Estos días he estado un poco liado y lo cierto es que lamento no haber respondido a los comentarios en su momento. En la serie de post del fondo de garantía de depósitos he encontrado algunos muy interesantes, que o bien hacen preguntas o enfocan con matices; y me gustaría repasar alguna idea.
La primera idea que ha surgido es buscar la alternativa de la banca extranjera. En este caso, me gustaría recordar que tendremos básicamente tres posibilidades. La primera puede ser contratar en España depósitos de entidades financieras extranjeras que operan en España bajo el paraguas de los fondos de garantías de depósitos extranjeros; (sería el caso de Espiritu Santo o ING); la segunda es contratar depósitos en otros países de la zona euro y la tercera es contratar depósitos fuera de la zona euro. Por supuesto, lo mismo va para otros activos.
Por ponerlo cercano, la desconfianza del fondo de garantía de depósitos puede redirigirnos hacía ING, (por ejemplo), a llevar el dinero a un banco Francés o llevarlo a Suiza. Sin embargo, tendremos que tener en cuenta estas opciones.
Lo primero y más obvio , es que al igual que en España, la situación de los bancos es igual de opaca en los distintos países. Recordemos que son todos los organismos mundiales, los que de una u otra forma están colaborando en la soberana tontería de buscar confianza ocultando bajo la premisa de no permitir estigmatizaciones. La consecuencia práctica de esta situación la podemos encontrar con una pregunta. ¿Llevaríamos el dinero para escapar de una situación complicada de la banca en España a la que mejor nota sacó en los test de estrés?. Curiosamente esta entidad ha sido Dexia, que recordemos ya ha caído, ¡por segunda vez!.
En este sentido tenemos que tener claro que el riesgo de la banca de los países que hoy consideramos fuerte, está fuertemente oculto por todas las medidas que se han tomado. Tal desbarre de millones ha beneficiado a unos bancos, que serán los primeros afectados por el derrumbe. En todo caso, lo que tenemos que tener claro es que la banca extranjera no está en mejor situación que la española, (o por lo menos no podemos asegurarlo). De hecho lo curioso es que no existen demasiados países con la protección y poder de la banca como España, lo cual nos lleva a que la seguridad en principio no tiene porque ser superior la de países extranjeros.
Por lo tanto, parece cuando menos curioso que tratemos de evitar un riesgo, metiéndonos en un entorno muy similar, aunque menos conocido. En todo caso, supongo que tal argumento está un poco superado por las garantías y la política de los países de mantener como sea a los bancos. Está claro que el fondo de garantía de depósitos es la primera garantía en España, y lo tenemos en distintos países de la eurozona. Por supuesto, en la serie de post del fondo de garantía de depósitos he tratado de explicar, (y creo que no ha quedado duda), las razones por las que el fondo de garantía de depósitos español no puede afrontar ninguna quiebra. Pero ¿y el fondo de garantía holandés, portugués o alemán?. Lo cierto es que sabemos que el fondo de garantía español es simplemente inefectivo, pero ¿y los demás?.
Esto nos lleva a otro problema; más allá de la situación financiera de los fondos de garantía de depósitos, tenemos la situación jurídica, (y por ejemplo hemos visto como recientemente se han cambiado las normas y se va a desarrollar un nuevo reglamento). Tenemos que tener en cuenta que “grosso modo” los fondos funcionan de forma similar en toda la unión europea, (evidentemente fuera de este entorno, las cosas se complican un poco más), pero si nos sorprendemos de las trampas de nuestra propia normativa, ¿podemos enfrentarnos a la normativa de países extranjeros?.
En este sentido, tenemos que tener claro que el hecho de llevar el dinero a un país extranjero siempre supone un riesgo adicional, que evidentemente se puede evitar con un asesoramiento bueno sobre las condiciones del país en el que se pretende depositar el dinero, (tanto desde el punto de vista financiero como legal). Es fácil entender que esto sólo se consigue con grandes cantidades de dinero, que permiten que el coste compense, y por supuesto que compensen los hipotéticos costes para recuperar el dinero en caso de problemas.
En este caso tenemos la diferencia entre llevar el dinero a una entidad de la eurozona o bien contratar un depósito comercializado en España por una entidad extranjera. La gran diferencia está en que los gastos que pueden derivarse de la recuperación del dinero pueden llegar a no hacer rentable recuperar pequeñas cantidades de dinero. En parte esto se puede subsanar mediante la agrupación de multitud de inversores. Está claro que ante cualquier problema con el dinero de ING, inmediatamente se creará una plataforma de afectados de esta entidad, y en todo caso el gobierno español tratará de presionar. Esto no es tan factible que ocurra si han sido personas individualmente las que han ido a contratar depósitos a otros países, con entidades que tienen escasa o nula actividad en España.
Antes había comentado que podemos renunciar a tratar de saber cómo son los bancos, y tratar de enfocarnos en las garantías que dan los países; el argumento vendría a ser que valoraríamos la garantía del banco, por la potencia del estado donde esté registrado el banco, asumiendo que van a hacer lo posible por que los bancos no caigan. El argumento de los costes de recuperación y el número de afectados en España es claro en esta situación. Tengamos en cuenta que Islandia decidió en 2008, no responder de los depósitos de personas extranjeras en los bancos que se derrumbaron. En Reino Unido y otros países, hubo multitud de afectados de forma que los gobiernos presionaron, (y siguen presionando) a Islandia, y además asumieron las indemnizaciones. Sin embargo en el caso de los afectados en España, la situación es muy distinta, y tan sólo aquellos ahorradores que tenían unos depósitos elevados están consiguiendo algo tras costosos y arriesgados procedimientos judiciales, (que además se enfocan hacia los distribuidores españoles).
En el caso de que optemos por llevar el dinero a un país ajeno a la zona euro, tendremos que tener claro que existe también el riesgo de divisa. Si por alguna razón la divisa del país donde llevamos el dinero se deprecia, asumiremos una perdida. En este sentido me gustaría que a titulo de ejercicio, pensásemos en un país, y seguro que se nos ocurriría Suiza. En este caso las perspectivas de revalorización del Franco jugarían a nuestro favor, lo que nos puede llevar a pensar en una mayor rentabilidad. Sin embargo, la rentabilidad siempre supone un riesgo, y en este caso es obvio. El banco central suizo, está intentando devaluar el Franco. ¿Qué ocurre si lo consigue?.
En definitiva, lo que ocurre es lo obvio, para sacar el dinero del país, se necesita un volumen de dinero suficiente como para compensar los costes en que se incurren y para importes inferiores los riesgos simplemente se incrementan. En todo caso, lo que está claro es que los riesgos significan riesgos y no certezas. Y está claro que con mayor riesgo, mayor rentabilidad.