras que resultan de interés general.

Una de las principales características de las obligaciones financieras es que suelen conllevar el pago de intereses por parte del deudor. Estos intereses pueden ser fijos o variables y dependen de factores como el tipo de préstamo, la duración del plazo y las condiciones del mercado financiero. Los intereses constituyen una forma de compensar al acreedor por el riesgo de prestar dinero y por la pérdida de oportunidades de inversión alternativas.

Las obligaciones financieras pueden ser a corto, medio o largo plazo, dependiendo del período de tiempo establecido para el pago de la deuda. Por lo general, las deudas a corto plazo deben ser pagadas en menos de un año, mientras que las deudas a medio y largo plazo pueden extenderse más allá de este plazo. Cabe mencionar que el plazo de la obligación financiera influye en el riesgo asociado a la misma, ya que cuanto más largo sea el plazo, mayor será la incertidumbre en cuanto al cumplimiento de los pagos.

Un aspecto interesante de las obligaciones financieras es que pueden ser transferibles o no transferibles. En el caso de las transferibles, como los bonos, el acreedor original puede vender su derecho a cobrar la deuda a un tercero, que asume el papel de nuevo acreedor. Esto permite a los inversores adquirir y vender instrumentos de deuda en el mercado secundario, lo que facilita la liquidez y el acceso al financiamiento.

Además, las obligaciones financieras pueden ser garantizadas o no garantizadas. Las garantizadas están respaldadas por un activo tangible, como un inmueble o un vehículo, que el acreedor puede reclamar en caso de impago. Por otro lado, las no garantizadas se basan en la solidez financiera y la capacidad de pago del deudor, sin necesidad de ofrecer una garantía específica.

Es importante destacar que el incumplimiento de una obligación financiera puede tener consecuencias graves para el deudor. Estas pueden incluir la ejecución de garantías, la imposición de sanciones y multas, la afectación del historial crediticio y, en casos extremos, la quiebra o la insolvencia.

Obligaciones del tesoro


Continuando con el tema de las obligaciones financieras, es importante mencionar uno de los instrumentos más conocidos y utilizados por los gobiernos para financiar sus actividades y proyectos: las obligaciones del tesoro. Estas son emitidas por el tesoro público de un país, en nuestro caso, el Tesoro Público de España, y representan una deuda que el gobierno contrae con los inversores que las adquieren.

Las obligaciones del tesoro son consideradas una inversión segura, ya que están respaldadas por el Estado y, por lo general, presentan un riesgo de impago muy bajo. Además, suelen ofrecer un rendimiento fijo y predecible a lo largo del tiempo, lo que las convierte en una opción atractiva para aquellos inversores que buscan estabilidad y menor riesgo en sus inversiones.

Estos instrumentos financieros se emiten a medio y largo plazo, normalmente con vencimientos que oscilan entre los 3 y los 30 años. Los intereses generados por las obligaciones del tesoro se pagan periódicamente a los tenedores de los títulos, y al finalizar el plazo establecido, el gobierno devuelve el capital inicial invertido.

Las obligaciones del tesoro pueden adquirirse tanto en el mercado primario, es decir, directamente del emisor en el momento de su lanzamiento, como en el mercado secundario, donde se compran y venden entre inversores una vez han sido emitidas. La cotización de las obligaciones del tesoro en el mercado secundario puede variar en función de diversos factores, como la evolución de los tipos de interés o la percepción del riesgo país.

Obligaciones de deuda


Siguiendo con el tema de las obligaciones financieras y el concepto de impago, es relevante hablar sobre las obligaciones de deuda, otro tipo de instrumento financiero muy común en el mercado. Estas se diferencian de las obligaciones del tesoro en que son emitidas por empresas privadas en lugar de gobiernos.

Las obligaciones de deuda son contratos mediante los cuales una empresa se compromete a devolver una cantidad de dinero prestada, junto con unos intereses, a los inversores que adquieren dichos títulos. Estos inversores, al comprar las obligaciones de deuda, se convierten en acreedores de la empresa emisora y, por tanto, tienen derecho a recibir tanto los intereses periódicos como el capital invertido al final del plazo establecido.

Al igual que las obligaciones del tesoro, las obligaciones de deuda se emiten a medio y largo plazo, aunque los plazos pueden variar en función de las necesidades de financiación de la empresa y las condiciones del mercado. A través de la emisión de estas obligaciones, las empresas pueden obtener recursos para llevar a cabo proyectos, inversiones o refinanciar deudas existentes.

A pesar de que las obligaciones de deuda también ofrecen un rendimiento fijo y predecible, suelen presentar un mayor riesgo en comparación con las del tesoro, ya que dependen de la solidez financiera y la capacidad de la empresa emisora para cumplir con sus compromisos de pago. Por este motivo, las empresas con mejor calificación crediticia suelen ofrecer tipos de interés más bajos que aquellas con calificaciones más bajas, ya que el riesgo de impago es menor.

Ejemplos de obligaciones financieras


Para concluir nuestro recorrido por el mundo de las obligaciones financieras y su relación con el impago, vamos a exponer algunos ejemplos que ilustren de manera sencilla cómo funcionan estos instrumentos y cómo pueden aplicarse en la vida real.

Imaginemos que una empresa del sector energético decide invertir en la construcción de un parque eólico para ampliar su capacidad de generación de energía limpia. Para financiar este proyecto, la empresa emite obligaciones de deuda en el mercado, ofreciendo un interés fijo a los inversores que adquieran estos títulos. Los inversores, al comprar las obligaciones, proporcionan a la empresa el dinero necesario para llevar a cabo el proyecto y, a cambio, reciben pagos periódicos de intereses, así como la devolución del capital invertido al finalizar el plazo.

Por otro lado, supongamos que un país necesita financiar sus programas sociales y de infraestructura para impulsar su desarrollo económico. Para obtener los recursos necesarios, el gobierno emite obligaciones del tesoro, que son adquiridas por inversores nacionales e internacionales. Estos inversores prestan su dinero al gobierno con la expectativa de recibir pagos de intereses a lo largo del tiempo y la devolución del capital invertido en la fecha de vencimiento.

También podemos pensar en una entidad financiera que, para ampliar su negocio y ofrecer nuevos productos y servicios a sus clientes, requiere de financiación adicional. Esta entidad puede emitir obligaciones subordinadas, un tipo de deuda que se considera de mayor riesgo, ya que, en caso de liquidación, los tenedores de estas obligaciones solo cobrarán después de que se hayan pagado las deudas con acreedores preferentes. A cambio de asumir este riesgo adicional, los inversores de obligaciones subordinadas suelen recibir una rentabilidad más alta.

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Obligación financiera, Francisco Coll, 31 de mayo del '23, Rankia.com
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