En Abril se produjo un fenómeno mediático en torno al bitcoin debido a una escalada de precios. Parecía que no se hablaba de otra cosa en Rankia y todo el mundo que quiso decir algo opinó al respecto. Tras analizar brevemente el fenómeno decidí posicionarme largo, muy largo, en bitcoins. Entonces cotizaba en torno a los 120$. Las razones, muy sencillas, las esgrimí en este primer artículo.
Foreros de mucho más relieve y fama como Llinares, opinaron ante la escalada de precios que estaba registrando la cotización que el bitcoin era una burbuja colosal que explotaría algún día , perdiciendo incluso la magnitud de la bajada, en torno al 80%.
Poco después de que Llinares se posicionara, de forma genial en mi opinión, la supuesta burbuja del "bitcoñ" como él lo llama, "explotó". En pocos días el bitcoin bajó de los poco más de 270 que llegó a alcanzar hasta el entorno de los 65. En efecto, el bitcoin perdió casi el 80% de su valor en pocos días como vaticinó Llinares y se encargó de recordarnos.
Una vez explotada la "burbuja", a propios y ajenos nos sorprendió un aparente cambio de conducta en la actitud del maestro frente al bitcoin. Diseñó una estrategia tipo "Martingala" para aprovechar los supuestos precios decrecientes del ya no bitcoñ, sino bitchito. El bitcoin parecía que ya no era objeto de coña marinera, sino que tenía incluso potencial de subida. Para colmo, tres meses después, en Julio y coincidiendo con lo que parece fue un suelo de la cotización en el entorno de los 70, Llinares nos volvió a sorprender al convertir su blog en caja de resonancia del negocio de unos amigos que se dedican a ofrecer cursos sobre una estrategia de minería del bitcoin. Personalmente no soy amigo de meterme en tinglados cibernéticos, pero bueno, parece que hay negocio y todo entre los cables.
Nadie anuncia en su blog una estrategia para obtener un activo que cree que no vale nada, y menos Llinares. En poco tiempo pasó de meterse con un activo burbujeado a reconocer un valor implícito en esta divisa.
Hoy nos despertamos con la noticia de que Baidu, el mayor buscador de internet en China, acepta el pago en bitcoins. Y hoy, seis meses después de posicionarme largo en bitcoins, cotiza por encima de 160$, habiendo obtenido un 32% de rentabilidad latente sobre mi posición original.
No tengo la genialidad de Llinares para mudar de posición en un activo a medida que cambia su cotización. El maestro, en un ejercicio brillante de travestismo, cambió su conducta de cachondearse de la moneda digital a considerar seriamente que su obtención es buen negocio, y fue duramente criticado por ello, incluso un servidor le dedicó algún comentario extrañado. Quizás algún día hasta nos sorprenda con una estrategia de trading al respecto que podamos cumplir por completo, no como la de la Martingala o mulata promediada que no pudo completarse más allá de dos pasos. Yo, bastante menos brillante como especulador y mero aprendiz de sus métodos, sólo me he atrevido a posicionarme a medio y largo plazo con respecto al valor que le concedo a la moneda.
Pero lo más importante de toda esta historia es que cualquiera que nos hubiese leído podría haberse lucrado de ambas visiones, distintas y complementarias a la vez.