Para saber de lo que hablamos, un experto en bolsa es alguien que trabaja a sueldo en alguna entidad financiera, lleva zapatos caros y de cada cuatro palabras procura meter una en inglés.
He querido analizar la forma de comunicarse de los expertos, porque la mayoría de los lectores que no saben traducir bien lo que dicen acaban llegando a conclusiones inexactas.
El 99% de los expertos dicen permanentemente que la bolsa va a subir y que los valores tienen un potencial de revalorización entre un 20 y un 25%. Estos pronósticos obedecen a unas razones fundamentadas que hay que conocer para poder entender bien sus recomendaciones. Son las siguientes:
1 – Los expertos cobran un sueldo. El sueldo lo paga una entidad financiera. La entidad financiera sabe que sus clientes son siemprealcistas. Por tanto: el experto tiene que decir lo que los que le pagan las comisiones a quien le paga su sueldo quieren oír.
2 – Si se mantiene un pronóstico eternamente, el índice de aciertos se suele acercar al 50%. Si se va modificando la opinión, hay bastantes posibilidades de no acertar casi nada.
3 – El jefe de la entidad también es siemprealcista. Le perdona con facilidad al experto que se equivoque cuando la bolsa baja (porque él también pensaba que iba a subir), pero si dijera que la bolsa va a bajar y se equivocara, le podría costar el puesto.
Para aprovechar adecuadamente las previsiones de los expertos, no hace falta que traduzcamos el 25% de palabras en inglés, realmente no tienen demasiada importancia. Lo que es más importante es corregir la deriva del rumbo al que el experto se ve obligado por los 3 puntos antes citados.
Mi propuesta es rebajar las previsiones del experto en un 20 – 25%. Después de hacerlo quedaría así:
Si dice que un valor va a subir un 20-25%, es que realmente no tiene nada claro lo que va a ocurrir. Su previsión real es de empate. No ve o no conoce mayores razones para subir que para bajar.
Si la esperanza de subida la sitúa entre un 10 y un 15%, es porque en su fuero interno ve probable una bajada moderada y contenida.
Un aviso de peligro es cuando dicen que el valor en cuestión cotiza a su precio y no ofrece descuento ni oportunidad de inversión rentable. En esos pocos casos, la probabilidad de descensos acusados es alta.
Sólo en los casos en los que la euforia de los datos que manejan les llevan a apostar por revalorizaciones superiores al 30%, nos hace pensar en que realmente están convencidos de que se va a producir una subida moderada (como es natural, puede que tampoco ocurra, pues como se ha dicho antes, el índice de aciertos ronda el 50%).
PD
Según las últimas estadísticas, no se ha demostrado que usar una corbata de seda aumente sustancialmente el índice de aciertos.