ACS ha encargado poner de nuevo a la venta sus activos en energías renovables en España. El agobio por el peso de la deuda en el grupo es tremendo y hay que vender lo que sea. Esta vez el encargado de la operación es Deloitte.
Entre los activos en venta, más de 1.000 MW figuran centrales eólicas, solares y algunas termosolares, como las emblemáticas centrales Andasol 1, 2 y 3 del Marquesado de Zenete (Granada). Estas centrales de tecnología cilindro-parabólica fueron las primeras centrales comerciales del mundo en incorporar almacenamiento térmico de cierta importancia. Hablando en plata, en producir energía en plena noche con el calor almacenado de día.
Centrales termosolares Andasol 1 y Andasol 2. Aún no aparece su hermana trilliza, la Andasol 3, cuyas obras son ya visibles a la izquierda. Al fondo, el Parque Nacional de Sierra Nevada. Las centrales son visibles perfectamente desde el aire. Fuente: Greenpeace.
ACS no fue el promotor original de estas centrales aunque el EPC que las construyó fue su brazo constructor Cobra. La tecnología solar fue cosa de MAN Ferrostaal a través del promotor, ya desaparecido por quiebra, Solar Millenium. Esta última empresa vendió el 75% de las centrales a ACS y finalmente el paquete restante por problemas financieros. Otra empresa notable y conocida que participó, no necesariamente en todas pero sí en la mayoría, fue Duro Felguera.
En un post anterior advertí de que la spin-off de Acciona puede ser una buena oportunidad de inversión e incluso de especulación dependiendo del precio de salida a bolsa. En el caso de ACS no puedo opinar más en contra.
Y no es que las centrales no sean confiables. Al contrario, la tecnología y el buen hacer que hay detrás de las Andasol y las otras centrales en manos de ACS es digna de mérito. Sin embargo estas centrales tienen un defecto muy grande: se encuentran en suelo español. En este blog tienen infomación suficiente sobre los atropellos que lleva años realizando el gobierno español contra los inversores en energías renovables en centrales españolas. Desde medidas retroactivas hasta recortes no anunciados en la retribución, barbaridades que desgraciadamente han llevado a la ruina a miles de familias que en su día confiaron en la energía solar y que han hecho llover demandas internacionales contra el Reino de España por valor de decenas de miles de millones de euros.
Aunque hay quien opina que la retribución ha sido recortada tanto a la baja por el gobierno que ya no puede bajar mucho más y que la retribucción está ya estabilizada, pero yo no opino así. Al igual que las cotizaciones en bolsa, el único límite a la ruina progresiva es el cero.
No recomiendo a los inversores a largo plazo entrar en esta futura compañía si saliera a bolsa, debido al riesgo extremo que supone perder capital en la operación. Puede ocurrir de todo: desde nuevos recortes hasta la expropiación por el Estado para concedérselo a precio de saldo al oligopolio eléctrico, cualquier cosa es esperable, cualquier barbaridad es realizable.
No valoren en 3.100 millones unos activos con más de 2.600 millones de deuda. Una deuda que resulta hoy día mucho más difícil de devolver que hace 4 años, cuando no existían medidas retroactivas contra un sector que prometía ser puntero en España y que, hoy día, sólo es una sombra de lo que fue.
Extremen la precaución los que no pretendan sólo especular.