Aquel que opere en bolsa en mayor o menor medida los usa. Pero no siempre se es consciente de lo que hacen realmente, de cómo se calculan y de sus propiedades.
Desde que empecé a operar y, más especialmente, a programar mi rutina de seguimiento de valores, me vi en la tesitura de introducir indicadores al análisis. No quise usar ninguna herramienta externa por varios motivos. En primer lugar no quería depender de ningún software de pago. Quería poder hacerlo todo con los medios libres a mi alcance. Páginas gratuitas, software libre, etc. Quería hacer un "hágaselo usted mismo". Y el motivo fundamental es que quiero entender a la perfección cada detalle que añado a mi análisis. Aprender en el proceso. No me gustan las cajas negras, me gusta ver las operaciones que hay detrás, calcularlo yo mismo y representarlo en gráficos yo mismo. Así pues no pretendo disponer desde ya de montones de indicadores y parámetros cuya utilidad me sería imposible de digerir. Además de que muy probablemente la mayoría serían paja y no harían sino despistar mi objetivo principal que es lograr una metodología lo más sencilla posible que me permita operar con cierta consistencia.
Los primeros parámetros indicadores que introduje fueron las medias móviles simples para varios periodos distintos. Son quizá el indicador más básico y elemental de todos y aun así tiene muchas variantes y posibilidades. Podéis leer lo que ya expliqué sobre ellas en Medias móviles y gráficos históricos. Las medias móviles permiten filtrar el ruido intradiario suavizando las oscilaciones y dejando entrever mejor las tendencias subyacentes. Sin embargo tienen los mismos problemas que el resto de indicadores.
Cualquier indicador que se precie basará sus resultados en datos pasados por lo que su valor de predicción será siempre más bien dudoso. Y haremos bien en dudar de ellos porque raramente se anticipan adecuadamente. Y en los pocos casos en los que se anticipan los cambios suelen ocurrir de golpe y sin tiempo a reaccionar. Por si esto no fuera poco hay situaciones de mercado que se ajustan mejor a los indicadores y otras peor. Son tantas las variables, que fiarnos ciegamente de los indicadores tampoco parecería buena idea. Por ello a quien se aventure a jugar con sistemas de reglas más o menos definidas, y da igual la estrategia que finalmente siga, el mejor consejo que puede seguir es que limite siempre sus pérdidas. Podemos estar diez días bien atentos y limitando siempre pero basta un solo día de descuido, de bajar la guardia, para que quedemos fuera de juego y pillados o asumiendo unas pérdidas desmesuradas.
Conviene que tengamos la siguiente afirmación bien clara, todos los indicadores una vez u otra fallan. Y además ocurre con bastante frecuencia. Entonces, ¿porque fiarse de ellos? Pues porque normalmente eso es mejor que nada. Y podemos servirnos de los indicadores para asignar de forma relativamente objetiva y en relación a ellos nuestros puntos de entrada y salida. Si establecemos unas reglas en función de parámetros numéricos siempre tendremos algo mejor entre manos que si las establecemos en función de la impresión que nos da el gráfico. Al menos sabremos que en dicha decisión no está influyendo nuestra parte emocional. Hay muchas formas de utilizarlos. Los indicadores pueden combinarse unos con otros formando las llamadas baterías de indicadores. Por otra parte, pueden servir a una red neuronal como información entrante para dar pronósticos del comportamiento del sistema. Hay que tener en cuenta que no somos los únicos que los usamos y cuanto más común sea el indicador mayor será la comunidad de inversores que lo use por lo que la situación técnica de un indicador puede influir en el comportamiento del precio de forma recíproca.
Existe una máxima que no deberíamos perder nunca de vista. La sencillez. Se resume en no complicarnos la vida, es decir que saturarnos de información tampoco va a darnos mejores resultados así que lo mejor es centrarnos en dos o tres aspectos que consideremos que tienen cierta fiabilidad y tratar de extraerles el máximo partido. Es el mismo principio que se aplica en el podado de las redes neuronales. La idea que subyace es la de que si dos sistemas nos funcionan más o menos igual deberíamos quedarnos siempre con el que menos variables use. Lo que se consigue reduciendo variables es, por un lado simplificar el análisis y por el otro evitar los riesgos de una sobreoptimización. La sobreoptimización no es más que un ajuste demasiado fino a una serie de factores que funcionan para unos determinados históricos pero que dejan de funcionar en cuanto nos salimos de ese marco temporal.
Cuando me planteé por qué indicadores empezar lo primero que me pareció fue que limitar las pérdidas y en consecuencia el riesgo era lo más importante. Por ello estudié y programé el ATR en primer lugar. Este indicador nos da una medida de la volatilidad e indirectamente sirve para evaluar el riesgo del valor en el que nos metemos. También se puede evaluar el riesgo del momento en el que se está operando. Porque de la misma forma que hay valores más volátiles que otros también hay momentos en la bolsa en los que la volatilidad alcanza valores más altos y viceversa.
Sobre este indicador no me extenderé más porque ya hablé extensamente de él por lo menos en estos dos hilos: Stop loss, volatilidad y ATR y Estrategias especulativas ( I ) - volatilidad.
Quise seguir programando más indicadores y me centré en dos de los más famosos, el MACD como seguidor de tendencias y el RSI como indicador de momento. Consideré que ambos se complementaban bastante bien y que por su uso tan extendido iban a ser un buen punto de partida. Obviamente lo que pretendo es que mi programa procese y grafique series de precios que previamente se han descargado de forma automática de yahoo finanzas. De lo que se trata es de encontrar en cada momento aquella selección de valores en los que se da una buena situación técnica. Y para ayudarnos a quitar el grano de la paja es para lo que nos han de servir los indicadores y las medias móviles en un primer momento.
Así, una vez decidimos iniciar una operación el seguimiento de esta deberá ser mucho más cercano calculando día a día la posición de nuestro stop óptimo de salida ya sea en beneficios o en pérdidas (stop profit o stop loss respectivamente).
Sobre estos dos indicadores ya hablaremos en ulteriores posts en los que pondremos más en claro una posible estrategia de negociación. Dicho esto, de lo que voy a hablar es de los tres aspectos clave a tener en cuenta cuando trabajamos con indicadores. A saber:
1.- Anticipación, confirmación, retraso y señales falsas
Lo que siempre desearíamos de un indicador es que se anticipara. Las divergencias en los indicadores y la evolución del precio suelen ser buenas señales de anticipación y suelen presentar buenas oportunidades para negociar con bastante seguridad. Sin embargo también las divergencias pueden fallar, por supuesto. No deberíamos perder el sueño buscando señales de anticipación ya que no suelen ser de fácil lectura. Pero podríamos programar nuestro sistema para que nos avisara de posibles candidatos. Para eso es para lo que estoy diseñando mi sistema experto que analiza los datos obtenidos buscando las señales de anticipación y las de confirmación entre la nube de valores entrantes.
Pero la anticipación no lo es todo y en la mayoría de los casos tendremos que conformarnos con acertar mediante señales de confirmación. Las señales de confirmación suceden cuando el cambio de tendencia ya ha sucedido. Estas señales siempre tienen un cierto retraso por lo que uno pensaría que las mejores señales son aquellas que minimizan el retraso. Primaríamos las medias móviles de periodo corto por encima de las de periodo largo, las exponenciales por encima de las simples, etc. El problema es que la búsqueda del mínimo retraso se suele tornar también en una especie de tótem inalcanzable pues, frecuentemente, una reducción del retraso supone un incremento de señales falsas. Así, lo que ganamos por un lado lo perdemos por el otro.
Nos podríamos preguntar, y qué es mejor, sacrificar retraso en pos de tener más señales falsas o viceversa. Si elegimos una operativa de elevado grado de confirmación esta estará limitada a operaciones de más largo plazo o bien a ejecutarse muy de tanto en cuanto. Por el contrario minimizar el retraso nos permite maximizar las probabilidades de pillar los breves momentos en los que el precio varía. Una estrategia que reduzca el retraso puede ser más rentable sí, pero solo si realmente estamos limitando las pérdidas en cada operación ya que, como ya hemos dicho, las posibilidades de entrar en falso son elevadas.
Os pongo aquí uno de los varios gráficos que se me generan automáticamente para cada valor cuando actualizo el procesado de los ficheros. Creo que la cosa ya va cobrando mejor aspecto. Lo que en seguida podréis apreciar, es que el cruce en el MACD presenta un menor retraso respecto al cruce de las medias móviles cortas aunque a su vez presenta también una mayor abundancia de señales falsas. Son las dos caras de una misma moneda y sin embargo es preferible un menor retraso. Ya que entrar tarde puede impedirnos obtener plusvalías pero salir tarde puede ser fatal como se ve en el cruce de salida allá por el mes de mayo. Las grandes variaciones se suceden en muy pocas sesiones por lo que desgraciadamente sí, o se tiene tiempo para seguir con regularidad los datos, o mejor no intentarlo de verdad.
2.- Redundancia y multicolinealidad
En Tradingsys comentan el tema de la multicolinealidad en las baterías de indicadores. Se trata sencillamente de comprobar las correlaciones entre los indicadores que usamos. Correlaciones entre los indicadores y el precio y entre ellos mismos. La idea es que un indicador debería estar mínimamente correlacionado con el precio dado que se supone que es lo que pretende analizar, su evolución. A la vez que debería estar lo menos correlacionado posible entre el resto de indicadores pues de lo que se trata también es de evitar la redundancia en la información. Todo ello contribuye también a evitar los riesgos de la sobreoptimización que comentamos más arriba. Un buen consejo es que en la batería estén presentes indicadores de categorías distintas. Según la wikipedia existen cuatro grandes categorías para los indicadores. Tendencia, momento, volatilidad y volumen. De estas cuatro en la batería superior se usan tres. Soy consciente de que en ningún caso entra en juego el volumen lo cual es una falta de información relevante. Pero como ya dije anteriormente solo introduzco aquellos indicadores cuyos algoritmos aprendo a programar y cuya información aprendo a leer y quizá más adelante toque los indicadores de volumen pero, por ahora, prefiero mantener mi sistema tan simple como sea posible. No sirve de nada introducir información que no seremos capaces de asimilar ni aprovechar.
Tradingsys presenta una tabla donde relaciona varios indicadores comunes entre los cuales los tres que yo uso. Y los clasifica con grados de correlación alta o baja. Bien, he querido realizar los cálculos por mí mismo. Los he hecho sobre una serie de las 200 últimas sesiones del ibex (desde el 1 de octubre). Las fórmulas usadas son las del coeficiente de correlación de Pearson que ya explique en Estrategias especulativas (III) - Correlación con el índice. La primera tabla establece las correlaciones entre el precio y cada uno de los tres indicadores. Y la segunda sus correlaciones entre ellos. Veamos los resultados.
200 últimas sesiones
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Viendo estas relaciones podemos sacar algunas conclusiones, las correlaciones más fuertes son entre el ATR y el precio y el ATR y el MACD. Sus anticorrelaciones respectivas parecen demostrar una vez más que la volatilidad crece sobretodo en las bajadas. Los otros dos pares de indicadores están peor correlacionados aunque el MACD y el RSI me sorprendió ver que presenta una correlación mayor de la esperada. En Tradingsys comentan que el valor umbral a tener en cuenta sería 0,65. Si bajamos el rango de estudio a las 20 últimas sesiones, es decir un mes, obtenemos resultados algo distintos. Se refuerza la correlación entre ATR y MACD, entre precio y MACD y entre precio y RSI y se debilita la correlación entre MACD y RSI y entre precio y ATR. Veamos.
20 últimas sesiones
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Todo esto nos indica que ATR varía en plazos más largos, mirando el gráfico ya se puede ver que su oscilación es más lenta. Por otro lado el MACD y el RSI responden mejor en plazos más cortos. Eso conviene tenerlo en cuenta ya que RSI y MACD podrían usarse para definir la operativa medio-cortoplacista y el ATR serviría de apoyo para marcarnos el umbral de volatilidad a partir del cual renunciaríamos a estar dentro del valor, por su riesgo inherente. Las variaciones del ATR en el corto plazo sin embargo nos servirían de bastante menos ya que redundarían con la información del precio y la del MACD.
*Nota: Hay varios subtipos de indicadores según sus parámetros de uso. En nuestras pruebas se ha trabajado siempre con el RSI_14 el ATR_14 y el MACD(12,26,9).
3.- Marcos temporales
Un último aspecto clave es la utilización de nuestra batería en más de un marco temporal. En este caso el segundo marco temporal que uso para visualizar lo que sería "el contexto global" de la situación del precio sería el de barras semanales. Usar barras semanales tiene una virtud y es que se filtra el ruido intradiario sin eliminar las fluctuaciones de corto plazo ni añadir retraso cosa que si ocurre con las medias móviles con las cuales se pierde mucha información. Solo hay que ver el gráfico de abajo. Los indicadores aplicados a barras semanales arrojan resultados a veces contradictorios con los obtenidos en el marco de las barras diarias. Por ejemplo, según el MACD el ibex seguiría en tendencia alcista mientras que para el gráfico anterior habría entrado recientemente en tendencia bajista. ¿Como se come eso?
Simplemente, como ya se ha dicho varias veces, puede haber varias tendencias superpuestas a diferentes marcos temporales. De hecho, mirando en un marco más amplio, el mensual quizá, estaríamos aún en tendencia bajista global. Dependiendo de la frecuencia con la que se vaya a operar pesarán más los marcos más amplios o los más cortos. Puede ser muy útil apoyarse en la conjunción de marcos, cuando dos o más marcos temporales muestran un perfil favorable las probabilidades de que el precio se gire a nuestro favor se maximizan. Por ello jugar con por lo menos dos marcos temporales es importante tratando siempre de evitar operar en contra de la tendencia principal o, si lo hiciéramos, de exponernos lo mínimo posible ciñendo el stop tanto como sea posible.
El problema de los marcos temporales ultracortos.
Me hubiese gustado mostrar marcos más cortos, barras horarias o ya en el intradía barras de 5 minutos etc. Por desgracia todos esos datos son propietarios y desconozco manera alguna de obtenerlos sin coste. Así que, para los estudios de indicadores y econometría, aunque sabemos que serían igualmente aplicables a marcos temporales ultracortos no nos va a ser posible usarlos. Debemos trabajar con lo que tenemos que no es poco y aceptar, por ahora, que nuestra máxima resolución es la de las barras diarias.
Conclusiones
Queda claro que debemos tener en cuenta los riesgos de buscar la máxima anticipación o el mínimo retraso. Hay indicadores que son muy buenos para pillar esas rachas de ganancias pero si nos tiembla el pulso a la hora de salir, si dudamos, no sacaremos nada bueno y lo digo por experiencia porque todo es muy bonito en la teoría pero en el momento de la ejecución las cosas cambian. Pero bueno, a quien no le ocurre no escarmienta. Salirse del guión de las propias reglas que uno se autoimpone es el error más flagrante y el que más pérdidas suele dar curiosamente, así que, ya sabéis, si no somos capaces de cumplir con nuestras propias reglas de juego volvamos a los depósitos. No debería pasarnos ni una sola vez pero como nadie nace aprendido todo jugador acabará cometiendo ese error clamoroso que le hará replantearse el juego. Por ello no me cansaré de decirlo "solo si limitamos el riesgo" nos podemos permitir operar de esta manera si no olvidarse y lo mejor es tener depósitos y compras fraccionadas de acciones.
Si decidimos entrar y manejarnos con alguna batería de indicadores deberemos cuidar que no sean excesivamente redundantes y no pecar de un exceso de información. A ser posible deberían pertenecer a categorías diferentes y estar descorrelacionados entre sí en lo posible. Finalmente, deberemos analizar nuestra posición potencial en más de un marco temporal por lo menos.
Mi apreciación personal es que tal y como está de movido el mercado no me mojaría a menos que tuviese muy claro lo que pretendo si no mejor estar fuera. Eso sí aprovechar las bajadas para realizar alguna compra fraccionada para ir incrementando nuestra cartera de largo plazo para aquellos que tienen eso en mente no lo veo tan mal. Pero entrar sin tener claras las ideas es la receta perfecta para el fracaso. Si se inicia una operación deben estar claros día a día nuestros puntos de salida por arriba y por abajo. Si sabemos usar stops dinámicos mejor aun, pero habrá que acordarse de recalcularlos cada noche y de reintroducir las órdenes correspondientes y eso requiere mucha disciplina y constancia cosa que yo solo he podido hacer cuando he dispuesto de gran cantidad de tiempo libre.
En dos continuaciones de este hilo que postearé más adelante explicaré como trabajo con el MACD y con el RSI. Aclararé como se calculan y como he llegado a realizar alguna operación en base a ellos. Se que aquí los he introducido y he pasado por encima pero quería primero hablar de esos tres aspectos clave que deberían servirnos no solo para el MACD y el RSI sino para cualquier otro indicador que podamos usar. Ya habrá tiempo de profundizar en esos dos indicadores, no porque sean mejores ni peores sino porque hasta ahora y junto con el ATR son los únicos que he computado y analizado. Y yo de lo que no se no hablo.
Y eso es todo por hoy.