El ROA (Return On Assets) es una medida que nos indica lo rentable que es una empresa en relación a sus Activos. Su fórmula es: ROA = Net Income / Assets. Sin embargo, esta sencilla fórmula nos oculta los dos componentes del ROA: el Total Asset Turnover y el Net Profit Margin (que aprendimos en el artículo anterior). Así, podremos descomponer la fórmula del ROA de esta forma:
ROA = Total Asset Turnover x Net Profit Margin
El Total Asset Turnover, como vemos en la fórmula anterior, no es más que la división del Net Sales (Ventas) entre el Average Total Net Assets. No os asustéis. El denominador no es más que la media de activos de la empresa durante el periodo de análisis. Para calcularla, tomaremos en el Balance el Activo Total del ejercicio anterior, lo sumamos al Activo Total del presente ejercicio y lo dividimos entre 2. (Activo Total año 1 + Activo Total año 2) / 2. El numerador (ventas) lo sacamos de la cuenta de pérdidas y ganancias.
El Total Asset Turnover es una medida de la eficiencia de la empresa y que variará mucho de un sector a otro. Nos dice la cantidad de ventas que es capaz de generar la empresa con los activos que dispone. Aquí tendremos que hablar, como siempre, de la estrategia de la empresa.
Tenemos dos tiendas de venta de alimentos al por menor. Una de ellas está muy masificada y vende productos de una calidad normal tirando a baja a unos precios bajísimos, mientras que la otra es una pequeña tienda de delicatessen cuyos productos tienen un alto precio. La primera tendrá unos márgenes muy bajos, mientras que la segunda tendrá unos márgenes muy altos (lo normal de una empresa que se diferencia por su liderazgo en costes y lo normal para una empresa que se centra en la diferenciación del producto). Mientras que el negocio de la primera está en vender muchísimos productos para poder genera un buen beneficio en ventas de bajo margen (alto Total Asset Turnover), el negocio de la segunda no depende tanto de la cantidad de ventas (bajo Total Asset Turnover) sino de la calidad y la diferenciación de sus productos (altos márgenes).
Resumiendo, para que una empresa de bajo margen sea rentable deberá tener un Total Asset Turnover elevado, mientras que para que una empresa de alto margen sea rentable deberá centrarse en productos de calidad que le permitan mantener esos altos márgenes (sin preocuparse demasiado en obtener un elevado Total Asset Turnover).
Muchos analistas prefieren el ROE al ROA. El motivo es que los dos primeros componentes del ROE son los ya comentados componentes del ROA, como podréis ver en el artículo que hace tiempo escribí sobre el ROE. La ventaja del ROE sobre el ROA es que el segundo añade un factor de la estructura financiera de la empresa. Aunque el ROE nos aporta una figura más correcta sobre la rentabilidad de la empresa, el ROA nos ofrece una visión muy acertada del mix de eficiencia gracias al análisis de los márgenes y del turnover de activos.
Veamos un ejemplo con uno de mis sectores favoritos: los minoristas. Comparemos el ROA de Dollar General (DG), que ya analizamos hace tiempo, y Target (TGT).
DOLLAR GENERAL
AÑO 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006
NPM 5,4% 5,5% 5,6% 5,6% 1,5% 3,9% 4,3% 4,4% 4,5% 4,1%
TAT 3,05 3,22 3,03 2,92 2,44 2,20 2,50 2,75 2,79 2,94
ROA 16,4% 17,7% 17,1% 16,5% 3,78% 8,58% 10,8% 12% 12,5% 12%
TARGET
AÑO 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006
NPM 1,8% 2,7% 3% 3,4% 3,4% 3,4% 3,8% 3,8% 6,8% 4,6%
TAT 1,9 2 2,1 2 2 1,8 1,6 1,6 1,5 1,5
ROA 3,6% 5,4% 6,3% 7% 7% 6,3% 6,3% 6,1% 10% 7,1%
En el sector minorista la eficiencia es algo fundamental. El ganador será aquel que consiga mantener sus gastos al mínimo (mayores márgenes) y obtenga un Asset Turnover elevado. La competencia en este sector es salvaje. En las tablas superiores podemos ver por qué DG es una empresa mucho más rentable que TGT y cómo interactúan los márgenes y el TAT cada año en un sector tan exigente como éste.
Os recomiendo leer el artículo sobre el ROE para que tengáis una visión global sobre el vínculo entre eficiencia y rentabilidad en una empresa, dos pilares básicos de cualquier análisis.
En el próximo artículo vamos a seguir con las medidas de eficiencia con el Cash Conversion Cycle. Ya veréis cómo os gusta.
Quisiera dedicar este artículo a mi amigo Federico (cazador blanco, banquero suizo ¿?), que nos lee desde las lejanas tierras de Ginebra. Vuelve rápido, macho, que desde que te fuiste esto está patas arriba. ¡¡¡Un fuerte abrazo, saeta!!!