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A pesar de los vaivenes económicos, el comercio mundial no ha parado de crecer a lo largo de las últimas décadas; o por lo menos desde que se registran estadísticas a partir de la creación del GATT (General Agreement on Tariffs and Trade; 1947). Dos grandes sucesos que han interrumpido puntualmente esa senda de crecimiento, fueron justamente los que vivió nuestra generación: la crisis financiera y de hipotecas sub-prime, y la pandemia denominada COVID-19.


 
Ni la guerra comercial entre China y Estados Unidos generada a partir de los aranceles aduaneros impuestos por la Administración Trump a los productos provenientes de China en 2018, ni las amplias sanciones impuestas por los países del G7 y la Unión Europea a Rusia tras su invasión a Ucrania, han podido frenar ese imparable crecimiento de intercambios comerciales. Lo que sí han logrado por desgracia, es incrementar los precios y ralentizar el flujo comercial; aunque muchos países se han visto beneficiados al reorientarse los flujos comerciales, debido justamente a esas imposiciones y aranceles. Ejemplo de ello podría ser el incremento de las exportaciones mexicanas hacia los Estados Unidos desde el año 2018, posicionando a México como su principal exportador en detrimento de China; aunque lo que no se tiene en cuenta es que las importaciones mexicanas de productos chinos se han incrementado en un 40%. En otras palabras, lo que los chinos no le venden de forma directa a Estados Unidos, se lo venden de forma indirecta; pero a un precio final más caro. 
 
Por lo tanto, y sin querer entrar en un análisis más amplio dado que supondría mucho más espacio, es posible que los volúmenes del comercio mundial pudiesen ser más elevados si no existiese el problema de la oferta. Y con esto me refiero a que la demanda se mantiene robusta, pero por problemas inicialmente de suministros y falta de personal debido a la pandemia en 2020, que generó escasez de productos e incremento de precios, y luego por el aumento de los precios de la energía debido al conflicto geopolítico y escasez de materias primas, o por problemas de la logística a nivel mundial debido al conflicto de oriente próximo y demás eventos que afectan a la oferta, se han estado encareciendo los productos y limitando la oferta hasta el punto de no tener suficiente capacidad para atender la demanda. 

Un fenómeno que aún sorprende a muchos expertos económicos y analistas, es cómo las subidas de tipos por parte de los Bancos Centrales han podido ir reduciendo la inflación, sin apenas dañar el consumo, el empleo y la actividad económica, contra todo pronóstico.




 

Tendencias que establecen patrones de consumo 


Según el informe “Trade and Development Report Update” (Actualización del Informe sobre Comercio y Desarrollo, traducido del inglés) de Naciones Unidas de Abril de 2024, la economía mundial es cada vez más dependiente del consumo privado, y se espera que éste aumente en un 4% aproximadamente.

Y como consecuencia del incremento del consumo, también se espera un incremento en los intercambios comerciales.

En el siguiente gráfico, se puede observar la evolución trimestral del volumen del comercio mundial de mercancías, y sus previsiones para los años 2024 y 2025 según la Organización Mundial del Comercio (OMC).



En cualquiera de los casos, y a pesar de las amenazas latentes que existen debido a los conflictos geopolíticos, no se espera una disminución de la actividad comercial; aunque las previsiones siempre pueden fallar.

Para evitar entonces esos posibles fallos en las previsiones sobre el futuro de la economía, nada mejor que salir a la calle… ¡y mirar la longitud de las faldas que llevan las mujeres!

Según el reputado economista George W. Taylor (1901 – 1972), quien fue profesor de relaciones industriales en la Wharton School de la Universidad de Pensilvania y llegó a ocupar varios cargos en el gobierno federal de EE.UU., existe una estrecha relación entre el largo de las faldas y la evolución de los mercados económicos. Esta teoría del Índice Hemline desarrollada en los años 20` afirma que si las mujeres llevan la falda por encima de la rodilla, es señal de que la economía está en crecimiento. Pero si la falda se sitúa por debajo de la rodilla, se avecinan tiempos de crisis económicas. Y seguramente te estarás preguntando, ¿de dónde sacó este hombre, semejante conclusión? 

Llegó a esa conclusión en 1926, tras años de estudio sobre el comportamiento de la industria de la moda, dado que a principios de la década de los 20` las mujeres llevaban faldas cortas, en parte porque así lo hacían las artistas de la era del jazz, los deseos de liberación femenina, y en ciudades como París estaban a la vanguardia de esa moda luego de la Gran Guerra; justamente en un período de bonanza económica. Pero dos años antes del crack del 29` de la Bolsa de Nueva York, ya se empezaron a utilizar las faldas de longitudes maxi. Tres décadas después, con la llegada de “la Edad Dorada del Capitalismo” volvió a repetirse la situación, y volvieron a llevarse las faldas cortas hasta los años 70`, coincidiendo con el inicio de la Gran Recesión.

Para entender este fenómeno, cabe aclarar que una de las razones de peso que sostenía a esta teoría consistía en la capacidad de compra de las medias. Si el presupuesto era insuficiente, las mujeres optaban por tapar sus piernas tras las maxifaldas, evitando así tener que comprar medias. Y si el presupuesto se lo permitía, subían el ruedo de sus faldas.

Con el transcurso de los años esta teoría quedó en desuso, ya que la relación entre las medias y las faldas dejó de existir; pero independientemente de la utilidad o aplicación que pueda tener o no esta teoría, la que sí queda clara es la relación que existe entre la evolución de los índices económicos y la industria de la moda… ¡y también de la cosmética!

Tal es así que en plena Segunda Guerra Mundial, la edición británica de la revista Vogue lanzó un slogan en 1941 que decía “Beauty is your duty” (“La belleza es tu deber”, traducido del inglés). Este llamado patriótico, reforzado a su vez por el mismo Winston Churchill para levantar la moral de la población, deja claro que en tiempos de crisis la industria de la moda y la belleza juegan un papel esencial en el efecto psicológico y moral que genera en los ciudadanos. 

A pesar de la parálisis que sufrió la industria británica de la cosmética durante la guerra, el lápiz labial pasó a ser la excepción a la regla, y a convertirse en un producto de primera necesidad. Mientras que productos como la gasolina, los huevos o el azúcar se racionalizaban entre la población, los lápices labiales se suministraban sin reparos, a fin de levantar la moral. El Gobierno entendió que las mujeres con los labios pintados, ayudaban a levantar el ánimo de la ciudadanía. Ante esa situación, nada más oportuno que el refrán “A mal tiempo, buena cara”.

El 1 de Mayo de 2008 se publicó un artículo en el New York Times en el que se citaba al que era en ese momento el presidente de la compañía The Estée Lauder, Leonard Lauder, afirmando que las ventas de lápices labiales de su firma se habían incrementado después de los ataques terroristas del 11 de Septiembre de 2001. Eso mismo sucedió al inicio de la crisis financiera de 2008; mientras casi todas las empresas sufrían una caída en sus ventas, el incremento del consumo de lápices labiales se acentuaba. 

La conclusión a la que llega la teoría del “Lipstick Index” (Índice del lápiz labial, traducido del inglés), es que en tiempos de escasos ingresos los consumidores prescinden de artículos innecesarios, y evitan gastos superfluos o productos de alta gama. Pero aun así, se resisten a pequeños caprichos que mejoran el ánimo, levantan la autoestima y contribuyen a su bienestar; y ahí es donde entran las barras de labios.

Aun así, ¿necesitas que te cuente más teorías para evidenciar la relación entre la industria de la moda o la cosmética con los ciclos económicos? Pues otro día con más tiempo, te cuento las teorías de los calzoncillos y las corbatas, que aquí hay para todos…


Supermercado de Fondos de Inversión de EBN Banco 


Animado con las perspectivas para el consumo y el comercio global, y la evolución que éste ha tenido a lo largo de los años, decidí acudir al Supermercado de Fondos de Inversión que ofrece EBN Banco. Se trata de un potente buscador de Fondos de Inversión de arquitectura abierta, que permite el acceso a las clases más baratas de los más de 900 Fondos que allí puedes contratar. Allí tienes la posibilidad de filtrar tu búsqueda por Fondos Indexados, Fondos ISR, Fondos Perfilados, Temáticos, Fondos Value, y demás categorías disponibles y de diversas gestoras.

Durante mi búsqueda de Fondos de Inversión que en esta ocasión se orienta al consumo, logré identificar dos Fondos que atrajeron mi atención: INVESCO GLOBAL CONSUMER TRENDS “Z” (EUR) ACC y ROBECO GLOBAL CONSUMER TRENDS “F” (EUR) ACC.

INVESCO GLOBAL CONSUMER TRENDS “Z” (EUR) ACC


Bajo el ISIN LU1762220850, este Fondo se constituyó en Octubre de 1994 y está gestionado por INVESCO GLOBAL AM LTD (LU). 

El Fondo invierte principalmente (al menos un 80% del patrimonio) en acciones de sociedades relacionadas con las necesidades del consumo discrecional a nivel mundial, incluidas sociedades dedicadas a cubrir la demanda de los consumidores. A su vez, invierte en compañías relacionadas con el diseño, la producción, y distribución de bienes y servicios relacionados con actividades de ocio. 

Este Fondo de renta variable presenta una volatilidad del 20,44% aproximadamente, y un nivel de riesgo 5, dentro de la escala del 1 al 7.



Los gestores del Fondo son Ido Cohen y Juan Hartsfield. Ido se desempeña como gestor de Fondos de Inversión en Invesco desde el año 2010, habiendo desempeñado anteriormente cargos directivos tanto en J&W Seligman como en Credit Suisse First Boston. Puedes ver su perfil a través de LinkedIn.

Juan Hartsfield tiene una larga trayectoria en gestión de activos. Con más de 19 años de experiencia en Invesco, trabajó también para firmas como J.P. Morgan; y tiene un MBA por la Universidad de Michigan. Para más información, puedes ver su perfil en LinkedIn.

Los gastos corrientes (comisiones de gestión y otros costes) del Fondo serán del 1,12%. Y para medir su desempeño, éste utiliza el índice MSCI World Consumer Discretionary ND.

A continuación puedes ver la evolución de la rentabilidad del Fondo, comparada con la evolución del índice de referencia.



Las rentabilidades por años naturales durante el último quinquenio, han sido las siguientes:



La composición de su cartera está definida por las principales posiciones que se detallan a continuación:





Pero puedes obtener información más detallada acerca de este fondo en https://www.ebnbanco.com/fondos-inversion/invesco-global-consumer-trends-z-acc-eur-lu1762220850/

ROBECO GLOBAL CONSUMER TRENDS “F” (EUR) ACC 


Este Fondo se constituyó a principios de 2013, e invierte en empresas de todo el mundo que se encuentren relacionadas a los bienes de consumo, tanto en economías desarrolladas como emergentes. El Fondo invierte en tres grandes tendencias estructurales, hacia las que se orienta el crecimiento del factor consumo. La primera tendencia es la transformación digital del consumo, la segunda es el crecimiento de la clase emergente, y la tercera de ellas es el aumento de la importancia que cobra el sector salud.

Gestionado por Jack Neele y Richard Speetjens, ambos pertenecientes al grupo de gestores de Robeco Institutional Asset Management BV, el Fondo tiene asignado el ISIN LU0871827464. Jack Neele se unió a la firma en el año 1999, y se desempeña como gestor de cartera y miembro del equipo de inversión temática de la gestora. Posee un Máster en Econometría por la Universidad Erasmo de Róterdam, y demás certificaciones y especializaciones que puedes ver a través de LinkedIn.

Y Richard Speetjens trabaja para esta gestora de Fondos desde el año 2007, habiendo desempeñado anteriormente cargos similares en firmas como Van Lanschot Asset Management y Philips Investment Management. Con un Máster en Economía de la Empresa y Finanzas por la Universidad de Maastricht, posee la acreditación de analista financiero CFA. Para más información sobre su currículum, puedes visitar su perfil en LinkedIn

La volatilidad de este Fondo de renta variable global es del 19,01% con una Beta de 1,10 y su nivel de riesgo es de 5 en la escala del 1 al 7.



Los gastos corrientes que genera el Fondo son de tan solo 0,97% incluidas las comisiones de gestión.

La evolución del precio de su participación la puedes observar en el siguiente gráfico:



Y las rentabilidades anuales que alcanzó durante el último quinquenio, son las que te facilito a continuación:



Como habrás podido observar, tanto en el anterior Fondo de Invesco que te presenté así como en este mismo, en el año 2022 las rentabilidades fueron negativas. Eso se explica porque el 2022 fue el año del comienzo de las subidas de tipos, lo que afecta no solo a la renta fija, sino evidentemente al consumo. Por lo menos, esa es la misión de los Bancos Centrales cuando suben los tipos; frenar el consumo. 

El Fondo utiliza como índice de referencia para comparar su rentabilidad y comportamiento, al MSCI All Country World Index (Net Return, EUR).

Las principales posiciones que mantiene la cartera del Fondo, son las siguientes:




No obstante, para ampliar información sobre el Fondo puedes acceder directamente al siguiente enlace: https://www.ebnbanco.com/fondos-inversion/robeco-global-consumer-trends-f-eur-lu0871827464/

Y recuerda que mirar el largo de las faldas en esta época del año, puede que no sea un fiel reflejo de lo que nos depara el futuro económico; ya que con la llegada del buen tiempo y el verano asomándose, es posible que te encuentres con faldas más cortas… ¡Mejor observar el color de los labios! 
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